El primero de un ambicioso plan para poblar la península de Coco Beach de habitaciones hoteleras ya está camino a abrir sus puertas tan pronto como en los próximos meses de verano.

El nuevo hotel que es el antiguo Meliá Coco Beach, que fue adquirido por un grupo que incluye a la cadena hotelera Hyatt Regency.

Sin embargo, según explicó la directora ejecutiva de la Compañía de Turismo, Carla Campos, este sería el primero de un plan maestro que incluye la edificación de seis hoteles en esa área de Río Grande, durante los próximos 10 años.

En total, se proyecta una inversión de $1,500 millones para la península, con unas 2,500 nuevas habitaciones de hotel, y entre 1,500 a 2,000 empleos. Específicamente, el Hyatt Regency de Coco Beach se espera que genere 250 empleos en su fase inicial y 500 empleos cuando esté operando en su totalidad a finales de año.

“Esas nuevas habitaciones van a permitir recibir una cantidad mayor de visitantes, que va a gastar en nuestra economía, que van a consumir en nuestros restaurantes, que van a consumir a nuestras tiendas, que van a comprar artesanía”, aseguró la directora ejecutiva.

“El turismo es una herramienta de desarrollo económico. Tiene la posibilidad de mejorar la calidad de vida de nuestra gente, y tiene la posibilidad de transformar nuestra economía. Actualmente, el turismo genera 80,000 empleos en nuestra economía, y ha sido consistentemente entre los tres sectores de mayor aportación a las tasas históricas (de baja) de desempleo que hemos estado reportando”, comentó Campos, agregando que el desarrollo hotelero planeado para Coco Beach “va a generar sobre 1,500 nuevos empleos, empleos para nuestra gente, empleos dignos, empleos de servicios, empleos de hospitalidad. Y en ese sentido el turismo no es tan solo una herramienta de desarrollo económico, también es una herramienta de bienestar social”.

La directiva recordó que, además de promover el turismo, se busca hacerlo fuera del área metropolitana para desarrollar también otras áreas.

“Tener un hotel, y después seis, en el área de Río Grande va a generar un impacto significativo en la comunidad de Río Grande y zonas aledañas. Es un área de muy fácil acceso. Claramente, toda la costa este se va a ver beneficiada si hay más empleos disponibles para la gente”, evaluó, recordando que usualmente el visitante que viene a Puerto Rico viene a disfrutar de una experiencia más allá del hotel, y “deciden que quieren visitar El Yunque, que quieren chinchorrear, que quieren conocer nuestra comida, que quieren ver el Viejo San Juan, que quieren interactuar con la gente, que quieren ir a la bahía bioluminiscente, que quieren ir a Vieques, que quieren ir a Culebra”.

La directora ejecutiva resaltó que, como parte de esos esfuerzos por desarrollar el turismo en la Isla, recién había participado junto al gobernador Ricardo Rosselló de una importante convención de desarrolladores turísticos, donde aprovecharon para promover a la Isla como sitio para invertir, aprovechando las ventajas que proveen las zonas de oportunidad y otros beneficios contributivos. Asimismo, aprovecharon para presentar el proyecto de Coco Beach.

Explicó que notaron un mayor interés hacia Puerto Rico luego que presentaran las herramientas de inversión que están disponibles, y que la mayoría de los inversionistas desconocían.

En particular resaltó el tema de las zonas de oportunidad, con las que se busca promover la inversión en zonas que atraviesan dificultades socioeconómicas, a cambio de atractivos incentivos contributivos. Prácticamente todo Puerto Rico, a excepción de la antigua base naval de Roosevelt Roads en Ceiba y otros puntos muy limitados, ha sido incluido bajo esa denominación.

Además, dijo Campos, el gobierno también está ofreciendo incentivos adicionales por la inversión en el turismo, aunque los mismos están condicionados a que se lleve a cabo la operación pactada al menos por un tiempo razonable. En el caso del hotel en Coco Beach, por ejemplo, los incentivos los recibirá luego de dos años de operaciones, divididos en tres paquetes anuales.

Agregó, no obstante, que “Puerto lleva padeciendo de una imagen bastante negativa entre la comunidad de inversionistas”, por diversas razones, como la crisis económica, el (virus del) zika, la Junta de Supervisión Fiscal y el desastre provocado por el huracán María. Además, detalló, por las pasadas décadas el inventario hotelero se había mantenido alrededor de las 15,000 habitaciones, con algunos hoteles abriendo y otros cerrando, pero sin un crecimiento neto en habitaciones. Todo eso “generó una percepción negativa sobre el ambiente de inversión en Puerto Rico”.

Pero aseguró que la tendencia negativa se ha ido revirtiendo para el año y medio pasados hubo claros indicios de mejoría con “récord de llegada de pasajeros de barcos cruceros, el acceso aéreo se ha estabilizado, nuestros hoteles han gozado de una ocupación excelente, y ahora contamos con un inventario hotelero completamente renovado que no teníamos antes. Estamos encaminados a crecimiento”.

“Estamos aportando firmemente al turismo como motor de desarrollo económico, y esta convención fue sumamente exitosa. Esperamos ver los resultados de ese trabajo en los próximos días”, insistió Campos.