El secretario de Salud, Carlos Mellado, adjudicó el alza en hospitalizaciones en pacientes con COVID-19 a la resistencia que tienen algunos médicos de recetar a los contagiados los tratamientos antivirales y monoclonales disponibles, al tiempo en el que insistió en que el gobierno no impondrá restricciones para contener el quinto repunte que afecta a la isla y que ha provocado más de 117,000 infecciones y 145 defunciones en mayo.

No es aceptable que tengamos al día de hoy esas 300 personas hospitalizadas. Están allí porque no hubo un médico que le diera el tratamiento que necesitaba cuando dieron positivo. Si lo recibían a tiempo te garantizo que no estuvieran en el hospital... todavía hay médicos que no quieren recetar el tratamiento y eso es incomprensible”, expresó a Primera Hora el titular al señalar que el único criterio para recetar, por ejemplo las pastillas antivirales, es tener un diagnóstico positivo a SARS-CoV-2.

Según datos ofrecidos por la agencia, en la isla se han administrado 7,407 tratamientos de anticuerpo monoclonales y sobre 13,000 antivirales.

De otra parte, según Mellado, hay ciudadanos que aunque están positivos no acuden al médico para prevenir complicaciones. “Entienden que tienen síntomas leves y no van al doctor. Ahí mismo es que también exponen a otros porque tampoco hacen aislamiento. El asunto es que en ese proceso llegan a personas comprometidas con su salud y se chava la cosa”, sostuvo.

La quinta oleada de COVID-19 en Puerto Rico comenzó en la segunda semana de marzo y desde entonces el aumento ha sido constante, elevándose a su mayor crisis epidemiológica en mayo. Informes de Salud señalan que, para el martes, había en Puerto Rico 363 personas hospitalizadas, entre estos 38 adultos que están en cuidado intensivo. Las cifras también incluyen a 46 pediátricos y uno de los menores están en intensivo. De otra parte, se informó que otras cuatro personas fallecieron por causas relacionadas al virus, elevanto la cifra acumulativa de decesos a 4,363.

El panorama no es lo suficientemente grave para aplicar nuevas restricciones, según explicó Mellado, al subrayar que el gobierno recurre a restricciones -como los toques de queda, cierres tempranos de comercios, reducción de aforos, obligatoriedad de mascarillas, entre otros- cuando el sistema de salud se ve amenazado o a punto del colapso.

“El estado recurre a estos mandatos cuando el sistema de salud se ve amenazado o en el caso de que no tuviéramos tratamientos o vacunas disponibles. Pero estas soluciones están viables y son gratis. Son medidas que se toman para evitar ese aumento en hospitalizaciones. Pero ahora mismo la curva de hospitalizaciones está estable...claro, es horrible o hasta grave que haya más de 300 personas hospitalizadas porque hay tratamientos disponibles. Pero eso se pudo evitar”, acotó el funcionario al aseverar que “hay que entender la situación de Puerto Rico donde ya no hay ayuda federal para continuar con los programas”

Describió como “imposible” implantar restricciones a menos que la capacidad de los hospitales se complique. Además, recurrió nuevamente a decir que la ciudadanía tiene que asumir responsabilidad individual porque el COVID “no se va a ir y lo he dicho en varias ocasiones”.

“Ahora mismo en Puerto Rico hay activos protocolos en escuelas, donde se requiere el uso de mascarillas. Vemos a la mayoría de los comercios que también piden las mascarillas. Se está utilizando mucho el VACU-ID que ha sido todo un éxito, no solo aquí, sino en lugares como Florida y Washington. Tenemos el ‘testing’ en el aeropuerto. Y también estamos activos en vigilancia genómica. Puerto Rico ha dado cátedra en esto y seguiremos haciéndolo... Nosotros somos zorros viejos en esto... ya sabemos lo que hay que hacer y lo hemos demostrado en otras etapas en las que hemos estado por debajo del 2% de positividad”, insistió.

Salud ha dicho que el 87.4% de la población (2,688,200 personas) aptas para vacunarse (5 años o más) completaron la serie de vacunas. Sin embargo, de este grupo hay 1,316,024 personas con necesidad de refuerzo.

Dentro del grupo que no tiene la vacunación al día hay 192,500 ciudadanos mayores de 60 años. Este grupo ha sido el más abatido en cuanto a hospitalizaciones y muertes durante toda la pandemia, particularmente, aquellos que tienen enfermedades crónicas.

“Hay herramientas que se pueden utilizar para prevenir hospitalizaciones...pero, lamentablemente, morirán algunas personas mayores de 65 años que tengan condiciones crónicas y eso es algo que ocurre con otras condiciones pulmonares porque el sistema inmunológico no aguanta la carga viral y se convierte en una lucha entre el cuerpo humano y el virus. Por eso también insistimos en la vacunación para esta población”, puntualizó.

Mellado ha dicho que es importante que una vez la persona arroja positivo a una prueba molecular o de antígenos, recurra a su médico primario o a alguna clínica para procurar los tratamientos disponibles. Entre los tratamientos antivirales están el Paxlovid y el Molnupivarir.

También hay una serie de anticuerpos monoclonales para pacientes de 50 años o más o con riesgo de desarrollar una enfermedad grave de COVID-19. Los tratamientos de COVID-19 son específicos contra el SARS-CoV-2 que previenen síntomas severos, hospitalización o muerte. Están indicados para personas con síntomas leves a moderados, que se encuentren dentro de los primeros cinco a diez días de comienzo de síntomas y con factores de riesgo a progresar la enfermedad de COVID-19.

La agencia ha informado que hay 114 farmacias Walgreens y 105 farmacias de la comunidad que cuentan con las pastillas para ingerir en el hogar. “La efectividad de estos tratamientos es de un 90%”, expresa Mellado.

“Además, hay 36 centros para dar tratamaiento monoclonal incluyendo el de Salud a través del hospital HURRA en Bayamón”, añadió.