Coamo. Envejecer con dignidad y respeto debería ser la consigna de nuestros pueblos a donde la población adulto mayor sigue creciendo a través de los tiempos, especialmente en las zonas rurales.

Por eso, el Municipio de Coamo dirigió sus pasos hacia este sector que actualmente abarca un 26% de sus residentes y, se espera que en las próximas dos décadas alcance el 35%. Esto, dentro de una población estimada en 37,000 habitantes.

Así lo valida la Organización Mundial de la Salud (OMS), que, con el apoyo de AARP y, la Organización Panamericana de la Salud en Puerto Rico, certificaron que Coamo se convirtió en la primera Ciudad Amigable con el Adulto Mayor.

Para lograrlo, el ayuntamiento tuvo que cumplir con ciertos requisitos que, según el alcalde Juan Carlos García Padilla, “son una serie de servicios a una población que se convierte en vulnerable y, a la misma vez, los cambios demográficos nos invitan a posicionar las ciudades como agradables para el adulto mayor”.

Además de proveerles transportación y cuidado médico, las iniciativas también se enfocan en el entretenimiento.
Además de proveerles transportación y cuidado médico, las iniciativas también se enfocan en el entretenimiento. (Ramon "Tonito" Zayas)

“El municipio lleva varios años en este proceso. Se trata de proyectos que van dirigidos en vivienda subsidiada, mejoras de aceras para que el adulto mayor pueda caminar de manera más segura, servicios de desayuno, almuerzo, trabajo social, enfermería, canalizamos ayudas médicas, rehabilitamos vivienda, le conseguimos vivienda si no la tiene y transportación”, esbozó.

“Estamos trabajando un proyecto de comercio amigable para adultos mayores, para que nuestros comerciantes tengan conciencia de que hay un cambio demográfico que se invirtió, que ya hay más mortalidad que natalidad, que la población sigue envejeciendo, que las ciudades rurales se están despoblando de los jóvenes que se van a las metrópolis y los adultos mayores se quedan”, admitió.

Igualmente, resaltó que el municipio ya cuenta con cuatro proyectos de vivienda subsidiada para envejecientes, así como cuatro centros de cuidado diurno, ubicados en el casco urbano -Villa Madrid- y los barrios Río Jagueyes y Los Llanos.

Luis Antonio Rodríguez Ortiz, de 84 años y uno de los participantes, disfruta de un almuerzo provisto en Villa Madrid.
Luis Antonio Rodríguez Ortiz, de 84 años y uno de los participantes, disfruta de un almuerzo provisto en Villa Madrid. (Ramon "Tonito" Zayas)

“Hemos ido aumentando los servicios, fortaleciéndolos. Con el dinero ARPA, triplicamos las amas de llaves. Hay una necesidad de cuido que el estado no la cubre y está muy alejado de cubrirla. Hay una brecha grandísima entre la necesidad que hay en cada uno de los hogares donde viven adultos mayores solos y el que haya una agencia de gobierno pendiente estrictamente de eso”, advirtió.

Llevan el mensaje a nuevas generaciones

“También, llevamos el proyecto a las escuelas superiores para que los jóvenes entiendan que hay una posibilidad de servicio. Durante toda la vida, desarrollamos una infraestructura para jóvenes, y, de alguna manera, se nos olvidó de que había que construir una estructura para los adultos mayores porque en cada barrio hay parques, canchas, instalaciones recreativas, pero no hay centros de cuidado diurno, de atención, no hay un proyecto dirigido”, lamentó.

En cuanto a la certificación otorgada por la OMS, el alcalde dijo que “Coamo ahora mismo es la única. Creo que se están trabajando otras como Vega Baja, Loíza y Caguas”.

El Centro de Edad Dorada en Villa Madrid se encarga de proveerles transportación.
El Centro de Edad Dorada en Villa Madrid se encarga de proveerles transportación. (Ramon "Tonito" Zayas)

Asimismo, exhortó a que otros municipios emulen esta acción, pues entiende que “esto no debe ser opcional, sino que, todos los municipios deben caminar en esta dirección porque así lo dice el cambio demográfico”.

Hablan los adultos mayores

Sentirse acompañados, que enseñan y aprenden, y que pueden mejorar su calidad de vida son varias de las ventajas que detallan los participantes del centro de cuidado diurno Villa Madrid, a donde se reciben cerca de 46 personas con servicios de alimentación, cernimiento médico y diversos talleres, entre otros.

Zaida Colón Mercado, de 92 años, aseguró que tener esta oportunidad como participante cambió su vida, ya que “uno siente que le quieren mucho aquí”.

“Yo no quería venir y, después que vine, no me quiero ir. Me encanta, porque aquí juego lotería y dominó. Yo soy la maestra del dominó”, dijo a carcajadas la fémina, que laboró para la industria de la aguja durante muchos años.

Mientras que Gloria E. Ortiz Sánchez, una maestra retirada de 74 años, vio en el centro una manera de darle continuidad a su vocación, a través de talleres de costura.

“Me siento bien contenta cuando les doy los talleres de costura, aquí las muchachas pueden dar fe de que han aprendido algo. Arreglamos piezas de ropa de los participantes, hacemos las banderas de Coamo en distintos tamaños, carteras y otras cosas”, acotó la educadora.

“Desde que llegué aquí, mejoró mi calidad de vida, porque yo estoy sola. Aquí participamos en muchas actividades con el resto del grupo y, me encanta”, sostuvo.

Por su parte, Carlos Osvaldo Rivera Cruz llegó hace unas semanas en busca de compañía y de lograr una vida independiente, tras quedar ciego hace siete años.

A sus 67 años, el extrabajador de la industria avícola contó que “estamos haciendo un programa aquí para independizarme mejor. Quiero volver a cocinar, como antes”.

Otro de los visitantes, don Luis Antonio Rivera, de 86 años, disfruta de las actividades que llevan a cabo para la población de la tercera edad.
Otro de los visitantes, don Luis Antonio Rivera, de 86 años, disfruta de las actividades que llevan a cabo para la población de la tercera edad. (Ramon "Tonito" Zayas)

“Tengo una familia aquí, hay mucha gente buena aquí, me abrieron las puertas y ha sido una cosa bien especial para mí. Me van a buscar y me llevan a mi casa. Estoy muy agradecido”, relató al finalizar el almuerzo para entonces, regresar a su hogar.

“Llevo más de 20 años aquí; tratan bien a uno. Si tienes algún problema, te llevan a dondequiera. Yo estaba en casa y no quería salir. Entonces, el nene (su hijo menor) me trajo y ahí, empecé a cambiar. Vengo aquí, me siento, leo y juego dominó”, dijo Luis Antonio Rodríguez Ortiz de 84 años.

Según el director administrativo de Villa Madrid, Natanael Colondres, el centro nunca cierra sus puertas. Es decir, que en Navidad y otras fechas especiales cuando muchos se van de vacaciones, estos adultos mayores reciben el servicio de alimentación en sus hogares.

Mientras que el alcalde, recalcó que, “queremos que se sientan importantes, que no sientan que son una carga y que sus hijos así lo entiendan. Tenemos que cuidarlos, trabajar para ellos como ellos trabajaron para nosotros”.