A partir de hoy seis hombres y seis mujeres tendrán la tarea de decidir si Sally López Martínez, Ivonne Falcón Nieves, Marielis Falcón Nieves y Glenn Rivera Pizarro son culpables como les achaca la fiscalía federal o si los encuentra no culpables como pidieron los abogados.

El jurado tiene que tomar una decisión de manera unánime y no tiene límite de tiempo. Durante su evaluación tendrán que repasar los cargos que pesan contra cada uno de los acusados de participar del esquema de corrupción gestado por Anaudi Hernández Pérez exrecaudador de la Pava y exmiembro del comité de finanzas de Jaime Perelló.

Ayer le tocó el turno de su argumentación final a los abogados de Glenn  y Sally.

Juan Masini Soler, en representación de Glenn y vistiendo una corbata que leía Not guilty entre dibujos de balanzas, dijo que su cliente enfrentaba el proceso judicial porque no tenía nada que ver, mientras que aquellos que sí beneficiaron a Anaudi y sus socios con un contrato en la Cámara de Representantes por medio de actuaciones fraudulentas, son los que ya se declararon culpables: Xavier González, ex administrador del cuerpo y Víctor Burgos, exdirector de tecnología.

“Glenn no le rascó la espalda a nadie”, afirmó Masini Soler para desacreditar la teoría de la fiscalía de que este caso se compone de personas que se juntaron porque unos podían ayudar a los otros y en ese proceso defraudaron al gobierno. Los fiscales resumen la ecuación como “tú rascas mi espalda y yo rasco la tuya”.

“Glenn está aquí porque él no participó… está convencido que no es culpable… Anaudi no le regaló ni una camiseta, aparte de que no tenía poder, autoridad, ni presupuesto para ayudarlo a conseguir el contrato”, planteó su abogado quien pidió al jurado que mire la evidencia para corroborar lo que dice.

Al terminar, Glenn su familia y sus amistades estaban emocionados llorando.

Por su parte, Joaquín Monserrate Matienzo, representante de Sally, insistió en que Anaudi quería ayudar a Sally porque estaba “tirándole maíz a la pavita”.

Para dramatizar su alocución el licenciado hizo varios dibujos en una libreta gigante. Con una balanza buscaba demostrar que Sally hizo muchas más cosas para ganarse el puesto de directora de ADL que lo que pudo haber hecho Anaudi.

Asimismo, los dos elementos para probar que se cometieron delitos son tener conocimiento e intención y ambos los representó por medio de columnas de una casa que según sus argumentos se iban erosionando.  

“Mi amiga del alma... eres lo mejor que me ha pasado... Los mensajes de Anaudi no eran los de un extorsionador... eran los de alguien que quiere llevarse la chica a la cama... Recibir regalos no es crimen, el crimen es hacer un acto oficial a cambio de eso”, indicó Monserrate. 

Las dos niñas de Sally estaban en sala y uno de los alguaciles dijo que no podían usar los audífonos para escuchar el proceso en español.

Al terminar la jornada a las 6:42 de la tarde, una sensación de que en efecto se había cerrado un ciclo se apoderó de la sala, lo que luego fue evidente en el saludo entre los abogados a modo de despedida.

Cuando hoy el jurado se dé cita a las 9:00 de la mañana en la sala del juez Pedro Delgado escuchará las instrucciones sobre lo que deben tener en cuenta al evaluar la prueba. Entonces sí, la suerte estará echada para los cuatro coacusados.