Bajo el candente sol de las 11:00 de la mañana llegó a Bayamón la precandidata demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Hillary Clinton.

La senadora visitó la residencia de la familia Rivera Santiago en el caserío Sierra Linda, donde sólo estuvo 15 minutos.

Aunque el encuentro estaba pautado para las 10:00 de la mañana, Clinton llegó con una hora de retraso y rodeada de rigurosas medidas de seguridad. Todo el equipo de trabajo de los periodistas y camarógrafos fue inspeccionado por un can del Servicio Secreto antes de poder entrar al área donde estaría reunida la ex primera dama. Mientras, agentes se aseguraron de que los periodistas, tanto de los medios locales como internacionales que viajan con la precandidata, no tuvieran algún artefacto que pudiera resultar peligroso.

“¡Hello!”, dijo la senadora al entrar al humilde y pequeño apartamento. Ésta llegó ataviada con un conjunto de chaqueta y pantalón color naranja que la hacía lucir muy bien, de acuerdo con el dueño de la casa Carlos Manuel Rivera, de 59 años.

“Usted no envejece... ¿sabe?”, le dijo en inglés el hombre a Clinton, lo que arrancó carcajadas de la experimentada política quien respondió, dirigiéndose a Lara Santiago, esposa de Rivera: “Ya veo por qué usted se casó con él”, .

Acto seguido, Clinton felicitó al actor puertorriqueño Benicio del Toro, quien el domingo fue galardonado con el premio al Mejor Actor en el Festival de Cine de Cannes por su interpretación de Ernesto Guevara en la cinta “Che”.

“¡Es excitante!”, dijo.

El resto de la conversación giró en torno al hijo mayor de la pareja, Jonathan, quien está enlistado en el Ejército y estuvo en la guerra de Irak. La senadora le prometió a la familia el fin de la guerra de resultar electa.

Felices y optimistas

Pese a la brevedad del encuentro, los pocos vecinos presentes recibieron con regocijo a la senadora y sus propuestas.

“Para nosotros es un privilegio que personas así, tan importantes y distinguidas, vengan a nuestro residencial y por eso es que le digo a mis vecinas que siempre hay que estar bien bonitas y arregladas”, indicó Blanca Iris Sastre, quien se enteró de la visita minutos antes.

De haberlo sabido con anticipación, habría “arreglado” las escaleras que dan acceso al edificio donde estuvo Clinton, dijo.

“Lo que me gusta de ella es que nos trata como ciudadanos americanos, con igualdad”, opinó, por su parte, Flora Guzmán.

Pedro Pérez le solicitó a Clinton que no deje a un lado al pueblo boricua. “Yo espero que lo que haya dicho sea verdad y que no nos deje en el olvido cuando salga (electa), porque son muchos los que prometen y prometen y cuando llegan a la cumbre se olvidan de ti”, indicó.