Políticos y ciudadanos destacaron hoy la trayectoria política y el carácter fogoso del ex gobernador Carlos Romero Barceló en un homenaje póstumo que la Asamblea Legislativa le rindió al líder estadista fallecido el domingo a los 88 años de edad de una afección pulmonar.

La ex senadora Melinda Romero Donelly, hija menor de Romero Barceló agradeció a nombre de su familia las muestras de solidaridad en el acto protocolar que se llevó a cabo en la Rotonda del Capitolio con la participación de legisladores populares y novoprogresistas.

Los legisladores del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) y algunos del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) no acudieron al homenaje póstumo y recordaron con demostraciones pacíficas los asesinatos de los jóvenes independentistas Arnaldo Darío Rosado y Carlos Soto Arriví ocurridos a manos de policías, el 25 de julio de 1978, en el Cerro Maravilla, durante la gobernación de Romero Barceló.

“No se puede hablar de mi papá si no se habla de la estadidad”, dijo Romero Donelly, quien junto a la viuda y exprimera dama, Kate Donelly encabezó el tributo póstumo con el que dieron inicio las exequias fúnebres que continúan mañana en la Alcaldía de San Juan y La Fortaleza y culminan el viernes con un acto familiar en la funeraria Puerto Rico Memorial.

“Soy la menor de mis tres hermanos y fui la que salió igualita a mi papá en el carácter de terquedad, impaciencia, pero también con un corazón bien grande”, expresó Donelly Romero.

El féretro con los restos del exmandatario arribó al Capitolio alrededor de las 10:00 de la mañana y estuvo expuesto, con el ataúd cerrado, hasta las 4:00 en la rotonda frente a la urna donde yace la Constitución de Puerto Rico. Después del mediodía cuando terminó el acto protocolar, se permitió la entrada de público, siguiendo las restricciones sanitarias contra el COVID-19, pero fue escasa la concurrencia.

Desde Santurce llegó Francisco García, quien dijo que laboró con Romero Barceló cuando fue Alcalde de San Juan. “Yo era administrador de la Defensa Civil y de la avanzada”, sostuvo García.

“Yo lo conocí en 1967 cuando comenzaba la campaña política”, expresó por su parte, doña Olga Díaz Torres, residente de Guaynabo.

“No lo conocí nunca, pero lo vi en caminatas. Como él, soy un ferviente creyente de la estadidad”, apuntó Fernando Lasalle, quien llegó desde Quebradillas.

A su llegada al Capitolio, miembros de la Unidad de Operaciones Tácticas (UOT) de la Policía cargron el féretro, mientras un grupo de legisladores del Partido Nuevo Progresista (PNP), recibió los restos del exmandatario, junto con el presidente del Senado, José Luis Dalmau Santiago y el vicepresidente de la Cámara, José “Cony” Varela Fernández.

Para el acto protocolar fueron invitadas unas 30 personas, entre ellos, legisladores, ex legisladores, alcaldes y allegados de la familia Romero Barceló. Los invitados le hicieron varias guardias de honor , mientras un saxofonista interpretaba las piezas “Está cayendo” y “Un viaje largo”.

En su mensaje, la comisionada residente en Washington Jenniffer González dijo que ella y otros líderes de su generación pudieron ver “el pase de batón” para continuar la lucha por la estadidad en Washington.

“Don Carlos Romero Barceló, a quien llamaban El Caballo, nunca tenía reversa. Mandaba e iba. Nunca dejó de ser presidente del PNP ni líder estadista porque donde quiera que iba, se paraba y hablaba… Para mí los zapatos son bien grandes porque la figura de don Carlos trasciende generaciones”, sostuvo la comisionada residente.

El senador Thomas Rivera Schatz indicó que Romero Barceló fue objeto de persecución política, pero “siempre echó pa’lante y nunca tuvo miedo”.

“Yo crecí viendo dos gladiadores, don Carlos y don Rafael Hernández Colón, enfrentándose por dos décadas en partidos opuestos en la política puertorriqueña. El destino nos da una sorpresa que no comprendemos, ambos fallecieron el 2 de mayo como si esa rivalidad continuara para que nadie se olvide”, expresó por su parte, Dalmau Santiago.

En el acto luctuoso hubo un momento de jocosidad cuando comenzaba a hablar el vice presidente de la Cámara de Representantes. Uno de los arreglos en rosas y orquídeas blancas que estaba colocado en una base cerca de una pintura con un crespón negro del exgobernador, se desplomó. “Aún después de muerto don Carlos sigue peleando”, dijo arrancando risas, Varela Fernández.

En la oficina de la senadora María de Lourdes Santiago, que ubica en el sótano del Capitolio, se colocaron letreros en las ventanas de cristal que leían “Ni perdón, ni olvido” con una fotografía del mausoleo que simboliza las muertes de los jóvenes independentistas en el Cerro Maravilla.

Al velatorio no acudieron los legisladores del PIP, el senador independiente José Vargas Vidoto ni tampoco los senadores del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), Ana Irma Rivera Lassén y Rafael Bernabe.

El representante José Bernardo Márquez del MVC, participó del acto protocolar junto a los demás invitados, mientras que la representante Mariana Nogales, se presentó, pero se mantuvo fuera de la Rotonda. Llevaba prendida en el pecho en señal de protesta una fotografía de Darío Rosado y Soto Arriví.

“Él se va con una mancha que siempre le va a perseguir y estoy parada aquí por los que ya no pueden pararse. Para mí era un deber moral estar aquí... entiendo el duelo familiar, pero hay otras familias que tuvieron un duelo no resuelto e inconcluso”, expresó la legisladora.

Una investigación legislativa conducida por el Senado en el cuatrienio de 1985, bajo la gobernación del Partido Popular Democrático (PPD), arrojó que los dos jóvenes independentistas, murieron de rodillas a manos de policías como parte de un entrampamiento. Sectores independentistas y de la sociedad condenaron el incidente, mientras Romero Barceló declaró héroes a los policías.

Varios de los policías cumplieron cárcel en el foro federal y otros funcionarios del aparato de seguridad del entonces gobierno fueron procesados y algunos desaforados.

Poco después de las 4:00 de la tarde, el féretro con los restos del ex gobernador fue sacado del Capitolio con una salva de tiros y toque de trompeta, por miembros de la UOT de la Policía. Mañana continúan las exequias fúnebres en el Municipio de San Juan y en La Fortaleza.