Mientras la despedida secretaria auxiliar de Educación Especial, Doris Zapata, guarda silencio, su esposo, el alcalde de San Germán, Isidro Negrón, y el secretario de Educación, Rafael Román, se han enfrascado en la mañana de este miércoles en una disputa pública que incluyó insultos.

En medio de la controversia, los niños de educación especial aguardan a que esta semana se les solucione, al menos, uno de los problemas que enfrentan en este inicio escolar: la falta de asistentes de servicios (T1).

El que emprendió los ataques contra Román fue el alcalde de San Germán. Airado por el fulminante despido de su esposa, realizó varias entrevistas radiales en las que lo llamó “cobarde” y “embustero”.

Relacionadas

Alegó que Román no le dio la cara a su esposa, luego de despedirla. Además, reprochó que tuvo que recurrir a Fortaleza para denunciar que este funcionario no cumplió dos promesas que le hizo a su municipio.

“Mi esposa no fue la culpable (de la debacle del programa de educación especial). El secretario lo controlaba todo", denunció Negrón en entrevista con Wapa Radio.

Mientras, en entrevista con Noticentro 4 amplió su ataque contra los padres de estudiantes de educación especial. Específicamente, afirmó que los responsables del despido de su esposa fueron “los mismos padres que el pasado cuatrienio provocaron que esa dependencia tuviese cuatro secretarios. Busquen la historia para que vean que son los mismos padres. Son los mismos siempre”.

Negrón denunció que la estructura que tiene el Departamento de Educación no permite a la Secretaría Auxiliar de Educación Especial operar. Por ello, promovió que la Legislatura apruebe una medida que le daría autonomía al programa.

De paso, a modo de crítica, alegó que la representante Brenda López de Arrarás, ha dejado que la medida “duerma el sueño de los justos”.

“Si esa dependencia tuviese autonomía total, con recursos humanos que lo controlara Educación Especial, presupuesto que lo controlara Educación Especial, finanzas que las controlara Educación Especial, el cantar sería otro. Pero no lo tiene, todo lo controla el secretario”, soltó el alcalde.

Asimismo, Negrón no le auguró futuro a Román en Educación. Principalmente, dijo que para el viernes no podrá cumplir con el ultimátum que le dio el gobernador Alejandro García Padilla de tener nombrados a los asistentes de servicios.

Concluyó que su esposa “está tranquila”, que todo lo que piensa él lo ha dicho públicamente y que regresará a su puesto regular como directora de centros de educación especial.

Por su parte, Román prefirió delimitar las responsabilidades que Negrón tiene como alcalde y él como secretario de Educación para evadir responder a críticas.

“Yo no voy a juzgar ni contestar los ataques del alcaldes, porque él dirige el municipio y yo dirijo a Educación… Le tengo un gran respeto al alcalde y a sus ejecutorias como alcalde. Les recuerdo que mi enfoque es seguir trabajando con Educación”, sostuvo el titular.

De paso, Román evadió justificar su determinación de relevar de sus funciones a Zapata. En medio de sus intentos por esquivar las respuestas, se limitó a indicar que había “gran insatisfacción” con el servicio que se les brinda a los estudiantes de educación especial y las ejecutorias del programa.

“Tomé la decisión en ánimo de garantizar que comience una nueva etapa en el programa de educación especial, que podamos escuchar las voces de los padres que sufren día a día”, sostuvo.

El secretario también indicó que es necesario ejecutar unos cambios en el programa y que él se encargará de hacerlo.

“Vamos a enfocarnos a que nuestros niños tengan el servicio”, sentenció.

Añadió que “vamos a volver a escuchar a los padres y tratarlos con soluciones concretas”.

El titular de Educación manifestó, además, que la agencia no puede limitarse por los percances que enfrente en la respuesta de otra agencia, como lo es la Oficina de Gerencia y Presupuesto, para no dar los servicios necesarios. Mientras, auguró que para el viernes logrará tener a los asistentes de servicio.

Por otro lado, Román aceptó que también removió de su cargo al director de la Oficina de Asuntos Federales, Ramón López de Azúa. Dijo que la determinación en nada está relacionada a la controversia con educación especial.

“Se le retiró la confianza”, se limitó a indicar, antes de señalar que necesita tener un equipo que tenga su misma visión.

El secretario también aceptó que a raíz de los despidos se cambiaron las cerraduras a la sede del Departamento de Educación.

“Cuando se hace cambios en cualquier parte administrativa, se toma las medidas necesarias”, subrayó.