Fernando Barrón llegó esta mañana arrastrando un andador para lograr llevar a su madre, Nieves Ruiz, de 90 años, a hacer la fila para vacunarla contra el coronavirus en el centro que es dirigido por la Guardia Nacional en el coliseíto Pedrín Zorrilla, en Hato Rey.

Acudió sin cita y con la esperanza de que ambos lograrían ser inoculados, tras varios intentos de lograr ponerse en turno en los centros que atienden a las personas mayores de 65 años en la zona metropolitana.

“Leímos en el periódico que estaban ya vacunando a (personas de) sobre 65 años y aquí estamos”, afirmó el hombre, que en las complicaciones que enfrentó para lograr transportar a su madre hasta la fila de entrada al coliseíto se le cayó del andador.

La anciana fue socorrida por militares, quienes la obligaron a pasar a la enfermería. Ella no quería, porque pensaba que sería “colada” y decía que no quería. Tras el mal rato, Barrón y Ruiz lograron vacunarse.

“Es injusto para todo el mundo”, fue lo que expresó el hombre cuando se le preguntó sobre las vicisitudes que enfrentan para lograr ser vacunados.

Muchos de los viejitos que llegaron al coliseíto comenzaron la fila anoche o de madrugada. Algunos aludían a que tenían un turno para ser vacunados. Pero, la mayoría de los entrevistados subrayaron que se aventuraron a ver si salían de la espera, pues en ninguno de los centros en los que habían solicitado un turno los habían llamado.

El matrimonio compuesto por George Green, de 76 años, y Carmen Aponte, de 75, residentes de Miramar, San Juan, fue uno de los que intentó por dos días acceder hasta el coliseíto a vacunarse, luego de que el centro fuera designado para atender a mayores de 65 años.

El miércoles llegaron a las 3:30 a.m. y los sacaron de la fila. Green dijo que en la disputa por poco sale arrestado, pues se negaba a irse.

“En la entrada es un lío tremendo. Mire, nosotros ayer no nos dejaron entrar, porque alegadamente no teníamos turno… Después que nos fuimos, nos enteremos que hubo una contraorden y dejaron a entrar a la gente”, explicó.

Expuso que se fue a su plan médico para que lo ayudaran a conseguir ese turno que le exigieron y finalmente se lo consiguieron para hoy. Llegaron después de las 7:00 a.m., porque le expusieron que no tenían que madrugarse ya que serían atendidos. Pero, cuando se disponían a entrar al complejo deportivo, les anunciaron que no se atenderían por turno, sino por orden de llegada y los mandaron a la cola.

“La fila llegaba casi a Plaza Las Américas. Gracias a Dios que pudimos entrar. Pero, esto está muy, muy complicado y están cambiando las directrices de un día para otro y así eso no funciona”, agregó Green.

Se quejó, de inmediato, de todas las complicaciones a las que han sometido a los mayores de 65 años para lograr vacunarse.

“Hay una verdadera crisis de salud aquí y a base de 300 a 400 personas vacunándose, vamos a estar años antes de que nos vacunemos”, soltó el hombre.

Su esposa interrumpió para enumerar más complicaciones que sufren lo que llamó “las personas mayores”.

“No todas tienen Internet. No saben comunicarse. Uno llama a hacer turno y le dicen que tienen que esperar, que ya está lleno. Por ejemplo, Walgreens, hay que llamar a las 12:30 a.m. para que te contesten”, denunció.

Green añadió “que uno tiene que rogar para que lo pongan a uno en esas listas y eso está mal. Encima de todo eso, tú te enteras de que personas que son más jóvenes que no están en la condición de nosotros se han vacunados”.

En medio de los reclamos y las denuncias en los envejecientes, la Guardia Nacional subrayó a la prensa que quien debía dar explicaciones sobre lo que acontecía era el Departamento de Salud.

La doctora Iris Cardona, a cargo del proceso de vacunación contra el COVID-19 en la Isla, fue la que explicó de parte de Salud los procesos que se siguen y que los adultos mayores los han catalogados de complicados.

“Hay una ansiedad y deseo de vacunarse”, fue lo primero que expuso la pediatra.

Recordó que la población mayor de 65 años está compuesta de 600,000 ciudadanos y que a la Isla llegan 41,450 dosis semanales de la medicina preparada por Pfizer y Moderna para inocular a la población.

“Es un proceso ordenado y por citas”, sentenció, al hacer constar que reconoce que a este paso podría demorar meses la vacunación de los envejecientes.

Informó que Salud recopila información del Medicare para llamar a los envejecientes a darles citas, así como está en un proceso de colocar en turno a todos aquellos que han enviado correos electrónicos.

“Aquellos que ya llamaron e hicieron un turno, se anotaron mediante una lista, deben esperar. Están siendo llamados. O sea, tenemos la información del que se angustia, porque no recibe la llamada, pero de igual forma hay miles de puertorriqueños, mayores de 65 años, que ya han sido vacunado en un proceso ordenado y por cita, que le garantiza que sea cómodo para ellos”, expresó.

Informó que en los 12 días de vacunación que se han realizado para personas mayores de 65 años, se han vacunado sobre 5,000 personas de 85 años o más, 18,265 de entre 75 a 84 años y 28,260 de 65 a 74 años.

Cardona insistió que los ancianos no deben llagar sin cita a ningún centro de vacunación y que deben aguardar su turno con paciencia.

Por otro lado, la funcionaria explicó que la aplicación de turnospr.com funciona, pero solo está disponible para ser accedida por maestros para ponerse en turno para la vacuna. Dijo que no se ha hecho pública para el público general, pues están recopilando información de los envejecientes que han reclamado ser vacunados para darles su cita.