En un incidente donde pareció imponerse la ira sobre la palabra y las emociones sobre la razón, estudiantes agredieron verbal y físicamente a la rectora del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Ana Guadalupe.

Los manifestantes, entre los que aparentemente había personas que no son miembros de la comunidad académica, según líderes estudiantiles, insultaron a Guadalupe, le lanzaron botellas de agua, la empujaron, le halaron el cabello y rompieron con los puños el cristal del vehículo donde fue sacada del Recinto, provocándole pequeñas cortaduras en su hombro y rostro.

De hecho, ayer en la noche, Guadalupe todavía recibía atención médica en el Hospital Industrial de Río Piedras. También resultaron agredidos en el incidente el decano de Administración y 11 oficiales de la Guardia Universitaria, entre éstos el sub director de la Oficina de Seguridad, Jorge Rodríguez, quien fue atacado a puños por un grupo de jóvenes.

El hombre, que estudiantes alegaron que lanzó puños primero durante el confuso incidente y tiene un récord cuestionable contra los universitarios, terminó con el rostro ensangrentado y fue necesario tomarle seis puntos de sutura en el lado derecho de la cara.

El presidente interino de la UPR, Miguel Muñoz, repudió los actos y no descartó la posible radicación de cargos contra los involucrados. “Tengo que exhortar a la comunidad puertorriqueña y a la comunidad universitaria que manifieste su absoluto repudio a incidentes como éste, ajenos al espíritu y quehacer universitario”, sostuvo.

Tampoco descartó el incremento del número de efectivos dentro del Recinto. “Ninguno de nosotros quisiéramos tener la Policía (dentro), pero si se siguen repitiendo incidentes como éste, en su momento tomaré las medidas necesarias”, apuntó al reconocer que teme por su seguridad pero esto no cambia su deseo de dirigir el sistema.

Mientras, el gobernador Luis Fortuño también rechazó lo ocurrido. “Volvimos a ser testigos de que un grupo de estudiantes utilizó la violencia como instrumento para amedrentar, para amenazar e inclusive herir físicamente a la Rectora”, señaló.

se veía venir

El lamentable momento de confrontación se suscitó minutos después de que culminara un piquete frente a la Torre del campus como parte de la ofensiva estudiantil en contra de la cuota. No hubo interrupciones de clases ni la Policía intervino durante el piquete.

Tras concluir la protesta, a eso de la 1:00 de la tarde, los manifestantes determinaron trasladar la manifestación hasta la Escuela de Arquitectura, donde se encontraba reunida la Rectora .

Una vez allí, se apostaron justo frente a la puerta, donde ésta sostenía un cónclave con el personal docente de Arquitectura, e inmediatamente comenzaron a cantar consignas como “Lupita, ven acá que te quiero saludar”, “sal de ahí, Lupita, Lupita, sal de ahí, de ese lugar” y “cuota, cuota, cuota, cuota que te espetan, cuota, cuota, cuota, que la pague esa pend...”.

Pero, fue en momentos en los que un grupo de los manifestantes ingresó al pasillo del edificio y comenzó a dar palmadas en las puertas que se perfiló que la actividad culminaría de mala manera, y así fue.

El momento de ebullición entre los estudiantes y la guardia universitaria surgió cuando los primeros lograron acceso al salón donde estaba Guadalupe a través de una de las ventanas del lugar que no tenía seguro. Fue ahí que los oficiales tuvieron que entrar al mismo y determinaron sacarla.

“Esa mujer ha sido la responsable por las golpizas que hemos recibido un montón de los estudiantes. Esa sinvergüenza es la responsable de los palos que nos han dado”, le gritó uno de los estudiantes que logró acceso.

Guadalupe fue sacada escoltada por un grupo de guardias que intentaban protegerla, pero fue en vano. Pues, algunos manifestantes le halaron el cabello en más de tres ocasiones y lograron agredirla al punto que cayó en el suelo.

Ya fuera del edificio continuó siendo perseguida hasta la guagua de Seguridad donde fue montada. En esos instantes, manifestantes rompieron el cristal trasero y el del lado del pasajero, provocando que le cayeran fragmentos.

Tras el incidente, estudiantes alegaron que se rompieron los cristales ante el desafío del oficial que manejaba el vehículo que pretendía acelerar a pesar de que habían estudiantes alrededor del vehículo, en frente y sobre el bonete.

No fue hasta que una persona, que se desconoce si se trató de un manifestante, de la guardia universitaria o de la Policía Estatal, lanzó gas pimienta que se logró dispersar a los presentes y el vehículo salió.

Lo irónico de la situación es que las agresiones surgieron momentos después que los estudiantes repudiaran durante la manifestación previa los actos de violencia contra las mujeres manifestantes por parte de la Policía.

se defienden

Los líderes estudiantiles Giovanni Roberto y Waldemiro Vélez indicaron que lo ocurrido es un reflejo del nivel de indignación que existe entre los universitarios ante la imposición de la cuota de $800.

“Yo no conozco todo lo que ha pasado para decirte si se salió de proporción o no, pero lo que te puedo decir es que refleja el enorme disgusto... que existe con la política de la rectora”, dijo Roberto.

Mientras, Vélez aseguró que con la Rectora haber sugerido alguna fecha de reunión todo pudo haberse evitado. “Esto no tenía porque salirse de proporciones, lo único que estábamos buscando era una reunión, pero ya la indignación del estudiantado en general es tanta que... provoca es te tipo de acciones”, señaló .

Mientras, María Soledad Dávila, representante del Comité de Representación Estudiantil (CER), alegó que el incidente fue iniciado por la guardia universitaria. “Considero que fueron demasiado reaccionarios pero a mí me consta que el forcejeo empieza por incitación de la guardia... cuando abren la puerta por donde iba a salir la rectora, ella no estaba pegada al marco, y aún así agarran a un estudiante y lo lanzan al piso y se forma el revolú”, dijo al apelar a la cordura y la paciencia de ambas partes.