Entregan ayudas económicas a damnificados de San Juan
En la actividad realizada en el coliseíto Pedrín Zorilla, los beneficiados recibieron ayudas de $500, $700 y hasta $1,000.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Decenas de damnificados del municipio de San Juan afectados por el evento atmosférico que dejó nueve pulgadas de lluvias en áreas de la zona metropolitana recibieron esta mañana ayuda económica, ropa, zapatos y alimentos por parte del Departamento de la Familia (DF) y el municipio de San Juan.
Sobre 115 familias de San Juan cualificaron para la ayuda económica que repartió el DF proveniente del fondo especial de $1 millón asignado por el gobernador Alejandro García Padilla mediante orden ejecutiva para atender la emergencia.
De esa cantidad $113 mil fueron distribuidos a 119 familias de San Juan.
En la actividad realizada en el coliseíto Pedrín Zorilla, los beneficiados recibieron ayudas de $500, $700 y hasta $1,000. El dinero fue depositado a la llamada tarjeta Única, que utiliza el DF para hacer pagos electrónicos por concepto del programa de asistencia temporal a las familias necesitadas (TANF, por sus siglas en inglés) o pensiones alimentarias.
La secretaria del DF, Idalia Colón, explicó que todas las personas que fueron afectadas por las lluvias y que ya tienen una tarjeta Única, recibieron sus depósitos hoy. Para los que no la tienen, se estableció un centro de servicios en el coliseíto.
No obstante, cabe destacar que las familias ya pasaron por el proceso de solicitud de la ayuda y las visitas del DF para corroborar daños, elegibilidad y determinación de cantidad a otorgar.
Una de las que estaba en la fila para recibir la tarjeta Única fue Loida Sánchez, una joven madre de una bebé de un mes de nacida, que lo perdió todo aquel jueves.
“Tuvimos que salir con la bebé bajo aquel aguacero. El agua nos llegaba al ombligo. Fue algo de repente a la 1:16 empezó a llover y ya a la 1:25 comenzó a entrar el agua”, dijo Sánchez mientras miraba a su hija Melina.
“Perdí la gran mayoría de las cosas, incluyendo el carro que se inundó hasta arriba”, añadió la mujer, quien vive en Puerto Nuevo.
Otra que esperaba su turno era doña Eva Andreu, una residente de Barrio Obrero, de 81 años, quien relató que cuando salió de su residencia el agua le llegaba a las rodillas.
“Me quedé sin ná’. Aquello era como un río. Eso nunca había pasado”, narró Andreu.
Sin embargo, después del susto y a pesar de que tiene las gavetas vacías porque “se me dañó todo”, doña Eva tiene razones para sonreír.
“Está todo bien. Lo importante es que estoy viva. Lo material no vale nada porque eso uno no se lo va a llevar para la caja”, dijo animadamente.
En cuanto a la ropa, zapatos y comida, la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, recordó que las donaciones son el producto de la generosidad del pueblo que acudió a llevar su ayuda al centro de acopio que organizó el ayuntamiento. En su mensaje para los recipientes, Cruz los instó a acoger la ayuda de manera digna.
“Quiero que ustedes mismos reconozcan la dignidad, el aplomo y la entereza con la que ustedes luchan todos los días en sus barriadas”, dijo Cruz, mientras agradecía la ayuda de los voluntarios que corrieron el centro de acopio. No obstante, la alcaldesa también pidió prudencia y buen juicio a los beneficiarios.
“Nada de lo que hagamos en el día de hoy va a recompensar las pérdidas que ustedes han tenido pero hoy vamos a entregarles una ayuda. Ropa, comida, úsenla bien, úsenla bien, que nadie diga que ustedes vendieron la ropa, la comida”, subrayó la alcaldesa.
Los lugares afectados en San Juan, además de Puerto Nuevo y Barrio Obrero, fueron: las barriadas San José, Las Monjas, Villa Palmeras, Cantera, Venezuela, Israel y Bitumul.
Entretanto, el municipio de San Juan aprovechó la oportunidad para entregarles a 300 estudiantes de la Ciudad Capital el tradicional incentivo económico por haber obtenido 2.50 o más de promedio académico en su último grado escolar. El incentivo era de $75 y los jóvenes beneficiados ya habían sido seleccionados por un comité compuesto por miembros de la Oficina de Desarrollo Social Comunitario y la Oficina de Desarrollo Juvenil.
El que los cheques ya estuvieran listos, es decir que los chavitos eran seguros, no evitó que la multitud pasara por alto las instrucciones del personal del municipio y desembocaran desde las gradas hasta el tabloncillo de la cancha donde obstruían la repartición de la ropa y los zapatos.
Ante el escenario, la alcaldesa tuvo que intervenir para tratar de organizar la fila y pedir calma.
En un aparte con la prensa, Cruz anunció que esta sería la última entrega de incentivos de esta manera.
“El año que viene los jóvenes van a tener que asistir a uno o dos días de capacitación. El municipio de San Juan está cambiando la manera de hacer las cosas”, comentó Cruz al explicar que la idea es que los jovencitos desarrollen responsabilidad y conciencia sobre el valor del trabajo y la satisfacción de trabajar por lo que se recibe.