Vega Baja. La monumental ballena esculpida en bronce que ayer brincó a la fama tras descubrirse la exhorbitante cantidad que pagó el convicto ex alcalde Edgar Santana Rivera por ella, se quedará varada en la oscuridad de uno de los garajes municipales en lo que consigue dueño porque el actual alcalde Marcos Cruz Molina no la quiere.

La figura del cetáceo es una de las más de 15 piezas en bronce que formarían parte de un proyecto escultural que le costó al municipio $1.2 millones y que nunca vio la luz del día. 

En el garaje municipal, ubicado en la carretera PR-687, hay otras esculturas en bronce que representan animales marinos como la tortuga, salmones, delfines, entre otros. También hay un águila calva, que parece estar fuera de lugar, y figuras míticas como las sirenas.

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Sin embargo, el actual mandatario municipal fue claro en su intención de querer deshacerse de la mayor cantidad de figuras posible, especialmente de la pobre ballena que ya hasta oxidada está en algunas de sus partes.

“La realidad es que no, no me interesa conservarla porque el costo de mantenimiento  es demasiado alto para el municipio, así que no sería algo viable en estos momentos”, dijo Cruz Molina, quien censuró que al momento de que la administración pasada negociaba el costo del millonario proyecto, en el 2011, la alcaldía arrastraba un déficit presupuestario y decenas de empleados municipales sufrieron una reducción en su jornada laboral.

Alcalde pagó $500,000 por una ballena de embuste

Cruz Molina aseguró que su rechazo a la obra escultural, que estaría ubicada en la playa Puerto Nuevo, no es por cuestiones políticas sino porque no encuentra justificación para invertir más dinero en un proyecto que traerá poco o ningún beneficio al municipio.

“No lo estoy rechazando porque sea un proyecto de la pasada administración pero es que cuando tú comparas las necesidades que tiene la ciudadanía versus lo que podría sumar el mantenimiento de la escultura año tras año para que la gente la disfrute… hay que ser responsables en ese sentido”, argumentó, al destacar algunos proyectos de rehabilitación de viviendas y otras ayudas que brinda el ayuntamiento.

No obstante, afirmó que le interesa darle una segunda oportunidad a algunos de los monumentos más pequeños que se mantienen en buenas condiciones.

“Es posible que nos quedemos con algunas de ellas y las otras sean llevadas al proceso de subasta pública”, dijo.

“Nosotros ya tenemos cinco esculturas alrededor de nuestro municipio y hay que evaluar el costo de mantenimiento versus el servicio que les dan a la ciudadanía, máxime ante la situación económica que atraviesa el País”, apuntó.