Una mirada al camino recorrido le provoca sorpresa a María de Lourdes Santiago. 

La mujer fuerte, intensa y brava en la que se convirtió no tenía entre sus planes sumergirse en la política.

“Yo no pensaba entrar a la política. Eso no era un propósito. Yo quería ser maestra y después quería ser abogada”, compartió la aspirante a la gobernación por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP). 

El largo trayecto ha sido trazado por sí misma. No obstante, la adjunteña de 48 años de edad ha contado con el apoyo de seres queridos como su hermana Carmen Santiago. “Yo la admiro grandemente, y la gente no tiene idea del esfuerzo, el trabajo, la estámina que tiene; la cantidad de trabajo que hace desde el amanecer hasta tarde en la noche por tantos pueblos, sin descuidar nunca lo que es la crianza de su hijo”, dijo ante la presencia de María de Lourdes en un apartamento familiar en Miramar donde atendió a este diario en medio de la “locura” de los últimos días previos a los comicios.  

Ya desde su niñez, la mujer que domina muy bien el arte de la oratoria –e incluso las interpretaciones de stand up comedy que solía hacerle a su familia–  había abrazado el ideal independentista porque es “una cosa como instintiva” que se desarrolló en contra de la defensa de sus progenitores por el Estado Libre Asociado. “Papi y mami son bien populares, bien populares, bien populares, pero bien populares”, destacó entre risas. Pero en su casa “como que no se hablaba mucho de eso (su ideal)” hasta que un día don Ernesto “Tito” Santiago y doña Haydee Negrón se enteraron que María de Lourdes y su hermana eran  funcionarias de colegio del PIP. “Eso no cayó bien”, recordó.

Sin embargo, la también senadora por dos cuatrienios  conquistó la admiración y apoyo  de sus padres.

Inició entonces una ruta que la ha llevado a ocupar varios puestos en el PIP, evidencia de su convicción de alejarse de la zona de confort. “Mucha gente pensaba que lo natural era que yo me quedara en el Senado… Yo quería hacer otra cosa y quería también que los temas que yo he estado desarrollando tuvieran esta plataforma… Yo fui la que dije: “Yo quiero ser candidata”, apuntó la licenciada, quien también tiene un bachillerato en Drama.   

Y así fue. Hoy confiesa que “es un poco raro” cuando está en la internet y ve su imagen. Aún recuerda que la primera vez que su hijo José Julián, de 12 años, vio su rostro en los afiches gritó: “¡Mamá! ¡Mamá!”. María de Lourdes ha intentado balancear sus días durante este año electoral, aunque “a veces, la realidad es que no hay balance”,  para estar con su hijo  y  pareja, Orlando Flores, aspirante a representante.

Pero ya se está acercando el fin de esta etapa en la que espera que el PIP logre mantenerse inscrito, el “gren reto”. 

¿Qué pasará cuando termine? “Mis aspiraciones son bastante modestas”, añade entre risas. “Yo quiero, por ejemplo, limpiar las ventanas de mi apartamento, quiero organizar mis gavetas... ir al cine con mi hijo”. Pero, en el plano serio, dijo que “no me angustia lo que va a pasar, en términos políticos, va a haber taller en cuanto al tema del status”.