Más de una tercera parte de los municipios de Puerto Rico -29 pueblos- tienen una tasa de positividad de COVID-19 mayor a 5.1% y en términos de la población general la cifra porcentual se ha elevado exponencialmente en los últimos 10 días de un 6% a un 10%.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los científicos que estudian la enfermedad han reiterado que la tasa de positividad- es decir el porcentaje de personas que dieron positivo al virus entre todas aquellas que se hicieron la prueba molecular- es el indicador para guiar las reaperturas, flexibilizaciones de restricciones y las políticas públicas de los gobiernos durante el manejo de la epidemia. La recomendación es que el porcentaje debe estar por debajo del 5% durante 14 días para mantener control del virus en las jurisdicciones.

Es un dato -que al igual que el rastreo de contactos- no puede pasar desapercibido y que mantiene en alerta a expertos como Rafael Irizarry, profesor de bioestadística en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard; y el doctor José Rodríguez Orengo, científico, investigador y director ejecutivo de Puerto Rico Health Science Trust, un programa creado por el Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico.

Ambos conversaron con Primera Hora sobre la tendencia de la enfermedad que provoca el virus SARS-CoV-2 en los municipios de la isla y las repercusiones que tendrá para la población si esas tasas de positividad por regiones no bajan en la próxima semana.

Un análisis realizado diariamente por Irizarry indica que de los días 11 al 24 de julio los municipios con mayor tasa de positividad en la isla son: Yauco (18.4%), Ciales (17.6%), Comerío (14.6%), Maricao (14.6%) y Luquillo (14.5%). En su contraparte, según los datos analizados por el científico, en las últimas dos semanas, los pueblos con menor tasa de positividad son Utuado (1.8%), Humacao (1.9%) y Las Piedras (2.0%).

En cambio, según Rodríguez Orengo, hay otros ayuntamientos en la región sur y oeste de Puerto Rico que se mantienen bajo el radar de las autoridades pues han mostrado un alza consistente en casos confirmados por pruebas moleculares.

“Es tarea de los equipos de vigilancia de cada pueblo determinar el patrón epidemiológico en las comunidades y procurar realizar pruebas moleculares de acuerdo a sus poblaciones para mantener estabilidad en los números que se ofrecen al público”, dijo al agregar que la preocupación con estas áreas es la vulnerabilidad que tienen sus poblaciones a causa de los estragos ocasionados por los terremotos de principio de año y la secuencia sísmica que se registra desde entonces.

El investigador explico que elaboró un mapa en el que se detallan los municipios con tasas por debajo del 3%, los que promedian entre 3.1% y 5% y los que sobrepasan el 5.1% a fin de que, por ejemplo, el Departamento de Educación tenga una noción de qué escuelas pudieran ofrecer clases virtuales y cuáles de manera presencial.

En total, 29 municipios sobrepasan el 5.1%, 24 se mantienen entre el 3.1% y el 5% y 25 tienen una tasa de positividad por debajo de un 3%.

“Un caso que llama la atención es Yauco donde hubo inicialmente positividad que alcanzó el 5% en abril y ya para mayo bajó drásticamente. Pero para junio y julio se disparó nuevamente… cuando se hace el análisis vemos que ahí hubo una situación con un Dj que va a una fiesta en Mayagüez en donde se contagia, pero luego va a una fiesta familiar un domingo en el que habían numerosas personas y, de repente: !pum! Volvieron los casos y fue por esa situación familiar. En ese caso el Fideicomiso está dando apoyo al epidemiólogo… ellos están haciendo un buen trabajo de rastreo de contactos y en algún momento dado daremos la información al público”, agregó Rodríguez Orengo al mencionar que situaciones similares se han observado en Guayanilla y otros pueblos de la región suroeste.

Al momento, 21 municipios reciben asesoramiento del Fideicomiso. Mientras, unos 70 ayuntamientos han organizado un Sistema de Vigilancia Epidemiológica en sus jurisdicciones en colaboración con el Departamento de Salud. Cada municipio que presentó propuesta recibió fondos federales para estos fines.

En el caso de Ciales, el epidemiólogo del municipio Luis Xavier Mayol, dijo a Primera Hora que desde junio confrontan problemas con varios brotes, entre estos el notorio caso de la viajera que llegó de Massachusets a cuidar de un familiar y celebrar un cumpleaños. Dos semanas después de su arribo a Puerto Rico la mujer falleció. El equipo de rastreo identificó 17 personas contagiadas a raíz de este caso, casi todos residentes del barrio Jaguas.

“Sin embargo, pudimos contener esa cadena de transmisión e identificado otras que se están desarrollando en la llamada Ruta del Chinchorreo. Aunque la gobernadora (Wanda Vázquez Garced) mandó a cerrar los bares, estos lugares operan como restaurantes y hemos observado que sigue la pachanga… del 1 de julio para acá se han duplicado otra vez los casos. El motor y la gasolina de este virus en Ciales son los chinchorros, de eso no hay duda”, dijo el epidemiólogo al indicar que al momento hay 49 casos activos en el municipio, 50 en vía de recuperación y 9 probables. La edad promedio de los contagiados es de 44 años.

“Estamos contemplando poner unos puntos de cotejo en el barrio Jaguas, que es donde están concentrados muchos de los chinchorros… y se hará la recomendación también de que, al menos por dos semanas, se deje de vender bebidas alcohólicas en lo que los casos bajan”, indicó.

En Comerío, el alcalde Josean Santiago, adjudica la tasa de positividad alta a los brotes que se han identificado en las últimas dos semanas relacionados a viajeros que han llegado de Estados Unidos y han participado de actividades familiares en el pueblo montañoso.

“Tengo a dos epidemiólogos al frente del proyecto de rastreo y se le están dando seguimiento a los casos. Además de que tenemos comunicación directa con los consultorios médicos, salas de emergencia y laboratorios”, indicó.

Como medida cautelar en Comerío se creó un centro de aislamiento para personas diagnosticadas con COVID-19 el cual les provee habitación privada con baño, internet y seguimiento médico y de psicología.

“Es el único en Puerto Rico, actualmente, e incluso hemos recibido viajeros que han sido referidos por el Departamento de Salud como fue el caso de una pasajera que venía de transferencia para Islas Vírgenes pero se le detectó el virus en el aeropuerto… la recibimos aquí y no tuvo quejas del servicio que es totalmente gratuito y disponible para aquellas personas que no tienen dónde pasar la cuarentena pues donde viven podrían poner en riesgo a otros miembros de sus familias”, sostuvo el alcalde.

Primera Hora hizo múltiples esfuerzos por conseguir a los alcaldes de Luquillo (Jesús “Jerry” Márquez) y Maricao (Gilberto Pérez), pero no respondieron a llamadas telefónicas.

“Con estos datos lo que queremos es mostrar que hay que tener cautela. Se trata de identificar dónde se están dando esos positivos y tratar de buscar los contactos… es una manera de tratar de apaciguar dónde están ocurriendo los positivos y mantener la cadena de contacto en cuarentena”, dijo Irizarry al aclarar que los datos que se ofrecen a través de https://rconnect.dfci.harvard.edu/covidpr/?s=09 deben revisarse con atención pues pueden variar debido a que hay pocas pruebas reportadas en la última semana. Hace unos días trascendió el problema de escasez de reactivos que hay en Puerto Rico para procesar las pruebas moleculares. El contratiempo se ha agudizado más en los laboratorios privados. En cambio, el secretario de Salud, Lorenzo González, dijo a Primera Hora esta semana que en el caso del Laboratorio de Salud de la agencia hay productos suficientes para realizar, incluso, 1,000 pruebas diarias.

En la mirilla toda la isla

Antes de analizar el escenario actual de positividad en todo Puerto Rico, Irizarry y Rodríguez Orengo recordaron que en términos generales esta tasa se redujo de un 11.3% que hubo a finales de marzo a un 0.9% para principio de mayo.

Detallaron que durante siete semanas el comportamiento se mantuvo en un nivel favorable pues casi no se registraban casos positivos a COVID-19 en Puerto Rico. Para esas fechas se realizaban entre 3,000 y 4,000 pruebas diarias, un número que se considera favorable para tabular la tasa de positividad tomando en cuenta la población de 3.1 millones de personas que hay Puerto Rico.

En cambio desde finales de junio los casos confirmados comenzaron a subir nuevamente levantando preocupación pues ya para la semana que comenzó el 12 de julio el porciento de positividad se había elevado a casi un 6%.

Esa misma semana, el 16 de julio, la gobernadora Wanda Vázquez Garced, por la urgencia solicitada a través de diversos científicos de la isla, incluyendo miembros del Task Force Médico, regresó a estrategias de prevención que fueron implantadas al comienzo de la pandemia para tratar de desacelerar los casos y el número de hospitalizaciones registradas en la isla. Por ejemplo, la última orden ejecutiva que comenzó el 17 de julio y culmina el 31 de julio ordenó el cierre de bares, casinos, gimnasios y las playas. Además, se impuso un cierre comercial de 24 horas para el domingo 26 de julio. Mientras, se retrasó la apertura al turismo externo para agosto.

Hoy, diez días después de las nuevas imposiciones, la tasa de positividad de casos de COVID0-19 en Puerto Rico aumentó a un 10%.

En Puerto Rico, la curva de contagios del virus aumentó de menos de 100 casos positivos por semana a 200 para la primera semana de julio.

Pero el golpe fuerte llegó recientemente pues en los pasados 10 días las cifras han fluctuado entre 156 y 325 casos diariamente. En total, en ese periodo de poco más de una semana se han confirmado 2,090 casos positivos a COVID-19 en la isla. El cambio ha sido exponencial, coinciden los investigadores.

¿Cuándo será momento de tomar una decisión y saber si las últimas restricciones han sido efectivas o, si de lo contrario, hay que hacer ajustes más severos?

“Esa es la pregunta de los 64,000 chavitos… por lo menos hay que esperar una semana más para ver qué ocurrirá. Se esperaba que iba a subir los casos. No estoy sorprendido por eso. La pregunta es: ¿cuándo va a bajar?, ¿cuándo surgirá ese segundo pico?”, manifestó Rodríguez Orengo al expresar.

“Pero mientras no veamos que haya bajado tenemos que mantenernos como estamos o apretar las restricciones… ya demostramos como ese menos de 1% de tasa de positividad que tuvimos durante siete semanas que tenemos la capacidad y responsabilidad social para hacerlo”, reiteró al explicar que también se pueden evaluar acciones regionalizadas a los municipios más afectados. “Yo estoy preocupado todavía porque, aun con la orden ejecutiva, veo personas y grupos que por alguna razón no están tomando en serio la situación que tenemos en este momento... y tenemos la preocupación del aeropuerto”, agregó en referencia a los cerca de 5,000 viajeros que llegan diariamente a Puerto Rico y al hecho de que sólo el 80% de estos está cumpliendo con el mandato del gobierno de traer resultados negativos de COVID-19.

Irizarry, por su parte, dijo que lo positivo y lo que lo mantiene “optimista” dentro de todo el panorama “es que el gobierno está tomando decisiones en bases científicas”.

Mientras, los investigadores invitaron a la población a participar a través de https://survey123.arcgis.com/share/a3048427fc3f4115ad4ea1ffb37339c9?portalUrl=https://gis.prsciencetrust.org/portal de una encuesta que busca conocer las preocupaciones o dudas de la ciudadanía referente al COVID-19. Los hallazgos se utilizarán para la elaboración de un material educativo que busca aclarar preguntas y eliminar mitos con evidencia recopilada durante la emergencia.