Si sigue subiendo de forma acelerada la curva de contagios y fallecidos por el COVID-2019 en la Isla, el sistema de salud en Puerto Rico podría colapsar, advirtió el exsecretario de Salud, Enrique Vázquez Quintana.

El cirujano retirado pidió a la ciudadanía a que se mantenga resguardada en sus casas, pues subrayó que “todavía lo peor no ha llegado”.

En medio del cuadro de la pandemia, las estadísticas que diariamente informa el Departamento de Salud como casos nuevos de contagio a este coronavirus pueden corresponder a un período de hasta al menos dos semanas antes.

“Lo peor puede ser, posiblemente, en dos semanas, como va a ocurrir en Nueva York y en otras ciudades americanas y está ocurriendo ahora en España y en Italia, que están en el pico de la enfermedad. Eso es cuando hay muchos casos a la vez, se saturan los hospitales, los intensivos, no hay respiradores y ahí colapsa el sistema de salud. Gente muere hasta sin tratamiento”, dijo el reconocido médico, quien desde hace un mes decidió guardarse en su casa de forma preventiva.

Vázquez Quintana sostuvo que según se hacen más pruebas y llegan los resultados, van a ir aumentado los casos, habrá un alza en las muertes y las admisiones en los hospitales crecerán en las próximas dos semanas.

“La gobernadora (Wanda Vázquez Garced) puso el distanciamiento personal hasta el 12 de abril, pero lo va a tener que extender porque en un mes usualmente este ajuste no ocurre. Vamos a tener más y más casos y entonces vemos si los hospitales se van a saturar, si las camas de intensivos se van a llenar y los respiradores son insuficientes, entonces el sistema de salud colapsaría”, abundó el galeno.

“Sí, creo que el sistema podría colapsar, pero no quiero exagerar porque no tengo datos estadísticos. Aunque eso es lo que ha ocurrido en otros países”, afirmó Vázquez Quintana, quien además, subrayó que posiblemente algunas de las muertes asociadas con este coronavirus no se hayan contabilizado.

“Hay incertidumbre con los muertos por este virus. En (el huracán) María aquí hubo un desorden, no sabíamos cuántas personas habían muerto y tuvieron que venir dos universidades americanas a decirnos qué fue lo que pasó. Ahora, María Conte -que está en Ciencias Forenses- ha dicho que no hay que hacerle autopsias a estos pacientes y los doctores que los vean, pueden decir que tenían pulmonía, fiebre y el último diagnóstico, COVID-19, pero ahí se nos va a colar algunos pacientes que tengan pulmonía con otras razones porque no tenemos prueba de laboratorio para decir que eso es así”, expresó.

El exsecretario de Salud consideró, además, que la Reforma de Salud “es un componente grande de la crisis”.

Elogió a la gobernadora por imponer el toque de queda antes que Nueva York y dijo que si la gente se queda en sus casas, en vez de llegar al pico rápido del virus, la curva de casos podría subir poco a poco y no se sature el sistema de salud.

Si por el contrario, la crisis salubrista empeora, los hospitales se llenan y no hay alternativas, el galeno dijo que ha recomendado a neumólogos y a la comunidad médica, un estudio de 2006 que establece que se podrían conectar dos y hasta cuatro personas a un respirador, bajo ciertas circunstancias.

Dijo que “eso se hizo en la masacre de Las Vegas en 2017”, aunque sostuvo que cuando la persona infectada con el COVID-19 llega a la etapa en que tiene que ser conectada a un respirador tiene pocas posibilidades de sobrevivir.

“No hay alternativas. Lo he advertido para que cuando esto ocurra (el pico) no nos coja en pañales. Es una cosa difícil de hacer, pero lo pueden hacer hasta en el Hospital de Veteranos de aquí y montar hasta cuatro en un respirador. Lo único que tienen que hacer es coger a personas más o menos del mismo peso y que tengan un pulmón más o menos parecido, para que el respirador le pueda empujar lo que se llama el volumen tidal, que es lo que uno inhala y exhala con cada respiración”, explicó Vázquez Quintana.

Dijo que sería terrible, como ha ocurrido en otros lugares, que los médicos y el personal hospitalario -al no tener respiradores suficientes- tengan que escoger entre salvar las vidas de personas más jóvenes y sacrificar a los viejos.

Sostuvo, además, que al nuevo secretario de Salud, Lorenzo González Feliciano, “le toca enderezar la agencia y devolverle la credibilidad” ante el pueblo.

Indicó que González Feliciano debe hacer una evaluación de los contratos que otorgó Mabel Cabeza cuando era la jefa de personal de la agencia y a quien esta semana despidió en medio de la controversia por el paradero de las pruebas para detectar el COVID-19.

“Tiene que enderezar la casa”, afirmó Vázquez Quintana, quien agregó que las irregularidades que se le atribuyen a Cabeza “que las investiguen las comisiones de Salud del Senado y la Cámara y asignen responsabilidades".