Las millones de botellas de agua puestas allí bajo el sol han sido objeto de un candente debate, toda vez que se considera que pudieron servir a la población más necesitada, y que en ese lugar se dañaría la calidad del agua rápidamente, quedando inservible para el consumo humano.

Según explicó Justo Hernández, coordinador externo para operaciones de FEMA en Puerto Rico, en enero pasado determinaron que había un exceso. Entonces “decidimos poner esa agua en el piso, en el tarmac (la pista) porque teníamos esa agua en contenedores o almacenes a través de la Isla”. Agregó que aunque había exceso, por la magnitud de la misión y la incertidumbre que se mantenía en la Isla querían asegurarse que hubiera suministros suficientes “para cualquier eventualidad”.

Relacionadas

“En enero 22 teníamos 1,157 contenedores llenos de agua que era en exceso. Y teníamos todos esos contenedores que teníamos que devolverlos”, afirmó Hernández, asegurando que es un proceso regular el deshacerse de los productos en exceso, a través de la Administración de Servicios Generales federal (GSA, en inglés).

“Esa agua que teníamos en el piso la estábamos reciclando, es decir que agua nueva venía y agua que estaba allí salía”, dijo el funcionario.

No obstante, Hernandez afirmó que “no puedo decirle a nadie que de esa agua no hay agua que esté dañada. No lo puedo decir”. Agrego que tampoco podía de toda esa esté dañada porque se estima que tiene un tiempo de utilidad de dos años.

El funcionario insistió, no obstante, en que “en ningún momento, ni FEMA, ni el gobierno de Puerto Rico, puso en peligro la salud de ningún ciudadano en Puerto Rico con los suministros que trajimos”.

Durante la conferencia se aclaró además que para febrero FEMA tenía 19,841 paletas de agua en exceso y en abril colocaron el agua bajo la GSA para que cualquiera interesado “pudiera tener acceso a ese exceso de agua”. Fue entonces que un funcionario de la Administración de Servicios Generales (ASG) local solicitó el agua para el gobierno de Puerto Rico.

“Hoy el gobierno de PR devolvió el agua a través del GSA y volvió a ser propiedad de FEMA en Puerto Rico”, dijo Hernández. “Vamos a usar los recursos y los procesos federales para disponer apropiadamente de esa agua”.

En la conferencia también participó el secretario del Departamento de Seguridad Pública, Héctor Pesquera, quien aseguró que la adquisición de agua por parte de la ASG estaba siendo objeto de investigación en estos momentos.

Primera Hora preguntó cuánto había costado la adquisición y devolución del agua por parte del gobierno de Puerto Rico, pero la cifra no fue precisada.

FEMA tampoco precisó de qué manera se llevaría a cabo la disposición del agua en exceso o si la misma se le daría algún otro uso de utilidad.