El 2023 cierra este domingo con más feminicidios y con un alza en asesinatos de mujeres adultas mayores, víctimas de la ola de violencia machista, revelan tanto las estadísticas del Negociado de la Policía como las del Observatorio de Equidad de Género (OEG).

Sin embargo, como en años anteriores, las cifras de la Policía colocan los feminicidios en un número más bajo que el OEG. Hasta el 26 de diciembre, según la Uniformada habían ocurrido 19 feminicidios en Puerto Rico, mientras que el OEG reportó que, al 25 de diciembre, eran 23 los feminicidios íntimos (los ocurridos en una relación de pareja).

La ley 40 de 2021 establece que un feminicidio es la muerte violenta de una mujer por razón de género, sea dentro de la familia, unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal en la comunidad, por parte de cualquier persona.

El feminicidio de Carmen Torruella, de 60 años, ocurrido en Trujillo Alto, la madrugada de 1 de enero de 2023, empañó la celebración del Año Nuevo. En febrero de 2023, también fueron asesinadas Ivette Vélez Flores, de 61 años, en Juncos y María Rivera Montero, de 66 años, en Aibonito. Este mes se registraron, al menos, otros tres feminicidios de mujeres de mayor edad: Arsenia Cintrón Castro (80), y su cuñada, Carmen Santiago Rodríguez (76), en un incidente familiar en Yabucoa y también perdió la vida, Nereida Rosario Soto (61), en otro hecho violento en Hatillo.

En agosto, Dalma Alicea Alicea, de 70 años, murió en un hospital en Bayamón, tras sufrir una fractura craneal, traumas en las costillas y colapso de pulmón. Este caso el OEG lo tiene como un feminicidio íntimo, pero la Policía no y lo mantiene bajo investigación. La hija de la víctima alega que fue un feminicidio cometido por la pareja de su madre, un hombre de Búfalo, Nueva York, a quien la mujer había conocido a través de las redes sociales y recién había llegado a la isla para convivir con su progenitora.

Las estadísticas recopiladas por el OEG mantenían en 72 el total de feminicidios ocurridos hasta el 25, 23 íntimos, 33 feminicidios bajo investigación, cuatro feminicidios como resultado de violencia familiar; cinco feminicidios no íntimos (no hay una relación de pareja) y un transfeminicidio, además de otros seis feminicidios indirectos, atribuidos al narcotráfico.

El Negociado de la Policía, por su parte, incluyó el feminicidio de Arsenia Cintrón Castro, más no el de su cuñada, Carmen, quien murió en el hospital, víctima de las puñaladas que se alega le infligió su hermano en medio del trágico incidente de violencia familiar registrado el 17 de diciembre en un barrio Aguacate en Yabucoa.

Realmente, no encuentro otra palabra que no sea una masacre hacia las mujeres. Ha sido un año sumamente sangriento, donde seguimos viendo que este es un problema que tenemos que trabajar no desde el lado multisectorial como se ha tratado de hacer, sino desde el lado comunitario, desde las empresas, la academia. Cada cual tiene que evaluar cuál es su responsabilidad y cómo puede aportar para trabajar con este problema social que tiene unas implicaciones sobre otras áreas, porque tenemos víctimas secundarias a la violencia doméstica. Tenemos niños, niñas que presencian situaciones y eventos de violencia, que también son traumatizados, necesitan ayuda y no hay servicios para esta población”, destacó la consultora en asuntos de violencia de género para organizaciones sin fines de lucro y municipios, Vilmarie Rivera Sierra.

Vilmarie Rivera
Vilmarie Rivera (Ramón “Tonito” Zayas)

“Para todos los que trabajamos con este tema, las estadísticas más reales son las del OEG. Este año cerraría con casi cuatro feminicidios íntimos más que el año pasado. El año pasado lo cerramos con 14 feminicidios íntimos y este año ya vamos por 23 y no ha terminado el año”, sostuvo.

Al destacar que el Observatorio mantiene unos 33 casos bajo investigación, Rivera Sierra cuestionó el tiempo que toma el esclarecimiento de algunos de estos incidentes, incluso algunos se quedan sin resolver. Sostuvo que son casos que van pasando de un año a otro porque puede pasar más de 12 meses en lo que se realiza esa investigación y se determina la causa del asesinato. “Son ‘gaps’ o áreas que quedan todavía un poco inconclusas dentro estos procesos, aunque se han hecho unos esfuerzos, incluso, en el Comité PARE había un grupo que trabajó el Observatorio junto al Instituto de Estadísticas para trabajar de una forma más eficiente el asunto de las estadísticas de forma más segregada”, indicó la consultora.

Rivera Sierra también cuestionó el trámite y falta de agilidad en el sistema de justicia de algunos casos al aludir al feminicidio de Karla Rodríguez Ares, de 35 años. “Vimos cómo el sistema judicial también cayó y pudo haber evitado este asesinato de esta mujer y de su pareja, porque tenemos que decir que aquí hubo tres familias que fueron afectadas. La mujer que fue asesinada, su pareja, que fue asesinada también inocentemente y la parte agresora, que también tenía familia y personas que deja a su alrededor. Es un problema que no solo toca a una vida, que toca varias y nos toca a nivel social”, acentuó.

Rivera Sierra opinó también que la Oficina de la Procuradora de las Mujeres (OPM) necesita un plan de trabajo de país para atajar la violencia de género. “Las víctimas tienen problemas de vivienda, pero, ¿estamos trabajando para garantizarles una vivienda justa y accesible? Las víctimas tienen una necesidad ahora mismo de trabajo, de cuido de niños”, puntualizó.

Feminicidios de adultas mayores

Rivera Sierra dijo que hay que fortalecer más los servicios y el mensaje para la población de adultas mayores. “El mensaje que estas mujeres adultas han recibido es: ‘tú te casaste para toda la vida, esa fue la cruz que te tocó, esto es normal’. Está bien marcado el patriarcado”, indicó la consultora, a quien el gobernador Pedro Pierluisi nominó el año como Procuradora de las Mujeres, pero el nombramiento fue rechazado por senadores del ala conservadora.

Destacó también que, por razones de trabajo, algunos hijos e hijas se han mudado a los Estados Unidos y han dejado “prácticamente” a sus madres y víctimas con la pareja agresora.

“En muchos de estos casos las mujeres se convierten en cuidadores y casi esclavas de estos agresores que, a veces, están encamados, enfermos. Eso exacerba aún más la condición de violencia porque también hay situaciones económicas y la mujer entonces dice: ‘a dónde voy, mejor me quedo aquí. No pude ni trabajar porque me dediqué a cuidar a mis hijos, no tengo un techo, un seguro social, una fuente de ingresos que me permita a mi salir y a estas alturas de mi vida es difícil’. El mensaje que tenemos que llevar es contrario, de hay esperanza, que la violencia no es justificable bajo ningún concepto y bajo ninguna edad. Es una de cosas que tenemos que reformular y trabajar nuevos proyectos en ese sentido”, afirmó Rivera Sierra.

Además del aumento en feminicidios de mujeres adultas mayores, Rivera Sierra dijo que también ha habido un aumento “bien marcado” en el uso de armas de fuego en los asesinatos de mujeres, lo que aumenta el nivel de letalidad y las víctimas tienen que tener estrategias de protección.

“A esto añadimos, qué hacemos con los agresores porque no hay programas de reeducación de agresores que estén siendo fiscalizados, monitoreados. Nos falta mucho lamentablemente como país para nosotros ir poco a poco minimizando este problema o tratar de neutralizarlo”, aseveró Rivera Sierra.

Preocupa el número de casos bajo investigación

Amárilis Pagán, una de las portavoces del OEG que resaltó el alto número de feminicidios que continúan bajo investigación, dijo que, si los casos no se esclarecen, se altera “totalmente” el análisis y se genera en los agresores un sentido de impunidad.

Tenemos muchas preocupaciones y una es que el número de casos que continúan bajo investigación es, prácticamente, el 50% de los feminicidios, Pareciera ser que la Policía no cuenta con las herramientas para esclarecer los asesinatos de las mujeres en Puerto Rico. Tú miras esas estadísticas y básicamente lo que se está diciendo es que casi la mitad de los asesinos de mujeres en Puerto Rico se salen con la suya porque nunca son procesados. No son identificados”, sostuvo.

Amárilis Pagán Jiménez, directora ejecutiva de Proyecto Matria.
Amárilis Pagán Jiménez (Ramón “Tonito” Zayas)

Dijo, asimismo, que para las organizaciones el alza en feminicidios de mujeres de más de 60 años no pasa debajo del radar. “Estamos muy conscientes de que hay que trabajar con mujeres, sobre todo, con mujeres mayores de 60 años porque han estado menos expuestas a todas estas discusiones sobre la equidad, las banderas rojas en casos de violencia. Hay una mayor tendencia por un asunto de crianza y de cómo han vivido su vida en el Puerto Rico en que se criaron de normalizar la violencia que reciben por lo que es posible que no vean las banderas rojas”, consideró.

La líder feminista resaltó que otro dato importante es que el año pasado entre el día de Acción de Gracias y el Día de Reyes hubo seis feminicidios. “Por eso es que nosotras decimos que el período navideño es de alto riesgo para las mujeres y por eso el OEG espera casi hasta el 31 de diciembre para actualizar sus estadísticas y es una espera que la hacemos desde el terror porque no queremos ver ni una muerte más, pero sabemos que es altamente probable que nos encontremos un nuevo feminicidio antes que empiece el año”, dijo Pagán.

Sostuvo que el número de feminicidios directos (íntimos, transfeminicidios, los familiares y los que están bajo investigación) de 2023 superó ya los de 2019, 2020 y 2021.

Pagán indicó que la Policía lleva sus estadísticas a la luz de regulaciones federales, “pero tengo que decir que ellos tienen que tener en cuenta que en Puerto Rico hay una ley de feminicidios”.

Sostuvo que la Policía no quiere categorizar los casos como feminicidios hasta que completan la investigación. “Por eso es que el OEG los contabiliza todos en el mismo año que ocurren. Eso es un protocolo internacional porque es preferible ajustar las estadísticas el año que viene cuando se complete la investigación, restando un número que dejando un número en el aire que nunca se contabiliza. El gobierno de Puerto Rico está haciendo intentos, no quiero desvalorizar lo que está haciendo el Instituto de Estadísticas y lo que la misma Policía ha intentado hacer, pero la realidad es que los datos en Puerto Rico siempre han sido poco confiables”, acentuó.

Agregó que en Puerto Rico “lo terrible es que tenemos un sector conservador que dice que no existe tal cosa como la violencia de género y si las estadísticas no son precisas se fortalece ese discurso”.

OPM dice que utiliza estadísticas empíricas

La procuradora interina de las Mujeres, Madeline Bermúdez, estableció que su oficina trabaja con los números que recopila el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico y se fundamentan en los datos del Negociado de la Policía.

“Una víctima fatal, lamentablemente, es suficiente para sentirnos consternados, para no estar conformes”, dijo para agregar que según la Policía este año hubo un feminicidio más que en 2022.

Ayer, mientras tanto, el gobernador extendió por un año la orden ejecutiva que decreta un estado de Emergencia por Violencia de Género en Puerto Rico.

Madeline Bermúdez Sanabria, procuradora interina de la OPM
Madeline Bermúdez Sanabria, procuradora interina de la OPM (Sara R. Marrero Cabán)

“Tanto el OEG como el Instituto de Estadísticas que publica las estadísticas de la Policía tienen números diferentes y me gusta hacer la aclaración y el aspecto bien importante para nosotros como oficina es que el Instituto de Estadísticas recopila la información empírica, científica de los casos que el Negociado de la Policía investiga y ha esclarecido”, dijo Bermúdez para agregar que entre los números de la Policía se incluye una víctima fatal que falleció este año, pero fue atacada el año anterior de 2022.

“Reconocemos el esfuerzo que hace el OEG, que es de muchísima utilidad, pero mayormente es un estudio sociológico y es sumamente importante para nosotros contar también con ese estudio. La diferencia emana en que ellos recopilan todas las muertes violentas de mujeres, no necesariamente en relaciones de pareja. Para nosotros eso es importante, pero como oficina tenemos que dejarnos llevar por la estadística establecida por el ente con el expertise y el ente científico, que es el Instituto de Estadísticas. Nosotros en la OPM no solo trabajamos con la violencia de género, trabajamos con otros tipos de discrímenes de la mujer”, sostuvo Bermúdez.

Sobre el aumento en feminidicios de mujeres de más de 60 años, la Procuradora interina dijo que todas las campañas de la OPM son inclusivas. “Son para la comunidad LGBTTQ, a las adultas mayores, a mujeres de distinta raza. Sí, sabemos que tenemos que comenzar a trabajar ya unos temas más particulares con lo que son las mujeres adultas mayores, no solamente de que sean víctimas de violencia de género, sino que nos preocupa también que los adultos mayores en Puerto Rico están siendo abandonados por familiares y estén desprotegidos”, indicó la funcionaria.

Un cuadro macabro de violencia

La demógrafa, Judith Rodríguez, explicó que, según los datos los datos del OEG, un 26.1% de los feminicidios íntimos ocurridos en Puerto Rico en 2023 corresponden a mujeres de 60 años o más, al igual que sus agresores.

“El hecho de que tengamos un envejecimiento de la población con una estructura de edad vieja, donde cerca de un millón de personas en Puerto Rico tienen 60 años o más, es de esperar que esta conducta violenta se repita en estos sectores poblacionales también”, indicó la ex catedrática de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Puerto Rico.

Destacó también Rodríguez que de los datos surge que de los 23 feminicidios que reporta el OEG, el 35% de los victimarios se suicidaron después de matar sus parejas o exparejas.

La demógrafa Judith Rodríguez
La demógrafa Judith Rodríguez (Pablo Martínez)

Es, prácticamente, un cuadro macabro de violencia, sacar el arma al frente de la familia, matarla y después suicidarse. Es la violencia en su máxima expresión, dejando en muchos de los casos una estela de dolor con niños traumatizados para el resto de sus vidas”, sostuvo la demógrafa.

Dijo también que llama la atención que un 56%% de esas parejas o exparejas de las víctimas cometieron feminicidio íntimo mediante el uso de armas de fuego y tenían licencia de portación de armas.

La experta en datos poblacionales acentuó, además, que estos feminicidios íntimos ocurrieron en 20 pueblos de Puerto Rico, lo que conforma el 25.5% de los 78 municipios de Puerto Rico.

“En el análisis encontramos que algunos de estos feminicidios íntimos ocurrieron en San Juan, Caguas y Bayamón, que son de los municipios con mayor población en Puerto Rico, pero hay casos también en pueblos pequeños localizados en la parte este, oeste, norte, sur y en el centro de la isla”, sostuvo.

En Yabucoa se registraron dos feminicidios, como en Caguas y Arecibo. Reportaron un caso: Trujillo Alto, Juncos, Naguabo, Ceiba, Santa Isabel, Aibonito, Sabana Grande, Catano, Aguada, Añasco, Dorado, Adjuntas, Bayamón, Lares, San Juan, Gurabo y Hatillo.

“No hay duda de que la violencia está arropando al país en sus diferentes manifestaciones y preocupa esta alza que el OEG clasifica como feminicidios directos y los feminicidios íntimos. En el pasado esa categoría era menor. Cuando uno compara las estadísticas de las mujeres asesinadas en años anteriores, independientemente de la causal, llama la atención el alza que se registra en años recientes y que el feminicidio sigue en aumento. Muchas de estas muertes tienen que ver con un feminicidio íntimo, ese tipo de asesinato ha ido en incremento, una modalidad peligrosa y estamos viendo que muchos de los victimarios tienen armas de fuego con licencia”, puntualizó la demógrafa.