Las ocupaciones que tendrán mayor demanda en Puerto Rico en los próximos siete años serán las de guardias de seguridad, vendedores, enfermeras graduadas y cajeros, según las proyecciones de empleo para el año 2018 que preparó el Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH).

Para esa fecha, se estima, el grueso de los empleos estarán en el área de servicios y se espera una reducción en plazas en las industrias que se dedican a la producción de bienes, incluyendo la manufactura y la agricultura.

“Las industrias que proyectan crear más empleos para el 2018 son: servicios profesionales y comerciales; servicios educativos y de Salud; Comercio, Transportación y Utilidades; Recreación y Alojamiento; Actividades Financieras; Información y Otros Servicios, excepto gobierno”, concluye la publicación que preparó el Negociado de Estadísticas del Trabajo del DTRH.

El mismo se supone que cubra el periodo entre el 2008 y el 2018.

Proyecta, por otro lado, que los grupos industriales que tendrán una pérdida de empleos serán: Minería, Agricultura, Silvicultura, Pesca y Caza; la Manufactura; y el Gobierno. El estudio prevé un crecimiento mínimo en la industria de la construcción.

La agencia aclara que estas proyecciones de industrias y ocupaciones no son pronósticos precisos, pero afirma que son “indicadores de dirección general e intentan medir el impacto de las transformaciones industriales dentro del mercado laboral de Puerto Rico”.

El estudio proyecta un empleo total en Puerto Rico para el año 2018 de 1,177,379 personas, que representaría un incremento de 5.31 por ciento, o 59,384 empleos con relación al año 2008, cuando el empleo total se estimó en 1,117,995.

Ganan y pierden

Sostiene el estudio que las industrias que producen servicios aumentarán su representación en el empleo total del país de un 74.5 por ciento que tuvieron en el 2008 a un 76.6 por ciento en el 2018.

Por el contrario, agrega, las industrias que producen bienes, que en el 2008 representaban el 14.9 por ciento del empleo total, representarán apenas un 13.2 por ciento de este en el 2018.

Además de las antes mencionadas, las ocupaciones que tendrán aumento en su demanda en el 2018 incluyen auxiliares de salud en el hogar, oficinistas de almacén y despacho de órdenes, maestros de nivel primario elemental, sin incluir los de educación especial, y para los cocineros de comida rápida.

Otros que tendrán demanda para esa época serán los analistas de sistemas de redes y comunicaciones de datos; técnicos de farmacia; asistentes de entretenimiento y relacionados; asistentes de servicios fúnebres; ingenieros de diseño de programas de computadoras; instaladores de sistemas de seguridad y alarmas de incendios; asesores en finanzas personales y los tecnólogos y técnicos cardiovasculares.

En el otro lado de la moneda, las ocupaciones que reducirán su demanda en los próximos años son las de operadores y encargados de máquinas para fabricar calzados, coser y fabricar papel, así como alimentadores y descargadores de máquinas, oficinistas de órdenes y archivo y los ordenadores, procesadores y operadores de máquinas para el procesamiento de correspondencia del servicio de correos.

“De las 30 ocupaciones detalladas que proyectan la mayor disminución o pérdida de empleo, 12 pertenecen a ocupaciones relacionadas con la producción y 10 pertenecen a ocupaciones de oficina y de apoyo administrativo”.

Poca educación y poca remuneración

Al evaluar estas proyecciones, el director de política pública del Centro para la Nueva Economía, Sergio Marxuach, indicó que, si bien la reducción en el empleo de manufactura es consistente con la transición hacia una economía posindustrial, donde el sector de servicios tiene un peso relativamente mayor, “es preocupante que la mayoría de los trabajos nuevos en el sector de servicios aparentan requerir poca educación y proveen baja remuneración”.

Llamó además la atención al hecho de que el número de trabajos a crearse entre el 2008 y el 2010 “no es suficiente para mantenerse a la par con el aumento en la población en edad de trabajar durante ese periodo”. Advirtió que por esa razón “podríamos esperar que la tasa de desempleo aumente durante este periodo, a menos que baje más la tasa de participación laboral”.

Destacó igualmente que el informe proyecta la creación de cerca de 60,000 empleos entre el 2008 y el 2018, lo que “no cuadra con la proyección de empleos que el propio Gobierno espera generar con su flamante Modelo Estratégico para una Nueva Economía (MENE), anunciado en septiembre de 2009”.

Recordó que en la presentación oficial de dicho plan se indicó que la propuesta gubernamental habría de generar mas de 230,000 empleos entre el 2009 y el 2017. “Una de las dos proyecciones tiene que ser errónea”, señaló.