El alcalde de Coamo, Juan Carlos García Padilla, recibió una querella de parte de la Oficina de Ética Gubernamental (OEG) el 10 de diciembre por contratar al hijo de su ayudante especial en tres ocasiones entre mayo 2020 a diciembre 2020.

Según la OEG, el Alcalde contrató a Ángel Rafael Negrón Reyes para que prestara servicios de conductor de vehículo liviano. Sin embargo, Negrón Reyes es hijo de Zoraida Reyes Díaz, quien ocupa un puesto de confianza como ayudante especial de la Oficina del Alcalde desde enero de 2013.

La querella resaltó que García Padilla violó en tres ocasiones el inciso del Artículo 4.3 de la Ley 1-2012 que establece que “la autoridad nominadora no puede llevar a cabo un contrato en el que un servidor público de la agencia o un miembro de la unidad familiar, un pariente, un socio o una persona que comparta la residencia de este último tenga o haya tenido, directa o indirectamente, un interés pecuniario durante los últimos dos (2) años anteriores a su nombramiento”.

“El auerellado, utilizando sus facultades como Alcalde y Autoridad Nominadora del municipio, otorgó contratos con el pariente de una servidora pública, empleada del municipio, quien, evidentemente, tenía un interés pecuniario con los contratos”, reza la querella.

Como consiguiente, la OEG solicitó imponer una multa de hasta $20,000 por cada infracción, por lo que pidió que se retenga y descuente al Departamento de Hacienda, a los Sistemas de Retiro de los Empleados del Gobierno y la Judicatura u otro sistema de retiro público, a la Asociación de Empleados del Gobierno y a “la autoridad nominadora contra los fondos acumulados del servidor público hasta completar el pago de la multa impuesta”.

García Padilla, por su parte, tiene 20 días para responder.

El Alcalde responde

García Padilla refutó que, durante el transcurso de los 20 años que ocupa la poltrona municipal, “jamás he utilizado mi puesto para beneficio personal, o para beneficio de algún miembro de mi familia, más allá de recibir un salario por el cual trabajo”.

Por lo contrario, cuestionó la eficacia de la OEG ante los casos de corrupción a nivel gubernamental.

“Estoy en mi pueblo para servir y no he recibido beneficio directo o indirecto alguno. Tampoco he permitido la malsana práctica del nepotismo en el Municipio. La Oficina de Ética Gubernamental, en una coyuntura donde se le cuestiona su eficacia, radicó una querella pobremente concebida en ánimo de cubrir su inacción en los casos de corrupción que han salido recientemente a la luz pública por la intervención del gobierno federal. Nos vamos a defender de las imputaciones y estamos confiados en que prevaleceremos”, señaló.