Al anunciar el plan de mejoras a tres años que se desarrollará en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín en Isla Verde, Carolina, los principales ejecutivos de la compañía administradora Aerostar Airport Holdings y de la Autoridad de los Puertos advirtieron a los empresarios locales que tendrán que amoldarse a la visión del nuevo operador o buscar un nuevo lugar donde ubicar sus establecimientos comerciales.

Ante las quejas de algunos concesionarios desalojados tras la firma del contrato de alianza público-privada (APP), el principal oficial ejecutivo de Aerostar, Agustín Arellano, afirmó que el objetivo de la transacción fue convertir el aeropuerto en una instalación más competitiva, y eso incluye en parte la reestructuración de su oferta comercial.

“Si queremos que todo el mundo siga aquí, para qué modernizamos el aeropuerto. Si queremos que todos los que están aquí continúen, no hay modernización”, manifestó Arellano durante una conferencia de prensa efectuada este martes, en las oficinas de Aerostar en Muñoz Marín.

“Para la remodelación y la nueva oferta comercial, tenemos que cambiar parte, parte lo vamos a dejar, pero parte lo tenemos que cambiar para hacer esto más lucrativo, para traer ofertas, marcas y mercancía que la gente quiere y busca”, destacó Arellano.

El director ejecutivo de Puertos, Víctor Suárez, pareció compartir la misma opinión, y dijo que esa filosofía guiará también el plan de desarrollo de los aeropuertos regionales.

“Los empresarios puertorriqueños de los concesionarios en el aeropuerto tienen que hacer como los empresarios puertorriqueños a nivel general en la Isla, y es que tienen que modernizarse y estar listos para la demanda. El pasajero es cada vez más exigente, pide que nos movamos más rápido, y el empresario puertorriqueño que se vaya a establecer en el aeropuerto, que esté establecido, para seguir permaneciendo, tiene que moverse al ritmo de las exigencias de los pasajeros”, subrayó Suárez.

A 100 días de concretarse la APP, Arellano anunció la llegada de tres nuevos concesionarios, que incluye un establecimiento Starbucks en la Terminal A.

Suárez indicó que algunos de los concesionarios que operaban en el aeropuerto fueron desalojados porque sus contratos vencieron o no se les renovó porque mantenían deudas con Puertos.

Actualmente, 125 negocios operan en aeropuerto, pero Suárez ni Arellano pudieron precisar cuántos concesionarios operaban antes de la APP. Tras la firma de la concesión administrativa, algunos comerciantes sugirieron que la privatizadora interesaba otorgar la mayor parte de los espacios a la empresa multinacional International Meal Company (IMC).

Arellano confirmó que las condiciones contractuales de la empresa con sede en Brasil fueron mejoradas recientemente.

“Como heredamos ese contrato totalmente firmado, lo único que hicimos fue adaptarlo, mejorarlo en condiciones de operación y económicas para que hubiera las posibilidad de que ellos desarrollaran el mercado que se requiere, moderno, eficiente, efectivo, lo que quiere el pasajero”, sostuvo el ejecutivo.

Durante los primeros tres meses de transición hacia la privatización del principal punto de entrada al país, Aerostar ha invertido $6 millones en una serie de "mejoras generales inmediatas", que incluyen trabajos de jardinería, paisajismo y pintura, la reparación de los puentes de abordaje, de todos los contactos eléctricos, y mejoras a la señalización, a los accesos al aeropuerto y la iluminación. El periodo de transición se extenderá hasta finales de julio.

Arellano recalcó que esa primera inyección forma parte de una inversión de $260 millones, que en un periodo de tres años busca transformar la apariencia del aeropuerto, y mejorar la seguridad y la condición de sus facilidades.

"Este aeropuerto va a estar en remodelación por los próximos tres años. Se dice fácil, no es fácil. Va a ser un trabajo muy arduo, y vamos a tratar que las molestias que causemos a los pasajeros y a las líneas aéreas sean mínimas", alertó.

Las obras se dividirán en tres fases, y la primera comenzará en septiembre, y se extenderá durante nueve meses. En esa etapa, los trabajos se concentrarán en habilitar el Terminal D, que albergará temporeramente las aerolíneas que tengan que ser reubicadas debido a construcciones en otras terminales.

 En esa etapa, también se realizarán mejoras a las puertas de abordaje 12 a la 19, y se harán mejoras a la recién estrenada Terminal A, donde opera la aerolínea Jet Blue, para construir un puente que conecte el edificio con el estacionamiento multipisos, y expandir el área de seguridad y la zona de registro de pasajeros para los vuelos regionales.

Durante la segunda fase, que durará alrededor 11 meses, se habilitará el área de vuelos regionales en la Terminal A, y la Terminal B permanecerá cerrada, y sus líneas aéreas serán relocalizadas en la terminal D mientras duran los trabajos. La tercera y última etapa del plan de mejoras incluye el cierre de la Terminal C, que se espera reanude operaciones en junio del 2015.

También se harán mejoras al área del estacionamiento a un costo aproximado de $3,5 millones.

Asimismo, Aerostar informó que tienen 225 empleados en nómina, de los cuales 17 formaban parte de la plantilla de la AP. El resto de los empleados de la agencia fueron reubicados en otras áreas, y también se aprobó recientemente un plan de retiro temprano para los funcionarios que cualifiquen, con el que Puertos espera generar $15 millones anuales en ahorros.

La privatizadora también ha contratado 475 empleados de compañías externas que ofrecen servicios en la instalación portuaria, y estimó que el plan de mejoras a tres años generará cerca de 2,500 empleos.

Sobre las finanzas de Puertos tras la APP, Suárez dijo que se redujo en un 52% la deuda con los bonistas y las líneas de crédito, pero advirtió que la reestructuración operacional y financiera de la agencia tomará entre cuatro y cinco años, pues queda una deuda de $447 millones.