El alto costo del servicio de energía eléctrica es uno de los golpes financieros mayores para los hospitales, estropeando seriamente la prestación de servicios y contratación de personal, según se reveló esta mañana en la vista pública de la Resolución de la Cámara 899 de la Comisión de Salud.

Jaime Plá Cortés, presidente de la Asociación de Hospitales, detalló que un hospital, del tamaño de Auxilio Mutuo, fácilmente invierte sobre $12 millones anuales para energizar el edificio completo. Es decir, paga $1 millón mensual para energía eléctrica.

“Wao”, reaccionó de inmediato la presidenta de la Comisión, Sol Y. Higgins Cuadrado. “Un hospital pagando un millón de dólares mensuales, pues escoge entre servicios y la luz y se ve obligado a restar servicios”, estipuló la legisladora.

“Estamos ahorcando a los hospitales…pagando la luz y eso es (solo) una de las utilidades. No me quiero imaginar las otras. Está ahorcando la salud en Puerto Rico”, agregó al recordar que el Hospital Ryder, en Humacao, paga alrededor de $140,000 mensualmente en el servicio de luz.

El secretario auxiliar de la Secretaría Auxiliar de Servicios Médicos y Enfermería (SARAFS), Edwin León, hizo la aseveración de que este número no es idéntico en todas las 69 facilidades hospitalarias a nivel Isla, pues fluctúa dependiendo de los pies cuadrados, cantidad de camas y equipo, entre otros factores, de cada institución.

“Como quiera son cifras astronómicas”, aclaró.

“El hecho de que la luz en los hospitales sea tan alta nos da a entender, en ese sentido, que los hospitales tienen que prescindir de algunos servicios para poder costear la luz en Puerto Rico. El que se diga en una vista pública que hay hospitales que pueden estar pagando un millón de dólares mensuales, pues lo que nos hace pensar a nosotros es que hay servicio a la ciudadanía que no se pueden dar por tener un hospital con luz”, indicó Higgins Cuadrado a Primera Hora al culminar la vista.

De izquierda a derecha: Jaime Plá Cortés, presidente de la Asociación de Hospitales; Edwin León, secretario auxiliar de SARAFS; Rosa T. Castro Ávila, presidenta electa del Colegio de Administradores de Servicios de Salud; y Ramón Alejandro Pabón, pasado presidente del Colegio de Administradores de Servicios de Salud.
De izquierda a derecha: Jaime Plá Cortés, presidente de la Asociación de Hospitales; Edwin León, secretario auxiliar de SARAFS; Rosa T. Castro Ávila, presidenta electa del Colegio de Administradores de Servicios de Salud; y Ramón Alejandro Pabón, pasado presidente del Colegio de Administradores de Servicios de Salud. (cámara de represent)

Para la presidenta del Colegio de Administradores de Servicios de Salud, Rosa R. Castro Ávila, una alternativa para aliviarle el pago a los hospitales sería mediante la creación de un programa de subvención.

“Eso le daría la oportunidad a los hospitales de ahorrar un dinero que podrían reinvertir en recursos”, sugirió la doctora a este diario.

Mientras, Higgins Cuadrado adelantó a este medio que no descarta citar a personal de LUMA Energy a una vista pública para indagar más sobre el alto costo que pagan los hospitales y, así, perseguir un alivio para las instituciones.

“Que el Ejecutivo conozca que trajo a LUMA y que hay que atender la situación que LUMA está creando”, acotó.

Otros retos

Durante la vista de la Resolución (que ordena a la Comisión a llevar a cabo una investigación exhaustiva de la situación económica que enfrentan las instituciones hospitalarias), los deponentes desglosaron otros escollos que limitan la operación óptima de los hospitales y la compensación justa y digna a los profesionales de la salud.

Por su parte, Plá Cortés enumeró que, además del costo de la luz, el financiamiento, el crecimiento de servicios de salud y la modernización del sistema, que en Puerto Rico está a destiempo, son retos mayúsculos que enfrentan los hospitales locales.

En cuanto al financiamiento, los deponentes coincidieron que refinanciar un hospital o solicitar cualquier préstamo es sumamente difícil o “casi imposible”, ya que los tres bancos locales- Banco Popular, First Bank y Oriental- establecen exigencias altas porque, presuntamente, temen arriesgar capital en organizaciones incapaces de repagar préstamos.

Por esto, les requieren a los hospitales conllevar un proceso “tedioso” para cualificar, mediante la evidencia de estudios, estados financieros auditados de los últimos cinco años, proyecciones del futuro y cómo le garantizarán que cumplirán con la obligación, entre otra documentación.

Asimismo, los hospitales también lidian con retrasos en los pagos por parte de compañías aseguradoras y, por la disparidad de fondos que recibe Puerto Rico para Medicaid y Medicare, los médicos reciben menos dinero a través de esos programas.

El expresidente de la CASS, Ramón Alejandro Pabón, señaló que hasta el abandono de los envejecientes en hospitales por sus familiares representa un reto millonario para los hospitales.

Otro problema es la ciberseguridad. Cerca de 22 hospitales ya han sido la tarjeta de ataques cibernéticos en sus sistemas de información.

“El costo de esas circunstancias de ‘cyber security’ representa ahora mismo sobre 27 o 28 millones de dólares y es una situación que no vemos que se vaya a resolver en el futuro cercano”, dijo Plá Cortés.