Al final, todo se resume en un asunto de transparencia.

Hoy se reúne la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) en el edificio Alexander Hamilton, en Nueva York, para estudiar la última revisión que el equipo del gobernador Ricardo Rosselló le hizo al Plan Fiscal que dictaría el curso económico de la Isla a corto y largo plazo.

Ahora, lo que queda en duda, por ambas partes, es de dónde sacaron sus estimados.

Mientras el equipo local dejó entrever que las proyecciones de desaceleración económica de la JSF eran “pesimistas” (pintando un panorama de caída libre de 17% de aquí al 2018), en Puerto Rico calcularon una desaceleración de 3%, lo que la JSF dijo que era “demasiado optimista”.

La idea, entonces, es que hoy aborden un punto medio y eso fue lo que indicó Rosselló poco después de haber entregado su plan. 

“Las próximas horas son de vital importancia en defensa del pueblo de Puerto Rico. Nuestro compromiso con el pueblo que nos eligió es cumplir con un Gobierno fiscalmente responsable y eficiente en la prestación de los servicios a la ciudadanía. El Plan Fiscal que hemos presentado a la JSF cumple con esos propósitos. Confiamos que la prudencia y la sensatez prevalezcan en este proceso”, manifestó Rosselló.

La Junta quiere que, en dos años fiscales, se acabe con el déficit de más de $4,000 millones y el plan del Gobernador se encaminaría hacia eso; lo que no se sabe es cómo. “¿De dónde sacan los números? Porque no lo han hecho público”, preguntó Antonio Fernós Sagebién, catedrático de Economía y Finanzas de la Universidad Interamericana, recinto metro.

El problema para el profesor es que el panorama no queda claro al plantear que “desconocemos de dónde sacaron las proyecciones… ¿qué fue lo que aceptó Rosselló? Yo no sé cuáles son, pero me imagino que la Junta tampoco conoce bien cómo funciona la economía de Puerto Rico. Para eso tienen asesores, y ellos habrán sacado sus números. Lo que habría que ver es de dónde”.

Según un informe de la agencia de noticias EFE, los datos aportados por el Ejecutivo en el Plan Fiscal presentado, prevén que para el presente año fiscal la economía de la Isla caiga un 1.6% y en 2018 un 1.5%, mientras que la Junta dice que sus proyecciones apuntan a que la economía se contraerá este año un 2.2%. 

El “toma y dame” de cuánto desacelerará la economía es “totalmente estratégico”, según Fernós Sagebién, y quien ganará es la Junta. 

El economista sugirió la analogía de un par de boxeadores que usan el primer asalto para medir fuerzas, pero ya para el segundo deben saber qué esperar.

“Si es a 11 asaltos, y sabes que el otro es muy superior, ¿vale la pena ponerse a pelear? No, es mejor irse por decisión”, argumentó. “No hay manera de que gane; la Ley Promesa está diseñada para darle la ventaja a la Junta. De cualquier forma, van a salir ganando”, analizó el economista.

“A la administración de Alejandro García Padilla le rechazaron el plan y a ésta también. Le dijeron que ‘ustedes sobrestimaron los ingresos, subestimaron los gastos, esta tasa de crecimiento económico entendemos que no es la adecuada’ y llega un momento que uno dice que los miembros de la Junta están pasando juicio sobre las premisas de los modelos. Chévere, pero no es menos cierto que ellos también deben mostrar y estar sujetos al mismo análisis”.