La nostalgia invadió a la directora del Instituto de Ciencias Forenses (ICF), María Conte, al renunciar al cargo que ha ocupado durante cuatro años para permitir a la administración de Alejandro García Padilla llenar el espacio con la persona de su confianza.

“Hay un poco de melancolía. Una le está entregando en la mano algo por lo que tanto luchó pero sabiendo que esa persona va a continuar mi trabajo. Me hiciste poner sentimental....”, dijo a Primera Hora.

“Me voy para dar el espacio que se merece la nueva administración para que sus funcionarios y en el Instituto tengan su nuevo director. Estuve cuatro años como directora ejecutiva y dos anteriores como directora del área de patología”.

En su renuncia, Conte solicita que se le devuelva a su puesto de carrera.

¿Qué se siente?

Uno tiene un gran apego por el Instituto, esa es la parte emocional, pero la parte de la razón me dice que hay que dar espacio para que esa nueva administración cree sus cuadros gerenciales y que mueva sus fichas como le corresponde hacerlo, que son sus prerrogativas.

Una razón por la que se le hace difícil el desprendimiento es por los proyectos que había comenzado a desarrollar y otros que tenía en planes, como el adquirir un equipo de CT Scanner con MRI, que reduce el número de autopsias que se hacen con nuevas técnicas, ya que según esta, se podrían documentar los traumas internos.

“Es un proyecto interesantísimo”, dijo al afirmar que se aceleraría la entrega de los cadáveres a los familiares y la información forense que se llevaría a los tribunales.

“Tomaría 20 segundos hacer un scan completo”, dijo.

“Hay un problema de patólogos a nivel de Estados Unidos . Esa mano de obra se sustituye”, dijo.

¿Qué le recomienda a su sustituto?

Que trabaje con entusiasmo. Estoy segura que tendrá interés, y que siga desarrollando la agencia que es clave para la investigación de casos criminales.