Más de 900 profesionales de enfermería y médicos han sido trastocados por el COVID-19 en la isla
Preocupación por el aumento en casos de coronavirus y de otras coinfecciones como el dengue, micoplasma e influenza y piden a gobernadora considerarlo en próxima orden ejecutiva.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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Más de 800 enfermeros y 116 médicos se han contagiado con COVID-19 y han tenido que recurrir a cuarentena en Puerto Rico desde que comenzó la pandemia, una crisis sanitaria que ha causado la muerte de unos 17 de estos profesionales de la salud y que mantiene preocupado a líderes del sector ante el dramático aumento de casos de coronavirus que se ha registrado en la isla en las últimas semanas.
Así lo expresaron a Primera Hora el presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, Víctor Ramos; y el portavoz del Colegio de Enfermería Práctica, Julio Irson, al reiterar que la próxima orden ejecutiva impulsada por la gobernadora Wanda Vázquez Garced – como medida cautelar para desacelerar los casos de coronavirus en la isla- debe tomar en cuenta este escenario y el hecho de que hay otras coinfecciones que agudizan el panorama como lo son el dengue, el micoplasma y la influenza.
Esta tarde la Primera Ejecutiva dijo que aun no ha decidido si se tomarán medidas más restrictivas en la próxima orden ejecutiva que entrará en vigor el próximo sábado 14 de noviembre. “[…] no quisiera tomar medidas más restrictivas, pero si es la única alternativa porque nuestra gente hay que protegerla, nosotros no tendremos ningún inconveniente en hacerlo y lo haremos. Pero no quisiéramos llegar a esto”, dijo la gobernadora.
Por su parte, Irson dijo a Primera Hora que la métrica de vigilancia que lleva el Colegio de Enfermería indica que los contagios en estos profesionales llegan a más de 800. “Son personas que de alguna manera u otra se contagiaron y estuvieron expuestos al virus, por lo que fueron identificados en el sistema de rastreo y tuvieron que cumplir una cuarentena de entre 10 a 14 días… lamentablemente, también hemos tenido ocho fallecimientos”, manifestó.
Denunció que la preocupación actual es que el aumento de casos reflejado en la ciudadanía se percibe también en los hospitales, provocando que el riesgo de infecciones en profesionales de la salud aumenten.
“Hay una sobrecarga, tenemos al personal agotado debido a todo el trabajo que ha generado la pandemia… los profesionales de la enfermería, en muchas ocasiones, están trabajando turnos de 12 horas para cubrir el vacío que deja el personal que tiene que ser retirado a cuarentena o aquellos que han decidido renunciar para no contagiarse o exponer a sus familias. Nuestros enfermeros y enfermeras están cansados y en riesgo de que todos estos factores afecten su sistema inmune ante la falta adecuada de descanso”, explicó.
Mencionó, por ejemplo, el caso de un hospital en la capital que tuvo que cerrar el departamento de cirugía debido a que “el 90% de las personas que trabajan en esa área se contagiaron… no tuvimos un departamento tan importante como ese operando”. Asimismo, señaló que en una sala de emergencia de otro hospital de la zona metropolitana tuvo una crisis debido a que el 85% de su personal contrajo el virus. “Hubo que traer personal de otras áreas a cubrir… trabajaron turnos de 12 horas”, dijo.
“Ahora mismo tenemos dos brotes en desarrollo, uno en un hospital de Hato Rey, con personal de enfermería y de enfermería administrativa. Estamos hablando de que los brotes se volvieron comunitarios y al haber aumentos de casos eso provoca que nuestra clase profesional se exponga más. Y eso no significa que la institución no esté proveyendo los equipos de protección personal, porque no necesariamente es eso. Pero tenemos también el factor de un exceso de trabajo porque no hay suficiente gente y eso es detrimental para el sistema inmunológico de nuestra gente”, agregó.
Sostuvo que la situación empeora al considerar que a pesar de que el sector público inició un proceso de reclutamiento, son pocas las personas que han solicitado los puestos de enfermería. Adjudicó el asunto a la poca remuneración económica que se le ofrece a los profesionales de la salud. “Ahora se complica mucho más porque la Junta de Supervisión Fiscal acaba de frenar el aumento que se aprobó al enmendar las leyes 27 y 28… ahora es cuando más enfermeros y enfermeras vamos a necesitar con este repunte de casos de COVID y con todos los casos de dengue que están llegando a nuestros hospitales. Está llegando gente bien grave con el dengue y con lo que hemos llamado una mutación del virus del COVID”, manifestó al indicar que en Puerto Rico hay unos 70,323 profesionales de enfermería entre el sector público y el privado.
“Por todo esto que estoy explicando es que la clase médica y de enfermería vamos a recomendar que la nueva orden administrativa sea más restrictiva. Sabemos que la economía ha sido trastocada durante los últimos años y ahora se agudizó más, pero nos preocupa esta situación”, dijo Irson.
Por su parte, el presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, dijo que a la fecha 116 médicos se han contagiado con el virus desde que comenzó la pandemia en marzo. De estos, actualmente, hay 10 hospitalizados. “De los hospitalizados tenemos a siete en intensivo y a una doctora intubada”, explicó Ramos al agregar que en total nueve galenos puertorriqueños han perdido la vida a causa del SARS-CoV-2. Recientemente, la clase médica expresó luto por la muerte del doctor Benjamín Rodríguez Cotto, exdirector de Sala de Emergencias del Centro Médico, en Río Piedras.
“Hemos visto un alza en casos de COVID y eso se ha reflejado en aumentos en médicos con infecciones porque han estado atendiendo a pacientes con la enfermedad… y sí, nos preocupa”, dijo Ramos.
Hoy el secretario de Salud, Lorenzo González, admitió que la tasa de positividad del virus aumentó en las últimas semanas de siete a entre nueve y 11%. Mientras, el sistema de monitoreo del Puerto Rico Public Health Trust ubica a la isla en un nivel naranja de alerta, el cual indica que se deben tomar medidas restrictivas para controlar la propagación del virus que al día de hoy ha provocado la muerte de 872 personas. Mientras, el total de casos confirmados alcanza 37,999 y los sospechosos 34,066.
Del total de casos confirmados, 11,243 fueron registrados en octubre. En lo que va de noviembre se han diagnosticado 779 casos y reportado 19 muertes. “Están muriendo entre cinco a siete personas diariamente... estamos consciente de eso”, dijo el secretario de Salud al pronosticar que finalizando el año los fallecimientos pudieran alcanzar los 1,200 o 1,300 casos. En cambio, negó que haya un ataponamiento de pacientes con COVID-19 en los hospitales del país. Sin embargo, no habló de la crisis en personal de enfermería y médicos.
“Lo que me preocupa de ese modelo, que es la base para evaluar aperturas o cierres, es que solo mide los contagios de COVID en la isla y no assume otras condiciones que estamos viendo como influenza, micoplasma, dengue… de hecho, el dengue ha aumentado dramáticamente en el último mes y eso el Departamento de Salud todavía no lo ha reportado, pero ya lo veremos en los informes. Y es un dengue bien complicado que está llevando a los pacientes a intensivo. Así que se debe actuar a base de todas estas coninfecciones y no solamente por el COVID”, indicó Ramos al recordar que cuando la gobernadora firmó la actual orden ejecutiva, el pasado 16 de octubre, el índice de riesgo era menor (amarillo) que el que se percibe en estos días.
“Lo que me preocupa es que viene la época de bonanza económica para los negocios con las ventas de Navidad… es una situación complicada. Nosotros damos recomendaciones pero es la gobernadora la que tiene que analizar todo y tomar la decisión”, dijo el presidente del Colegio de Médicos al agregar que el grupo científico y del sector privado se reunieron el pasado viernes y harán lo propio, nuevamente, esta semana.
“Lo que sí es claro es que hubo dos meses que ni subíamos ni bajábamos (los casos confirmados). Sin embargo, llevamos un mes en una subida continua de contagios. En octubre empezamos con unos 200 casos diarios y vimos que terminó casi en 500 casos diarios. Y este virus puede ser bastante predecible para saber que si aumentan los casos, aumentarán las hospitalizaciones, los pacientes en intensivo y las muertes… todo eso lo vamos a estar viendo en aproximadamente dos semanas”, indicó al recordar que para ese periodo se debe estar percibiendo también el efecto de las aglomeraciones en caravanas políticas y en el evento electoral del 3 de noviembre.
Por su parte, Bianca Valdés, candidata doctoral en Inmunología y codirectora de la Iniciativa de Política Pública Científica (PR-SPAN), coincide en que urge tomar medidas restrictivas para contener los contagios de coronavirus en la isla.
“Definitivamente, la orden ejecutiva actual como está no está teniendo efectos beneficiosos para contener el virus. Tiene que haber más restricciones regresando a una fase 2”, dijo Valdés.
Explicó que una fase 2 implicaría limitar a un 25% la ocupación de restaurantes y centros comerciales y ordenar el cierre de gimnasios, casinos y otros comercios que propicien aglomeración en ambientes cerrados.
“Me preocupa la poca información que se le está brindando al pueblo sobre lo que está ocurriendo, más allá de los informes diarios que reporta el Departamento de Salud. La ciudadanía requiere saber lo que ocurre en los hospitales y lo que pasa en términos del repunte de contagios y mucho más cuando nos acercamos a festividades como Thanksgiving y Navidades, fechas en las que se espera que muchas personas lleguen a la isla a visitar a sus familiares… no he visto un plan de acción dirigido a ese asunto en particular. Además, no hemos visto un plan de acción de hospitales cuando se ha visto un alza en los ingresos. No se trata de tener mil camas disponibles. Aquí la pregunta es: ¿tenemos el personal médico disponible? Todo esto hay que tomarlo en consideración al tomar decisiones sobre aperturas o cierres”, sentenció al advertir que “Puerto Rico está en un nivel crítico, respecto al virus, y si no se toma una decisión inmediatamente vamos a perder el control no solo en los hospitales, sino también en el rastreo”.
La actual orden ejecutiva entró en vigor el 16 de octubre con vigencia de cuatro semanas, por lo que culmina este viernes 13 de noviembre.
Actualmente, hay un toque de queda de 10:00 de la noche a 5:00 de la mañana. Los establecimientos comerciales y restaurantes están autorizados a operar con un 55% de ocupaci;on. Mientras, los casinos, cines, gimnasios- pueden operar con un 30% de ocupación. Este restricción aplica también a las piscinas de hoteles y de complejos de vivienda. Mientras, la actual orden dio paso a la operación de servicios de transporte colectivo: guaguas de la Autoridad Metropolitana de Autobuses (AMA) y el Tren Urbano.