La sesión de la Cámara de Representantes comenzó hoy con mucha emotividad al regresar al hemiciclo el representante José Luis Rivera Guerra, todavía convaleciente del accidente en el que por poco pierde la vida cuando fue atropellado mientras se ejercitaba en su bicicleta en Aguada.

Más delgado, caminando con dificultad, con una cuellera y una mano vendada, Rivera Guerra fue recibido con aplausos de los legisladores penepés y populares.

Se emocionó y lloró cuando tomó un turno en el que abogó por la construcción de un Centro de Traumas en Mayagüez.

“El Centro no debe ser utilizado como un balón político”, dijo Rivera Guerra, quien fue objeto de un homenaje de sus compañeros legisladores.

La presidenta del cuerpo, Jenniffer González, lo declaró  “Iron Man de la Cámara”.

Precisamente, cuando fue atropellado por la conductora de una Toyota Highlander el pasado 22 de febrero, el legislador, quien es ciclista, entrenaba para la competencia denominada Iron Man.

González le colocó una medalla en el cuello y le entregó, junto a legisladores de los dos partidos, un afiche que leía “Iron Life”.

El portavoz de la mayoría, Johnny Méndez presentó una  moción para que se permitiera entrar a Rivera Guerra al hemiciclo porque vestía mahón azul y una sudadera gris.

Después que habló, Rivera Guerra tuvo que ser ayudado por legisladores a sentarse en su banca y tomó agua en un vaso de cristal con un sorbeto.