No se siente cómodo en la Casa de las Leyes, ni está dispuesto a hacer cosas que otros legisladores hacen para estar a gusto allí, para ser exitoso en ese mundo cerrado que se llama Capitolio, sostiene el representante popular José Báez.

El político decidió que no volvería a postularse para competir en las elecciones de noviembre tras pasar solamente un cuatrienio en la Asamblea Legislativa.

Él había paseado por oficinas y pasillos del Capitolio con mucha frecuencia porque su padre, Eudaldo Báez Galib, fue senador por muchos años, así que el lugar no le era extraño.

Señaló  que conocer la Legislatura desde adentro es otra cosa, que la traición “es la norma del día” y que en su caso eso no es algo que pueda pasar por alto.

“Yo no puedo, yo no puedo”, dijo Báez en una entrevista con Primera Hora, en la que mencionó que con el proyecto de la Reforma Contributiva de La Fortaleza “hubo personas que traicionaron sus principios por beneficio propio”.

Báez, quien tuvo innumerables encontronazos públicos con los llamados disidentes del PPD por culpa de esa medida, destacó que el problema mayor de la colectividad  es que “la mayoría que debería mandar en el partido no lo hace”. 

“Este no es un partido con un norte claro. Aquí se apoya públicamente lo más aceptado en un momento dado y eso nos convierte en un club de candidaturas”, acotó frustrado.

El representante  destacó que   quería ser soldado en un ejército cuyos miembros compartieran un mismo reto  y eso no existe ya en su colectividad.

¿No le satisfice el cambio de líder en el PPD? ¿No cree que David Bernier pueda resolver esos problemas que usted menciona?

“Hay que ser más fuerte, más agresivo. Implantar los reglamentos, echando a un lado y liquidando políticamente a aquellos que no trabajan al unísono con el partido. Esa es la única forma de solidificar una organización”, expresó.

Báez describió tanto al gobernador  Alejandro García Padilla como a Bernier como personas de “consensos”, pero advirtió que el tiempo para los consensos  en el PPD “se acabo”, particularmente por la crisis económica. 

El PPD, dijo, tiene que estar sólido y fuerte, con todos remando en una misma dirección.

En cuanto a la legislación que le queda pendiente,  Báez mencionó el “Bottle Bill”, un proyecto que persigue que se cobren cinco centavos adicionales por las bebidas que se venden en botella.

La medida, que tiene el propósito de incentivar a los consumidores para que las devuelvan a los comercios,  generaría millones de dólares para el País, afirmó.

Otro  proyecto que  traería ¨dinero nuevo a Puerto Rico¨ es la siembra del cannabis de cáñamo (hemp), cultivo que le dejaría a la Isla un excelente rendimiento.

Aunque Báez censura la Legislatura, se va satisfecho.

Dice que como comerciante ya conocía que la situación económica del País se tornaba en una crítica; que llegó al Capitolio a aprender y sale con un conocimiento que le servirá el resto de su vida.