Empleados del municipio de Santa Isabel entregaron mascarillas y guantes a las personas que se encontraban en las filas de los comercios, además de velar que se cumpliera con el distanciamiento recomendado de 6 pies y tomó la temperatura de varios ciudadanos, aleatoriamente, como parte de las medidas preventivas de contagio del coronavirus.

“Sabemos que muchas personas tienen la necesidad de ir a los supermercados y a las farmacias, pero lo que nos preocupa es que por la alta cantidad de personas que lo están haciendo estos lugares pueden ser focos de contagio. Con esta iniciativa buscamos disminuir la probabilidad. La responsabilidad de evitar el contagio nos corresponde a todos”, mencionó por escrito el alcalde de Santa Isabel, Enrique Questell Alvarado.

Además de entregarle mascarillas y tomar la temperatura, el personal municipal desinfecta los carritos de compra con alcohol, y las manos de los ciudadanos.

“La exhortación sigue siendo la misma: de ser posible, quédese en su casa. Muchos pueden salir porque la tablilla de su vehículo le corresponde, pero si no es una emergencia, no salgan. Los casos de contagio siguen aumentando y no queremos arriesgar la vida de nadie”, indicó el alcalde.

En Santa Isabel continúan los puntos de cotejo en una de las fronteras del municipio, con personal brindando literatura con información sobre el COVID-19 y verificando las tablillas de los vehículos transitando.