El contrato millonario que firmó la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) con LUMA Energy tiene una cláusula de “fuerza mayor” que permitiría que la empresa creada en 2020, se quite, en caso de que un temporal como el huracán María haga colapsar el sistema eléctrico y la Isla sea declarada zona de desastre por el gobierno federal.

Así lo admitió hoy el director ejecutivo de la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (AAFAF), Omar Marrero, en las vistas públicas de la Comisión de Energía de la Cámara, que pasa juicio sobre el laudo por más de $2 mil millones.

A poco tiempo de la temporada de huracanes, que comienza el 30 de junio próximo, el funcionario reconoció también que todavía el gobierno no ha comenzado con el proceso de transición de los empleados de la AEE, que pasarían a otras agencias públicas.

“Según dispone el contrato, si se da una causa mayor se pudiera excusar el cumplimiento del contrato por parte de LUMA, dijo Marrero a preguntas del presidente de la comisión legislativa, Luis Raúl Torres.

“¿Esa parte del contrato en caso de un huracán, como María, le permite a LUMA que se agarre de esa cláusula de fuerza mayor y puedan rescindir de ese contrato sin ninguna consecuencia, irse de Puerto Rico y dejarnos el sistema?”, le preguntó el legislador, no sin antes advertirle que estaba declarando bajo juramento.

“Sujeto a lo que dice el contrato sí. Si se da el evento de causa mayor, sujeto a lo que dice el contrato, pudiese darse la circunstancia donde LUMA como parte del contratante estuviese excusada de su cumplimiento en el contrato”, dijo Marrero.

“¿Eso está ahí para que LUMA se pueda excusar y no tenga que responderle al pueblo de Puerto Rico?”, le inquirió el legislador.

“Se da como un mecanismo para ante un evento extraordinario -que Dios no quiera- se pudiese excusar del cumplimiento”, sostuvo Marrero, quien fue parte del comité que negoció el contrato de LUMA y también es parte del comité timón de fiscalización de la transacción que nombró el gobernador Pedro Pierluisi.

“¿Usted le puede decir a Puerto Rico que eso es razonable para el interés público?”, cuestionó Torres.

“Eso es razonable en este tipo de contrato”, respondió el director ejecutivo de AAFAF.

El Presidente de la comisión legislativa también confrontó a Marrero con expresiones que hizo con anterioridad en las vistas públicas el presidente de las Alianzas Público Privadas, Fermín Fontánez, en el sentido de que aparentemente se excluía las causas atmosféricas como motivo para rescindir del contrato.

Torres también comparó el escenario de que LUMA desista de la contratación con lo que está ocurriendo en el estado de Texas con el sistema eléctrico bajo el dominio de unas compañías que se acogieron a la quiebra. “Si aquí nos coge un huracán María y si para LUMA no es costo efectivo manejar eso, LUMA se va a la Ley de Quiebra y se acabó. Eso es lo que está pasando en Texas”, indicó.

Fuera de las vistas, Marrero dijo a periodistas que el artículo 14 del contrato dispone que tanto el administrador como el operador tienen la facultad para cancelar de manera temprana el contrato en la eventualidad de que se diera un desastre natural, definido en el contrato.

“Tiene que ser una causa mayor, una declaración de desastre y en caso de un huracán, por ejemplo, que el impacto y el servicio se haya afectado por un período de 120 días o más. Aunque entiendo la preocupación que puede crear a simple vista esa cláusula, no nos debe sorprender porque todo contrato de ejecución tiene una cláusula de excusar el incumplimiento en un caso de causa mayor, pero causa mayor no es cualquier lluvia, no es cualquier huracán o tormenta. Aquí no todos los huracanes, no todas las tormentas duran 120 días. Así que en ese sentido es un evento bien extraordinario que nadie quiere que ocurra, pero si ocurriese, tanto el operador como el gobierno de Puerto Rico pudiesen cancelar tempranamente ese contrato”, expresó el funcionario.

Dijo que se comprometió con estudiar las preocupaciones de los legisladores, “pero nos preocupa el que se interprete de manera aislada y llame a una revisión cuando no necesariamente ha sido extraordinaria la cláusula y es algo que normalmente se incluye en contratos de ejecución de obra”.

Marrero fue cauteloso al reaccionar a los reclamos de algunos legisladores novoprogresistas de que el contrato sea enmendado para garantizar los derechos adquiridos de los trabajadores de la AEE. “Hay que ser responsable porque distinto a otro contrato que puede ser una subasta para la gerencia de alguna facilidad del gobierno, este es un proceso de APP que conllevó dos años, inversión de tiempo y recursos, y tiene un impacto en cuanto a la reputación de Puerto Rico en el mercado. Sí se van atender las preocupaciones, pero es un poco prematuro señalar que el contrato se tiene que enmendar para atender algunos de esos eventos porque las preocupaciones principales siempre han sido las tarifas y los empleados, y entendemos que están debidamente atendidas”, expresó.

Sobre la transición de los empleados, dijo que “es prematuro porque en realidad no sabemos cuál va a ser el plan de movilidad, cuáles van a ser las opciones que tienen los empleados, si pueden entrar a un prerretiro o entrar a otra agencia gubernamental”.

“(Marrero) reconoció bajo juramento en su ponencia que luego de un huracán, LUMA podría recoger los bártulos y desaparecerse del País dejándonos a Puerto Rico con toda una situación de reconstrucción del sistema eléctrico. Si esa esa es la interpretación que bajo juramento él hace y le dije incluso que LUMA utilizaría incluso su testimonio para argumentar en corte, es una situación indignante y terrible para el País”, dijo por su parte, el representante independentista, Denis Márquez.

“Desde antes, pero cada día que vengo a una vista me reafirmo en que este contrato es horrible y que es una situación perdidosa para el País. Con esas contestaciones hoy, de que bajo un acto de Dios (fuerza mayor), bajo una situación crítica del País, LUMA puede desaparecerse y dejarnos -luego de desmantelada la AEE, luego que empleados estarán en diversas agencias y otros fuera de Puerto Rico- para empezar una reconstrucción. Nadie quiere un huracán, pero vivimos donde vivimos y esa puede ser una realidad”, sostuvo Márquez Lebrón.