El Gobierno de Puerto Rico, oficialmente, anunció que iniciaría el proceso de desligarse de LUMA Energy como el consorcio que administra el servicio de energía eléctrica por una “letanía de fallas” que van contra el acuerdo firmado entre ambos entes.

El documento, de 81 páginas y firmado por el director de la Autoridad para las Alianzas Público Privadas (P3) Josué Colón, detalla que las fallas incluyen la pobre financiación federal, cortes que paralizan la red eléctrica, peligros de vegetación sin atender, sobrecostos y “auditorías evasivas” han “llevado la paciencia de Puerto Rico al límite”.

“La P3A invoca de inmediato el mecanismo de resolución de disputas del Artículo 15 y notifica formalmente a LUMA: el Gobierno de Puerto Rico ya no subsidiará la incompetencia ni excusará la insubordinación. Los puertorriqueños merecen un operador de la red eléctrica que mantenga las luces prendidas, respete los fondos públicos y obedezca los términos y condiciones del contrato firmado”, señaló Colón, el también zar de energía.

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El gobierno le ha dado dos opciones a LUMA según se desprende del escrito: que rectifique sus fallas o se le terminará el contrato y se buscará a otro administrador, transición que sería financiada por el mismo consorcio.

En caso de incumplimiento del operador, incluyendo el incumplimiento crónico y otras violaciones sustanciales, como se detalla aquí, la Autoridad P3 está facultada, bajo la Sección 14.2, a declarar a LUMA en incumplimiento, rescindir el OMA (Distribution Operating and Maintenance Agreement), y recuperar todos los daños, mientras orquesta una transición ordenada, financiada por LUMA, hacia un operador sucesor cualificado. La Autoridad P3 no dudará en buscar dicha solución, junto con todas las medidas de transición y recuperación correspondientes, para proteger el interés público y restaurar la rendición de cuentas del sistema energético de Puerto Rico”, subraya.

Lo que dice el documento

De inmediato, el escrito, provisto a Primera Hora señala “cortes de suministro continuos, costos desorbitados y promesas incumplidas” que le atribuye a LUMA quien, desde el 22 de junio de 2020, administra a la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).

“Los clientes de electricidad de Puerto Rico han soportado casi cuatro años de cortes de suministro continuos, costos desorbitados y promesas incumplidas, incluso mientras miles de millones de dólares federales destinados a la reconstrucción permanecen inactivos. A pesar de las reiteradas notificaciones escritas y los intentos de buena fe de asegurar el cumplimiento voluntario, LUMA continúa incumpliendo sus obligaciones más básicas”, establece.

“Las diez secciones siguientes describen un patrón de incumplimiento crónico, desde fallas en el manejo de la vegetación que han sumido a la Isla en la oscuridad, hasta auditorías evasivas, sobrecostos por parte de empleados contratados y un retraso en los reembolsos que priva a la red de los fondos destinados a reconstruirla”, lee.

Colón recordó que LUMA, en el 2020, se presentó como el “operador transformador, excepcionalmente cualificado para mejorar significativamente el sistema eléctrico de Puerto Rico”, y que “su propuesta se jactaba de una ‘experiencia práctica sin igual’ con megaproyectos financiados por la Agencia Federal para el Manejo de Desastres (FEMA, en inglés), un historial de recuperación ante desastres que abarca 300 jurisdicciones y un plan de transición integral que reduciría drásticamente costos, frenaría el robo y liberaría una avalancha de fondos federales, todo ello sin aumentar las tarifas”.

Falta de reclamar reembolsos

El documento revela que la AEE y LUMA se comprometieron a una transición que se dilató 11 meses, ventana de tiempo en la que la AEE le abrió “todas las puertas” a LUMA, incluyendo visitas a activos, salas de datos y acceso “sin restricciones” a los sistemas, “todo financiado con millones de dólares de fondos de clientes” con el fin de que LUMA “supiera exactamente lo que estaba asumiendo”.

“Cinco años después, con cerca de $3 mil millones en presupuestos operativos, incluyendo $500 millones en cargos por servicio a LUMA, esas declaraciones y garantías resultaron ser totalmente infundadas”, adujo Colón.

Se recabó la ineficiencia de adquirir rembolsos federales al señalar que LUMA solo ha recibido $345 millones de los cerca de $10 mil millones de fondos federales asignados para proyectos de transmisión y distribución (T&D) para obras permanentes, máxime tras el desastre del huracán María que devastó a la Isla en el 2017. Aparentemente, la AEE superó “por su cuenta” los esfuerzos de LUMA y obtuvo unos $1.3 mil millones.

“Es alarmante que LUMA tampoco haya logrado cumplir con la obligación de $385 millones en proyectos incurridos durante las obras de emergencia del huracán Fiona, retirados de su cuenta de operaciones”, añade.

Los apagones

Quizás más frustrante para los consumidores son los apagones masivos que han ocurrido desde que LUMA tomó las riendas de la administración de la red eléctrica. En el documento, se hace mención de los eventos que se registraron el 12 de junio y 31 de diciembre de 2024, así como el pasado 16 de abril de 2025.

Se señala que estos eventos masivos “pusieron de relieve el escaso progreso en la tala de árboles o el endurecimiento del cableado”, pues a eso presuntamente se debían la falta de energía eléctrica a nivel Isla.

“La AEE se ha visto obligada a inyectar más de $500 millones de sus propios reembolsos federales en las cuentas de LUMA solo para mantener el suministro eléctrico. En resumen, las promesas de experiencia de primer nivel y disciplina financiera no solo no se han cumplido, sino que han provocado nuevas crisis de liquidez, transparencia y confianza pública. El pueblo de Puerto Rico y el Gobierno que lo representa están hartos”, insiste Colón en el documento.

Aumentos en la tarifa

Al no tener el dinero federal, del cual cualificaría, LUMA compensa y busca que los consumidores paguen lo que el gobierno federal “está dispuesto a reembolsar”, aseguró Colón.

Es por esto que el zar tronó contra las solicitudes de LUMA al Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) de aumentar la tarifa base para agregarle aproximadamente $30.04 a la factura residencial promedio de 400 kWh cada mes, lo que se traduciría a un aumento del 32.75%.

“En su propio Resumen Ejecutivo, LUMA admite que el aumento financiaría cinco ‘inversiones importantes’: $800 millones para el fortalecimiento de la distribución, $300 millones para la modernización de subestaciones, $250 millones para la reparación de la transmisión, $240 millones para un restablecimiento único de la vegetación y $220 millones para un programa de mantenimiento preventivo. Cuatro de estas cinco categorías son precisamente el tipo de proyectos de trabajo permanente y de mitigación de riesgos § 406/428 que FEMA ya ha aprobado y financiado en todo el sistema de transmisión y distribución de Puerto Rico”, indica.

En pocas palabras, LUMA quiere que los consumidores paguen por adelantado las obras de capital que el gobierno federal está dispuesto a reembolsar, a la vez que asumen los gastos de mantenimiento diario que FEMA nunca cubrirá. P3A rechaza rotundamente esta premisa: cuando los ingresos reales de LUMA no alcanzan sus previsiones optimistas, la solución es la disciplina interna de costos: recortar los gastos de los empleados en comisión de servicio y abordar las pérdidas técnicas y no técnicas, en lugar de reclutar a las familias puertorriqueñas para subsidiar la ineficiencia gerencial mediante tarifas más altas”, agrega.

Las cartas

Para demostrar esto, Colón resumió el contenido de decenas de misivas que ha enviado para exigir el bien cumplimento de LUMA.

En primer lugar, se resume el contenido de 12 cartas enviadas entre el 15 de marzo de 2024 al 7 de marzo de 2025, para señalar los “persistentes incumplimientos de LUMA con sus obligaciones de financiamiento federal”.

“A pesar de las reiteradas advertencias y cartas formales (incluidas en este documento), LUMA ha seguido presentando deficiencias sistémicas en la presentación de informes de flujo de caja, la conciliación de gastos federales y la presentación oportuna de solicitudes de reembolso”, repite.

Seguidamente, se presenta la síntesis de otras 17, entregadas entre el 15 de octubre de 2021 hasta el pasado 13 de febrero, de cuando se advertían incumplimientos “persistentes y sustanciales de LUMA con sus obligaciones contractuales que han culminado en una crisis de liquidez para la AEE y una amenaza directa a la continuidad del servicio eléctrico público”.

Luego, evidencia que envió una carta adicional el pasado 19 de abril específicamente par discutir el apagón del 16 de ese mes. Otras cuatro se entregaron, entre el 22 de agosto de 2022 al pasado 26 de enero, “por su incumplimiento reiterado y continuo de sus obligaciones contractuales, en particular en materia de gestión de la vegetación”.

Mientras, 20 cartas se enviaron entre el 8 de noviembre de 2021 al 4 de febrero para insistir en que cumpliera con “sus obligaciones” de auditoría e información financiera.

“A pesar de las múltiples directivas y el amplio plazo concedido, LUMA no ha proporcionado información financiera precisa y oportuna”, destaca.

Por último, se enviaron tres cartas, entre el 28 de agosto al 2 de febrero de 2024, a LUMA porque, aparentemente, el consorcio se negó a cobrar las tarifas de instalación de postes adeudadas por entidades externas de telecomunicaciones y cable.

Responde LUMA

A horas de que se revelara el contenido del documento de Colón, LUMA envió declaraciones escritas afirmando que recibió la notificación de P3.

“Estamos listos para comenzar el período de negociación, según lo que establece el OMA. Las herramientas contenidas en el contrato están diseñadas para resolver este tipo de controversias en favor nuestros 1.5 millones de clientes”, leen las declaraciones.

En el escrito LUMA se limitó a establecer que la AEE aparentemente ha retenido fondos que, sucesivamente, afecta su operación y arriesga la seguridad del sistema.

Agregó, además, que ha operado “con menos del 30% de los fondos necesarios por parte de la AEE”, limitación que tiene “un impacto real y evidenciado en el servicio que reciben nuestros clientes”.

Alegó que, pese a esto, sobre 186 proyectos con fondos obligados por FEMA ya en ejecución o completados; la instalación de más de 30,400 postes diseñados para resistir vientos de hasta 160 millas por hora; el desganche de 6,300 millas de líneas eléctricas para prevenir interrupciones causadas por vegetación; y sobre 10,300 aparatos automatizados que reducen el impacto y la duración de las interrupciones.

También, dijo que se iniciaron o completaron 77 proyectos de modernización de subestaciones mejorando la estabilidad del servicio y sobre 178,000 luminarias nuevas.