Ante la amenaza mundial que representa la nueva variante del coronavirus, Ómicron, el Departamento de Salud de Puerto Rico estaría anunciando en los próximos días nuevas restricciones para viajeros provenientes de los destinos más afectados por este nuevo tipo de contagios.

Así lo explicó a Primera Hora la Primera Oficial de Epidemiología, Melissa Marzán, al indicar que la medida cautelar consistiría en poner en cuarentena a las personas que viajen desde las regiones donde se hayan detectado casos de contagios con Ómicron, una variante que apenas comienza a estudiarse por la comunidad científica pero que, preliminarmente, se considera altamente transmisible y que presenta una amalgama de más de 30 mutaciones. El énfasis de los expertos es que se necesita indagar más para determinar su impacto en términos de tratamientos, vacunación o en las pruebas de detección disponibles.

“En términos de respuesta con los ciudadanos, no hay cambios. Todo lo contrario. Se refuerza el llamado a la vacunación, a la vacuna de refuerzo, a la vacunación en niños, al uso de mascarillas y a las otras medidas de prevención. Lo que sí estamos evaluando puntualmente es una cuarentena para viajeros de algunos destinos particulares”, acotó Marzán.

¿Qué tiene que ocurrir para que pase de una evaluación a un hecho?, se le inquirió saber.

“Esto se va a implementar como estrategia de salud pública para mitigar cualquier riesgo. Lo que estamos consultando es cómo se va a implementar, porque ahora hay nuevos países en los que ha surgido la variante... se está discutiendo con los equipos, porque este proceso requiere unos trabajos de logística, pero el secretario (Carlos Mellado) estará anunciando los cambios”, respondió la epidemióloga.

Según reportó Prensa Asociada, además de África del Sur, Botswana, Zimbabue, Namibia, Lesoto, Esuatini, Mozambique y Malawi para el domingo países como Holanda, Australia, Israel, Alemania, Italia y el Reino Unido, entre otros, habían reportado casos. Las identificaciones se han registrado pocos días después de que la variante fuera identificada por investigadores de Sudáfrica donde se mantiene una secuenciación genómica de avanzada. La variante fue descubierta el 24 de noviembre y el 26 había sido clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una “preocupante”.

Inmediatamente, comenzaron las restricciones en diferentes gobiernos en un intento por contener la propagación de Ómicron y evitar tragedias salubres como las que se continúan viendo a causa de la variante Delta.

Estados Unidos -donde al igual que en Puerto Rico no se han reportado casos de la nueva variante Ómicron- se encuentra entre los países que impusieron medidas cautelares que entrarán en vigor este lunes prohibiendo viajes desde varios países africanos.

Mientras, Israel -sede del certamen de Miss Universe- se convirtió en la madrugada del lunes en el primer país del mundo en cerrar sus fronteras por completo a los extranjeros para prevenir la expansión de la variante. Además, hizo obligatorio imponer cuarentena a los ciudadanos israelíes que regresen al país. La medida incluye aislamiento de tres días a los que estén vacunados y una semana a los que no lo estén. En ambos casos se les requerirá una prueba PCR negativa para salir de la cuarentena. Los extranjeros que, bajo casos excepcionales, puedan acceder a Israel, deberán hacer aislamiento en hoteles controlados por el Estado y bajo estricta vigilancia.

En Puerto Rico, según Marzán, las medidas de cuarentena serán pasos adicionales a los controles que imponga el gobierno federal y las instrucciones particulares serán anunciadas en los próximos días.

“Son medidas cautelares para minimizar riesgos”, explicó al recordar que actualmente hay reglamentos vigentes para personas que llegan en vuelos internacionales y que tienen que llenar una declaración de viajero con información personal, historial de vacunación y una prueba negativa tomada al menos 72 horas antes del arribo. Si el pasajero no está vacunado, la prueba debe realizarse 24 horas antes. En el caso de vuelos domésticos (entre Estados Unidos) no hay que presentar prueba negativa, pero sí hay que llenar la declaración de viajero.

“También tenemos el sistema Sara Alert y nuestro llamado es que respondan las preguntas que se les envían a los viajeros. Y si usted regresó de un viaje y tienen síntomas, aunque sean leves, vaya a realizarse la prueba de detección. En el caso de vuelos internacionales se recomienda que se haga la prueba molecular entre el día tres y el día cinco”, subrayó la experta al reconocer que la cantidad de viajes desde y hacia la isla se duplican durante la época festiva de Navidad.

Imperante la vigilancia genómica

Pruebas y secuenciación.

Esta es la otra clave para mantener bajo control cualquier amenaza de alguna variante del coronavirus, explicó el gerente de investigación del Fideicomiso de Salud Pública, Marcos López Casillas, al reiterar que en Puerto Rico existe la capacidad de identificar estas mutaciones a través de esfuerzos que incluyen a laboratorios privados, universidades y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), entre otros.

“Hay varias entidades, incluyéndonos, que estamos secuenciando. Sin duda, ahora establecimos una ofensiva para secuenciar más casos, particularmente de viajeros y hospitalizados, entre otros”, acotó el científico.

Explicó que es probable que a Estados Unidos la variante llegue en cuestión de días. En el caso de Puerto Rico, podría llegar a través del tránsito de viajeros provenientes de jurisdicciones que son visitadas frecuentemente por boricuas, tales como Nueva York, Chicago o Florida. Pero aún es pronto para saberlo.

Lo importantes es establecer que no sabemos nada sobre esta variante y que todo es especulativo al hablar sobre un posible impacto en la isla. Ante ese escenario, nuestro enfoque debe ser la prudencia. ¿Qué significa esto? Ser cautelares y continuar con la promoción de la vacunación, el uso de mascarillas y el distanciamiento”, dijo.

“Igual puede pasar que esta variante no trascienda porque ya lo vimos con la Beta y la Mu, que nunca trascendieron en Puerto Rico. Sin embargo, ya vimos todo lo que ocurrió con la Delta en los pasados meses”, puntualizó.

En los meses de agosto a septiembre Puerto Rico sufrió un repunte de casos adjudicados a la variante Delta, la cual se detectó por primera vez en la isla para julio. Durante estos dos meses cientos de puertorriqueños enfermaron de COVID-19 y 581 perdieron la vida a causa del virus.

“Lo que sí sabemos con certeza es que esta variante o cualquiera que aparezca puede ser una amenaza para cualquier persona no vacunada. De llegar a Puerto Rico estas personas llevarán la peor parte. Por eso insisto en que hay que tener mucha prudencia ciudadana”, enfatizó López Casillas.

En Puerto Rico el 71.9% de toda la población está vacunada, mientras que un 81.9% tiene al menos una dosis. Recientemente, comenzó la fase de inoculación entre los niños de 5 a 9 años, donde hasta el domingo habían iniciado el proceso de inmunización 54,315 pediátricos. Mientras, se han registrado 400,662 dosis de refuerzo.

Por su parte, el secretario de Salud, hizo expresiones en redes sociales, donde coincidió sobre la importancia de la vigilancia genómica ante la variante Ómicron, al tiempo que aseguró que cualquier novedad será informada al pueblo inmediatamente.

“En colaboración con laboratorios, la academia y los CDC, continuamos la secuenciación e investigación de los casos. Mientras tanto, el llamado sigue siendo el mismo; reforzar las medidas de mitigación y prevención como el uso de mascarillas, áreas ventiladas, vacunación, aislamiento y cuarentenas. Si se identificara en la Isla la nueva variante, se evaluará las características epidemiológicas de los casos y lo haremos saber. Los mantendremos informados a través de: https://covid19datos.salud.gov.pr/#vigilancia”, indicó Mellado en Twitter.