La guerra entre Ricardo Rosselló y Donald Trump está declarada.

Sin embargo, “esta rabieta” del gobernador de Puerto Rico no beneficiaría a los boricuas en este largo y agónico trayecto hacia la recuperación del huracán María.

Así reaccionó el abogado y analista político Jay Fonseca a las expresiones violentas –de darle un puño en la boca a Trump– realizadas por Rosselló al corresponsal de CNN en la Casa Blanca, Jim Acosta.

“La pregunta es, ¿esto ayuda a Puerto Rico o no? Yo creo que esta rabieta no ayuda a que el presidente acelere el desembolso de fondos para la recuperación”, proyectó.

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Las palabras del primer ejecutivo del País –quien ha dicho no apoyar la violencia y que referente al trato de Trump hacia el archipiélago borincano ha sido parco– tomaron a muchos por sorpresa. Hubo quienes hicieron referencia a la ofensiva que ha realizado en Estados Unidos la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, quien anunció su deseo de aspirar a la gobernación para las elecciones del 2020.

“Al Carmen Yulín llevarse el ‘spot’, él quiere llamar la atención, pero esto viene de antes. Es el epítome de una guerra declarada”, comentó Fonseca.

Se refirió a las elecciones de medio término realizadas en noviembre pasado en las cuales Rosselló “traicionó” al presidente de Estados Unidos al cruzar la línea de la neutralidad.

“Hubo un momento en la campaña que Rosselló endosó a Bill Nelson y a Andrew Gillum y decidió darles la espalda a los republicanos en Florida porque Rick Scott y Ron DeSantis era los apoyados por Trump. Ahí se declaró la guerra entre el Partido Republicano y el gobernador”, recordó.

Es por esto que las expresiones posteriores publicadas por medios estadounidenses en las que filtraban conversaciones del presidente con sus subalternos para retrasar los fondos de reconstrucción de Puerto Rico fueron analizadas por Fonseca como un acto de venganza.

“¿Tú les diste la espalda a mis candidatos? Ahora, yo te doy por donde más te duele, los fondos de recuperación. Y te voy a decir quién le dio ese consejo [de dar el primer golpe bajo a Trump] al gobernador, fue Manny Ortiz, su asesor y amigo de la infancia”, sostuvo.

La Casa Blanca se ha negado, según asesores de Rosselló, en programar una reunión con el gobierno de Puerto Rico para discutir el atraso en el desembolso de los cerca de $20,000 millones en fondos para atender desastres (CDBG-DR). Solo han llegado al País unos $1,500 millones. Trump ha expresado reiteradamente que Puerto Rico ya ha recibido mucho dinero.

El momento que detonó al gobernador pudo ser, de acuerdo a CNN, el trato que recibieron funcionarios boricuas esta semana en la Casa Blanca.

“Tienen que dejar con la p#$@ solicitud de reunión. Su gobernador está j*&!$+ las cosas”, les dijeron, entre ellos el asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, según funcionarios allegados a Rosselló.

Si bien las palabras del gobernador no beneficiarían a los ciudadanos de Puerto Rico, Fonseca entendió que su movida fue una de beneficio propio.

“Políticamente hablando, se definió como demócrata –no es como que no lo supiéramos– pero políticamente hablando le conviene, pero no necesariamente a Puerto Rico. No creo que nos ayude a que Trump envíe los fondos de una forma expedita. Es una guerra y esto es a matar”, declaró.