En medio de la crisis salubrista que ha creado el COVID-19, decenas de estudiantes de la comunidad sorda en Puerto Rico, quedaron marginados en los arreglos de la carga académica, sin poder cumplir con sus tareas y sin intérpretes de señas que los guíen en los rápidos cambios que ha impuesto la pandemia.

“Lo más que me preocupa es cómo la comunidad ha tenido problemas para acceder a la información”, dijo Rebecca Tirado Muñoz, quien es intérprete de señas y profesora de lenguaje de señas en la Universidad de Puerto Rico y en la Universidad del Turabo.

Destacó que la falta de acceso a la información en la comunidad con discapacidades auditivas “es algo que se viene arrastrando desde el huracán María, después con los terremotos y ahora con la pandemia”.

Dijo que los estudiantes sordos “han sido olvidados en este proceso”, pues denunció que no tienen acomodo razonable, no han podido cumplir con sus tareas, no tienen intérpretes de señas y no les proveyeron alternativas.

“En esta pandemia de módulos instruccionales están olvidados, en la gran carga académica quedaron olvidados. Están en un limbo”, sostuvo la profesora.

La profesora Rebecca Tirado mientras daba asistencia a la comunidad sorda en un refugio en Guayanilla durante los terremotos.
La profesora Rebecca Tirado mientras daba asistencia a la comunidad sorda en un refugio en Guayanilla durante los terremotos. (Captura Facebook (custom credit))

No pudo precisar la cantidad de estudiantes sordos en el País ya que dijo que las estadísticas no están actualizadas. Aludió al censo de 2010 cuando se estimó que en Puerto Rico había unos 185 mil sordos.

“No tengo las estadísticas, pero hay mucha matrícula de sordos en la escuela elemental, intermedia y superior del Departamento de Educación, esto sin contar los estudiantes de institutos de educación secundaria y universidades”, agregó Tirado.

“Yo también estoy en una academia privada y tengo una estudiante sorda destacada y desde que se fueron por la pandemia los estudiantes se comunican a una red social. Pero ella no entiende, no domina la escritura, su lenguaje materno es el lenguaje de señas”, relató la intérprete.

“Estos jóvenes están sin estudiar y muchos vinieron a entender lo que estábamos enfrentando cuando se hizo extensión del toque de queda hasta el 12 de abril. Estaban incomunicados, prácticamente, por todas las vías. Los padres son oyentes, pero no conocen el lenguaje de señas. Recibo llamadas de estudiantes de amigos y jóvenes que carecen de la información. Es una situación muy sensible y más allá de una ley se trata de un derecho humano”, expresó.

Tirado indicó, además, que en medio de la crisis salubrista los intérpretes de señas se exponen al contagio, pues dijo que en las conferencias de prensa, donde ofrecen servicios para la televisión, “no todo el mundo sigue las recomendaciones expertas de distanciamiento social”.

Jorge Quiñones Torres, presidente del Registro de Intérpretes para Sordos en Puerto Rico, dijo también que la comunidad sorda tradicionalmente ha sido discriminada.

“En el caso específico del virus es bien difícil. Mis padres son sordos y yo estoy en comunicación con ellos todo el tiempo. La comunicación es el mayor reto que tiene la comunidad sorda y creo que tanto los medios (de comunicación) como la agencias y el gobierno no han sido lo suficientemente empáticos de ponerse en los zapatos de la persona sorda”, sostuvo Quiñones.

La Ley 266 de 2018, conocida como Ley de Igualdad de Acceso a la Información para los Sordos, obliga a que toda publicidad visual de las tres ramas de gobierno que contenga sonido utilice un intérprete de señas para la comunidad con discapacidades auditivas.

Pocos canales de televisión utilizan intérpretes de señas en sus noticiarios y programas de análisis de noticias, sobre todo ahora, en momentos en que la ciudadanía requiere de información actualizada sobre esta plaga mundial, que en Puerto Rico ha cobrado 18 vidas y ha contagiado a más de 400 personas.

Reacciona el Departamento de Educación

El secretario asociado de Educación Especial, Eliezer Ramos Parés, detalló a Primera Hora las gestiones que realiza la Secretaría en este periodo de emergencia para la matrícula de estudiantes sordos del Departamento de Educación.

Explicó que en el caso de los maestros especialistas, “se trabajan en coordinación con el maestro regular o con el maestro de educación especial de salón a tiempo completo u ‘homebound’ para asistir a los estudiantes en la adaptación de las tareas con el propósito de que sean accesibles, según la condición particular de cada uno”.

El secretario asociado añadió que, además, los educadores “prepararan un plan de trabajo con tareas remediales en aquellas destrezas especializadas que están descritas en el PEI del estudiante (por ejemplo, aprendizaje de Braille I o II, código Nemeth, y enseñanza del lenguaje de señas, entre otros)”.

“Tanto el plan como las tareas deberán ser enviados a los padres para que asistan a los estudiantes en el hogar”.

Detalló que las tareas que se preparan pueden ser escritas (en formato Word o PDF) o pueden utilizar videos grabados, video-llamadas, presentaciones en vivo o módulos interactivos (“power points” con “hyperlinks”) que permitan la continuidad del servicio.

“Cabe resaltar que los estudiantes, en general, están siendo impactados por módulos escritos que lo que requieren es leer y trabajarse bajo la supervisión de los padres en el hogar. Igualmente, los maestros especialistas que impactan al estudiante se comunican directamente con el estudiante sordo en caso de necesidad, a través de alguna plataforma que permita hacer uso del lenguaje de señas. En el caso de que algún maestro regular necesite intérprete de lenguaje de señas, el servicio se activa inmediatamente, siempre que se acompañe el plan de trabajo del maestro o la necesidad de comunicación del estudiante. Según los récords de la Secretaría, en este periodo, se han activado dos casos de intérpretes de señas en Ponce y Bayamón”, resaltó Ramos Parés.

En el Departamento de Educación, indicó, aparecen 476 estudiantes sordos matriculados en toda la isla y 16 alumnos bajo sordo-ceguera. El 68% de estos estudiantes están en la sala regular de clases.

Para este grupo de estudiantes, el DE, a través de la Secretaría Asociada de Educación Especial, informó que tiene disponible, según sean sus necesidades:

  • Maestros especialistas en sordos – quienes trabajan un currículo expandido donde se atiende la enseñanza del lenguaje de señas, destrezas de comunicación, uso de equipo tecnológico y destrezas para la vida independiente.
  • Servicio de intérprete – para aquellos estudiantes que ya tienen aprestado el lenguaje de señas básico en adelante.
  • Equipos de asistencia tecnológica.
  • Y en el caso de los estudiantes sordo-ciegos, cuentan con esos tres recursos adicionales al maestro de educación especial que le ofrece el servicio educativo y se le añade: Maestro especialista en ciegos – quienes trabajan con un currículo expandido donde se atiende la enseñanza del sistema Braille I y II, código Nemeth (matemática), uso de equipo tecnológico, destrezas de orientación y movilidad y destrezas para la vida independiente.

Aquellos estudiantes ubicados en escuelas privadas, bajo supervisión de Educación, “continúan recibiendo servicios a distancia, pues así lo han confirmado todos”.