Una tendencia de maltrato hacia la población de adultos mayores que ha levantado bandera roja en Puerto Rico es el aumento en el abandono de viejos en los hospitales, una situación que debe atenderse de manera multisectorial, según expusieron este jueves portavoces de la oficina del Procurador de Personas de Edad Avanzada y el Colegio de Médicos Cirujanos.

“Es una situación alarmante que vivimos diariamente en nuestras facilidades hospitalarias. Es un serio problema que se está creando con la ascendencia demográfica en la población de envejecientes”, puntualizó el presidente del Colegio de Médicos, Carlos Díaz.

Según la Encuesta de la Comunidad de Puerto Rico del Censo de Estados Unidos, el 22.7% de la población en la Isla tenía 65 años o más en julio de 2022.

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“Ha ido en aumento que los hospitales retrasan la orden de alta de un paciente adulto de mayor edad por que no tienen una alternativa donde ubicar esa persona. Anualmente cerca de 800 a mil pacientes de la tercera edad son abandonados o no reclamados en nuestras instituciones. Esto no es nuevo lleva sucediendo cada vez más, lo cual satura y retrasa el movimiento de pacientes en los hospitales”, agregó Díaz.

Señaló que la situación no se debe a falta de políticas públicas pues existen leyes que penalizan a las personas que abandonan a sus parientes en hospitales.

“Existe legislación como la Ley 121 del 2019, donde tipifica como delito el abandono de adultos mayores. Es cuestión de ponerla en función en aquellos casos de los que tienen familiares aptos para dar la continuidad de cuidados a los adultos mayores que salen del hospital. Hay que unir esfuerzos tanto de hospitales, gobiernos y los Colegios Profesionales de la Salud, para atender esta situación que, lamentablemente, sigue en aumento todos los años y que afecta directamente nuestro sistema de salud y médicos hospitalarios que actualmente están en crisis”, expresó Díaz, cardiólogo de profesión.

Por su parte, la procuradora de la Oficina de Personas de Edad Avanzada, Carmen Sánchez, opinó que cada caso de abandono debe evaluarse y que hay que tener precaución al obligar a un familiar a hacerse cargo de un paciente pues “el remedio puede ser peor que la enfermedad”.

“Sucede que muchas veces hay familiares que no quieren bregar con ese adulto mayor y, en esos casos, es preferible que no lo haga porque con esa falta de interés puede llegar el maltrato y abuso hacia ese adulto mayor. Son situaciones complejas que hay que tenerlas en consideración y, lamentablemente, son pocos los recursos”, dijo Sánchez.

En una entrevista reciente con Primera Hora la administradora de la Administración de Familias y Niños del Departamento de la Familia (ADFAN), Glenda Gerena, sostuvo que la negligencia de abandono en hospital se ha más que triplicado en cuestión de cinco años. Datos del DF indican que para el 2018 se atendieron 218 situaciones de este tipo. En el 2022, fueron 769 los adultos mayores abandonados en hospitales.

“Estos casos son bien tristes y nos da una idea de hacia dónde vamos con esta población”, dijo Gerena al agregar que el perfil de las víctimas es que se trata de personas que “no tienen hijos porque decidieron no procrear, los hijos se marcharon y no hicieron arreglos para hacerse cargo o, simplemente, no tienen familia”.

“También están los casos de que muchos no estuvieron presente en la vida de sus hijos o hijas y ahora estos no están dispuestos a ayudar. Otra cosa es que hay padres ancianos cuidando a hijos con condiciones crónicas. O parejas que ambos son ancianos y no pueden cuidarse uno al otro. Son una serie de factores y perfiles bien variados los que han hecho que estos casos aumenten. Lo que sí es evidente es la soledad... llegan a la etapa de la vejez solos y eso es bien triste”, mencionó Gerena.

Cuando los pacientes son abandonados en un hospital se activa el protocolo y un equipo experto en investigación de casos de adultos mayores determina si esa persona debe ser trasladada a un hogar de cuido prolongado. En esas instancias, el DF tiene la obligación de protegerlos de acuerdo a la Carta de Derechos de la Ley 121.

La subvención promedio anual que recibe el DF para atender los casos de adultos mayores es de $50 millones en fondos estatales, pero para este año fiscal que inició en julio subió a $70 millones debido a la crisis denunciada. Se estima que el costo mensual por cada adulto mayor bajo custodia del gobierno fluctúa entre los $1,200 y $1,400, una cifra que pudiera aumentar en casos en que haya condiciones críticas de salud.

Las subvenciones que concede el DF en algunos casos son para cubrir la totalidad del cuido, pero hay casos en que se utiliza algún ingreso que reciba el beneficiario y el gobierno costea la parte restante.