El último informe de vigilancia epidemiológica de influenza en Puerto Rico refleja un aumento en casos de este virus respiratorio-particularmente en la población pediátrica-, logrando que se alcance por primera vez en esta temporada el umbral de alerta.

Según muestra el informe- que cubre la semana epidemiológica 34 de la temporada 2022-2023 (21 al 27 de agosto)- se confirmaron 182 casos, incluyendo 16 hospitalizaciones, marcando un incremento de 99 contagios en comparación con lo registrado hace un mes cuando se reportaban 83 infecciones asociadas al virus.

En términos generales, los casos acumulativos para la temporada aumentaron de 381 a 1,082 casos en un periodo de cuatro semanas. Lo preocupante del informe es que detalla que ninguno de las 1,082 personas contagiadas tenía la vacuna de influenza.

“Tenemos malas noticias para el pueblo de Puerto Rico porque ha habido un cambio dramático en los casos y han aumentado en comparación con las semanas pasadas”, advirtió de inmediato la Primera Oficial Médico del Departamento de Salud, Iris Cardona.

La región de Ponce es actualmente la más afectada. Mientras los municipios de San Germán, Yauco, Peñuelas, Ponce y Guayama presentan las tasas de incidencia acumulada de influenza más altas.

“Según el informe, tenemos 93 hospitalizaciones registradas para esta temporada y no tenemos fatalidades. Sin embargo, tenemos que recordar que el año pasado hubo ocho muertes asociadas a influenza. Esto pudiera parecer poquito, pero para nosotros siempre son significativas”, puntualizó la también infectóloga pediátrica.

Como en temporadas anteriores, los grupos demográficos pediátricos son los más impactados. La población de 0 a 4 años es la más afectada con más de 250 casos acumulados, seguidos por el grupo de 5 a 9 años. Según Cardona, los pequeñines menores de dos años son los que sufren más complicaciones y usualmente requieren hospitalización. En cambio, en términos de severidad de la enfermdad la población de 65 años en adelante -tal como ocurre con el SARS- CoV-2, son los de mayor riesgo a morir.

Resaltó que con las últimas cifras de contagio registradas ya se tocó el umbral de alerta del virus para la isla. “La predicción es que puede ser una temporada más activa a nivel de todo Estados Unidos, incluyendo a Puerto Rico, en comparación con los últimos dos años. Las medidas de prevención por el COVID nos dieron cierta protección, pero el virus de influenza está circulando y se espera una temporada más activa y ya lo estamos viendo en los números”, enfatizó Cardona.

Aunque el perfl de casos demuestra más contagios de influenza A que de la influenza B, es este último subtipo el que más hospitalizaciones está provocando. Además, es importante resaltar que hay personas que pueden contagiarse con los dos subtipos de influenza.

Ante este panorama la urgencia de los científicos es orientar a la ciudadanía sobre la importancia de la vacunación de influenza, la cual está recomendada para todas las personas de seis meses en adelante, incluyendo mujeres embarazadas.

“Es importante que se entienda que el virus está circulando entre nosotros y la mejor manera de prevenir la enfermedad es vacunándonos. Además, en reuniones científicas se ha palpado preocupación por la coexistencia de la influenza y el covid durante esta temporada. El llamado es a que se vacunen contra ambos virus lo antes posible. Para algunas personas la influenza puede ser un catarro simple, pero para otros puede ser un gran riesgo”, sostuvo Cardona al explicar que una persona se puede vacunar simultáneamente de influenza y con el booster o refuerzo bivalente de COVID que fue recientemente aprobado por las autoridades sanitarias en Estados Unidos.

La influenza es una enfermedad aguda y contagiosa de las vías respiratorias. El cuadro clínico incluye fiebre, tos (mayormente seca), dolor de garganta, rinitis, fatiga, dolor muscular y dolor de cabeza. Algunos pacientes pudieran presentar vómitos y diarrea, aunque esto es más común en los niños que en los adultos. Entre las complicaciones que pudiera provocar la influenza se incluye la neumonía, infecciones del oído, infecciones sinusales y miocarditis, entre otros.

El riesgo de hospitalización es mayor en infantes y niños hasta cuatro años, mujeres embarazadas, personas mayores de 65 años, personas con enfermedades crónicas y personas obesas.

Actualmente, hay tratamientos antivirales disponibles para la influenza. Entre los más conocidos está el Tamiflu. Pero es importante saber que estos deben ser administrados entre las primeras 48 horas en que se presentan los síntomas o se realiza el diagnóstico.

Otras medidas de prevención contra el virus son cubrirse la boca y la nariz, lavarse las manos constantemente con agua y jabón y evitar el contacto con personas enfermas.