El Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) aseguró hoy que el aumento de las contribuciones a las corporaciones extranjeras aprobado por la Legislatura es un paso “tímido” en la “dirección correcta” pero que resulta “doblemente insuficiente”.

El presidente ejecutivo del PIP, Fernando Martín sostuvo que esto es así “porque las tasas (aprobadas) son muy bajas” y porque “el aumento es solo temporero”.

“El PIP ha abogado, como quien clama en el desierto, por más de treinta años porque se le imponga una contribución razonable del 10 por ciento a las ganancias de las compañías foráneas en Puerto Rico que el año pasado repatriaron cerca de 35,000 millones de dólares en ganancias”, aseguró Martín.

La iniciativa del gobierno aprobada en Cámara de Representantes y el Senado contempla la implantación de un impuesto regresivo del 4 por ciento en seis años, lo que para el líder independentista, “es un paso positivo por lo tanto, aunque insuficiente y tardío para hacerle justicia al pueblo de Puerto Rico”.

“Si este gobierno, o los anteriores, hubieran tomado antes las medidas que ha venido proponiendo infructuosamente el PIP, no habría habido necesidad de despedir empleados públicos, ni de recortar servicios indispensables, ni de plantearse los aumentos descomunales que hoy se le quieren imponer a los estudiantes universitarios”, añadió Martín.

El ex Senador insistió que el gobierno enmiende la ley que aprobó ayer con el propósito de duplicar la tasa inicial de 4 por ciento, de hacerle aplicable a todas las ganancias netas de estas compañías, y de hacer permanente esa obligación.
“Sólo así podrá atenderse adecuadamente el déficit fiscal sin penalizar y castigar a la mayoría de nuestro pueblo pobre, trabajador y de clase media”, insistió.

Por su parte, el secretario general del PIP criticó la posición asumida por la delegación del Partido Popular Democrática (PPD) en la Asamblea Legislativa.

“No podemos evitar denunciar, sin embargo, la bochornosa actitud del Partido Popular, cuyos legisladores han votado en contra de incluso este tímido y temporero gravamen a las compañías extranjeras que tanto se han enriquecido de sus operaciones en Puerto Rico y que tan poco han contribuido al tesoro público. Parece mentira que a estas alturas el PPD se erija en el defensor y lacayo de los privilegios y la inmunidad contributiva de los grandes intereses extranjeros en Puerto Rico. Quedan retratados los líderes del PPD, una vez más, como los más desvergonzados paladines del gran capital”, dijo Dalmau.