En su transformación a convertirse en la primera escuela Montessori enfocada en las ciencias marinas, la escuela superior Alejandro Tapia y Rivera, localizada en la zona de La Parguera de Lajas, consiguió que se le instale una estación meteorológica para poder estudiar las condiciones del tiempo.

El equipo con el que contarán, conocido como un Davis Weather Station, se obtuvo gracias a un convenio que firmó este jueves el secretario de Educación, Eliezer Ramos Parés, con la organización sin fines de lucro Caribbean Coastal Ocean Observing System (Caricoos).

“Es una alianza entre distintos sectores de Puerto Rico que buscan un bienestar colectivo, que buscan una mejor enseñanza y un mejor porvenir para nuestros jóvenes”, afirmó el titular, durante una conferencia de prensa realizada en el Instituto Nueva Escuela, en Río Piedras.

El futuro que se impulsa para los estudiantes de la escuela lajeña no se limitará a sacar los datos que se obtengan del sistema meteorológico para publicarlos en las observaciones que Caricoos tiene en su página cibernética sobre las condiciones del tiempo. También serán registradas por el Servicio Nacional de Meteorología (SNM) en San Juan. Pero, más allá de la trascendencia de los registros del tiempo que lograrán hacer, la principal motivación será tomar acción para promover cambios ambientales favorables para su comunidad.

La joven estudiante de undécimo grado, María Laura Quiñones Rivera, indicó que con este proyecto podrán concientizar a su comunidad sobre cómo les afectan los cambios climáticos.

“Es bastante enriquecedor y una experiencia única que no cualquiera puede obtener. Es hermoso que puedan abrirse la puerta para que nosotros, los estudiantes, podamos obtener esta experiencia”, sostuvo.

Como parte del proyecto, la estación meteorológica llegará a la escuela acompañada de un caudal de profesionales en asuntos ambientales, climáticos y de las costas que proveerá Caricoos y el grupo Sea Grant, de la Universidad de Puerto Rico (UPR), detalló el secretario de Educación.

La meta no es solo darle talleres a los maestros y estudiantes, sino extender el conocimiento hacia la comunidad de La Parguera.

“Queremos empezar a dar pertinencia a ese ser humano que está ahí, que vive ahí en esa costa”, subrayó Ramos Parés.

Esta transformación comenzaría en Lajas. Más, sin embargo, el secretario propone extenderlo a toda la Isla a través de cambios curriculares, así como la instalación de otras estaciones meteorológicas en otras zonas. Aibonito es el próximo pueblo en miras, según trascendió.

“No se circunscribe a la clase de ciencias nada más. Hablamos del impacto que esto puede tener en estudios sociales. Hablamos del impacto que pueden tener lecturas sobre el medio ambiente. Ahora que estamos hablando de reforzar la lectura en nuestras escuelas, que igualmente la clase de español puede hacer parte de esta transformación de que estos jóvenes puedan tener actividades extracurriculares relacionadas con el medio ambiente, con el uso de las costas, con la preservación de nuestras costas, con la importancia que tiene que ver la preservación de los corales en la playa. Hablábamos de la posibilidad de un campamento de verano que se está trabajando para efectos de esta escuela, así que es un proyecto sumamente ambicioso, pero con un personal sumamente comprometido”, precisó el secretario.

Por su parte, una de las representantes de Caricoos, Patricia Chardón, explicó que la estación meteorológica estará compuesta de un “equipo bastante compacto, donde nos va a estar midiendo la velocidad y la dirección del viento, precipitación, presión barométrica. Son los parámetros que le podemos proveer como herramientas que van a ser de aprendizaje para los estudiantes”.

El director de la organización, Julio Morell, señaló que el impacto para La Parguera será uno “muy positivo”.

Los estudiantes podrán estar “conscientes de lo que está ocurriendo en términos de tiempo en su ubicación geográfica. Ver cómo responden al calor diurno, a eventos meteorológicos mayores o menores que vayan a ocurrir y, cuando se hacen predicciones, unos escuchan y ellos van a ver la verdad. O sea, cómo se manifestó ese fenómeno y eso le abre la curiosidad, porque no solamente es trabajar en riegos costeros”, sostuvo.

Agregó que “otra posible ganancia de este esfuerzo que estamos coordinando es que haya estudiantes que se entusiasmen en la ciencia, en la tecnología, la matemática, en la ingeniería”.

Como parte de la intervención de Caricoos y Sea Grant en la zona, las organizaciones continuarán esfuerzos para la protección de la bahía bioluminiscente y los cayos, afectados por la contaminación lumínica, de sonido y por la alta concentración de botes durante eventos de veraniegos o de fines de semana largos.

De hecho, Ruperto Chaparro, de Sea Grant, informó que se les dará a los estudiantes cursos de ecosistemas marinos y costeros, mangle, arrecifes de coral y visitas al campo para que los alumnos conozcan y protejan su medio ambiente.

“Al entenderlo, podemos reducir la vulnerabilidad de las comunidades costeras”, señaló.