Mercedes Otero: una vida dedicada al servicio público
La ex secretaria de Corrección y ex senadora por el Partido Popular Democrático Mercedes Otero de Ramos falleció esta madrugada, por complicaciones de salud.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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La ex secretaria de Corrección y ex senadora por el Partido Popular Democrático Mercedes Otero de Ramos falleció esta madrugada, por complicaciones de salud.
A continuación una de las últimas entrevistas que ofreció la ex funcionaria Mercedes Otero realizada el 25 de febrero de 2006:
Hoy es su mirada la que habla.Son sus ojos los que marcan la entonación de sus pensamientos. Ojos que irradian amor, que expulsan coraje,que tranquilizan.Son grandes y negros. Brillan. Se ven claritos debajo de sus espejuelos. Son tan bonitos y por ahí se ve su alma. Los ojos de Mercedes Otero de Ramos confiesan lo que su voz no puede hablar claramente... por ahora.
Hace casi cuatro años que doña Mercedes tiene una lucha importante. Una batalla que enfrenta con la valentía de siempre, desde que su vida cambió dramáticamente, así, de repente. Fue el 9 de mayo de 2002 a eso de las 5:30 de la tarde. Fue un derrame cerebral que le dejó secuelas físicas. Que le afectó el lado derecho de su cuerpo. Que se tragó su verbo contundente. Un derrame cerebral que no dañó, sin embargo, su fuerza interna. Nada la amilana, ni entonces ni ahora Verla es como retroceder en el tiempo y rescatar de la memoria esa firmeza de su voz que desplegaba en sus discursos. Ese tono implacable que usaba para defender sus convicciones. Que usaba cuando se alzaba para luchar contra las injusticias. Es que la escucho.
No se puede tirar al olvido una vida tan productiva, tan dedicada al ser- vicio público: ocho años como administradora de Corrección, ocho años como senadora y 28 como educadora. Es demasiado. Ignorarla sería muy injusto.
-Doña Mercedes, ¿cómo se siente?
-Si no fuera por las piernas y el brazo
(derecho), me sentiría mejor.
-¿Y cómo se siente por dentro?
-(Sonríe) Bien.
-¿Igual de fuerte que esa Mercedes Otero de Ramos que conocimos en el servicio público?
-Igual.
Doña Mercedes recibió a PRIMERA HORA en su hogar, el que aún se sigue habilitando para hacerle su desplazamiento más cómodo. Estaba en su silla de ruedas automática. Lucía tranquila. Al vernos, sonrió. Sus terapias de rehabilitación han rendido frutos. Por ejemplo, ya puede caminar, a paso lento y con un pequeño andador. Pero, puede. Todavía hablar se le dificulta. Su cerebro está intacto. Tan ágil y rápido como siempre. Pero, toda esa información que procesa en su cabeza aún no puede expresarla con claridad. A su lado se mantuvieron su inseparable esposo, Israel Otero, y su abnegada hermana Teresita. Los dos siempre la han acompañado. Y ahora más. Comprender lo que doña Mercedes quiere expresar se hace difícil, pero si se pone mucha atención se pueden rescatar respuestas. Lo que no, lo completan esos dos seres que la adoran y que la entienden a la perfección.
Y así fue que se logró esta entrevista, muy especial por cierto. Ella lloró, rió e hizo un despliegue de su sentido del humor. No lo ha perdido, como no ha perdido ese carácter que tiene corrigiendo a Israel y a Teresita cada vez que se equivocaban en la interpretación de las cosas que no lograba entenderle.
-¿Qué es lo primero que recuerda del momento en que tomó conciencia de lo que le había pasado?
-Que no podía hablar.
-Imagino que eso la asustó mucho . . .
-Sí.No era para menos, doña Mercedes siempre les había dicho a los suyos que después que ella estuviera bien de la cintura para arriba no tenía problemas con padecimientos ni accidentes. La comunicación para ella era y es fundamental.
Por eso, su silencio es tan difícil.
-¿Le frustra no poderse comunicar claramente?
-Sí.
-¿Eso es lo más que ha perdido la antigua Mercedes Otero de Ramos o hay algo más?
-El no poder hablar.
-¿Llegó a pensar que podía morirse?
-No... y no me importaba.
-¿Por qué?
-Porque soy una mujer realizada.
-¿A qué le teme, si a algo?
-A no poder hablar otra vez.
-¿Lloró al darse cuenta de que no podía hablar?
-Porque no la entienden.
-No va a las actividades porque no puede hablar o porque no le gusta que la vean así, diferente...
-Porque no me entiendan, por la e x p re s i ó n . . .
-¿Qué ha sido lo más fácil de todo, si algo?
-Caminar y coser en la máquina. Antes de sufrir el derrame cerebral, doña Mercedes no había cosido ni un ruedo. Sólo hay que ver lo que ha logrado en estos últimos años. Tieneun cuarto de costura lleno de hilos. telas y encajes de muchos colores. Cose con la mano izquierda -ella es derecha,pero esa mano está inmóvil- en una máquina computadorizada. Así pasa la mayor parte de su tiempo. Le encanta, la llena. Saca de su cabeza diseños de trajecitos de bebés y les da vida. Hay bellezas y los detalles que les imprime a sus piezas son increíbles. De hecho, está a punto de sacar una licencia de artesana. Le falta sólo una pieza para lograrlo.
-¿Por qué quiere sacar una licencia de artesana?
-Quiero enseñar lo que he hecho.
-¿Por qué ropa de bebé?
-Porque cuando (Teresita) era pequeña yo la vestía.
-¿Qué encuentra en la costura?
- Actividad.
-Y eso la relaja...
-Mucho. Ver lo que he podido lograr.
-Entonces ahora es diseñadora...
-(Se ríe) Sí.
-¿Cómo se va a llamar su futura “boutique”?
-Meche's Fashion (risas).
Esto parece que es en serio. ¡La boutique va!
Al lado de su máquina de coser tiene una imagen de la Virgen de las Mercedes, la santa patrona de los confinados. Qué cosa, la Virgen de las Mercedes en la casa de doña Mercedes, que dedicó su vida a intentar humanizar el sistema correccional. Ése era su lema. Tiene allí también una foto de su hijo Pedro.
-Eso de la Virgen de las Mercedes es como si hubiera estado escrita su
misión en esta vida, ¿sí?
-(Sonríe) Sí.
La fe en la vida de doña Mercedes ha jugado un papel fundamental. Ella es católica y, de hecho, el último viaje que dio fue a Roma, a la beatificación de Carlos Manuel Rodríguez. El viaje fue en abril y el derrame en mayo.
-¿Qué cosas aprecia ahora que no lo hacía antes?
- Hablar.
-¿Qué cosas le enojaban antes?
-La vagancia, la irresponsabilidad.
-¿Y qué le enoja ahora?
-Lo mismo.
-¿Cuál es su mayor satisfacción profesional?
-El trabajo en Corrección.
-¿Y cuál es su mayor logro en Corrección?
-La rehabilitación del confinado.
-¿Cree que el sistema aún no está humanizado?
- No.
-¿Cuál administrador de Corrección admira más?
-Irba Cruz de Batista.
-Y el de ahora, Miguel Pereira...
Ella responde con una mueca de
i n d i f e re n c i a .
-¿No es de lo mejor que ha pasado por el sistema?
- No.Los presos.
Su doctorado en Sociología, especializado en rehabilitación, lo quiso traducir en acción. Ahora, mirando atrás, le satisface mucho su labor. Y lo ve porque sintió el abrazo solidario de presos durante sus peores momentos. Ellos le enviaron cientos de cartas. Ellos querían cuidarla. Ellos hacían fila para donarle sangre.
-¿Qué significó eso para usted?
-Mucho. Me mandaron dos libros (de
oración).
-¿Guarda todas las cartas que le enviaron ?
-Todas... en un baúl.
La llenaron de regalos. Mostró con mucho orgullo figuras talladas en jabón y un Buen Pastor.
-Entre el Senado y los reos, ¿qué le satisfizo más?
-Los presos.
Mientras hablábamos de eso, Teresita sacó una muestra de armas fabricadas
por los presos. Había tenedores y hasta una cuchara de arroz convertidos en figas y puñales. Ella las
había incautado.
-Por el hecho de ser una mujer, ¿tuvo que trabajar el doble para que la respetaran en Corrección?
-Sí, mucho.
-¿La llegaron a amenazar de muerte?
-No... menos Tomás Trampa.
-¿Él la amenazó?
-(Sonríe) Sí...
-¿Usted sabe lo que Tomás Trampa está pidiendo, que lo pongan en custodia mediana?
-(Con ojos de cinismo) Sí.
-¿No deben concederle eso?
-No, no.
Tomás Hernández Santa, sentenciado a 424 años de prisión y mejor conocido como Tomás Trampa, nunca se le escapó a doña Mercedes. Y no fue por casualidad. Como titular de Corrección ella confeccionó un detallado e ingenioso plan para evitar que se fugara.
Puso a un grupo de guardias a velar a Tomás Trampa y a otro grupo a velar los que lo velaban a él. Pero hay más. Puso un tercer grupo a vigilar los que chequeaban los que custodiaban a Tomás Trampa. Los rotaba al azar y así nadie sabía por quién era vigilado.
-¿Tomás Trampa se puede rehabilitar?
-Es que tiene muchas cosas en la cabeza... su carácter.
-¿No habrá cambiado?
-(Con contudencia y muy clarito) ¡No!
-¿Es amiga o enemiga de doña Trina Rivera?
-Amiga.
-¿Cómo describiría a doña Trina Rivera?
-La mejor trabajadora social.
-¿Ella la ha procurado, la ha llamado?
-Sí.
-¿Los amigos de antes son los amigos de ahora?
- No.
-Hasta cierto punto se ha sentido olvidada por los que se proclamaban
amigos en las buenas...
-(Los amigos) se cuentan con los dedos (de una mano) y me llaman pocas
personas.
-¿Sabe de Héctor Rivera Cruz, tan amigo suyo?
-No sé nada de él. Nada.
-Eso le duele...
-No importa.
Aun así dijo que ella no guarda rencor contra nadie. Con mucho amor mencionó a “Vitito”.
Así es que ella llama al ex secretario del Trabajo Víctor Rivera Hernández, con quien desarrolló una estrecha relación. De hecho, con Rivera Hernández era que trabajaba cuando le ocurrió el derrame cerebral. Él estuvo a su lado. Oró con ella y con su familia. Estuvo ahí. Lo añora. La procuran los ex gobernadores Rafael Hernández Colón y Sila M. Calderón, quien la ha visitado. Cartas ha recibido de penepés: Luisa Lebrón, Norma Carranza y Francisco “Junior” González.
No cree en adversarios. “Kenneth (McClintock)”, mencionó
ella misma.
-Y el gobernador Aníbal Acevedo Vilá . . .
-Sí (ha sido) bueno (conmigo)... yo caminé con él.
Lo de bueno es que Acevedo Vilá también la ha llamado.
Lo de caminar con él fue un brinco a los inicios de ambos en la política en 1992. Ella para
el Senado y él para la Cámara. Los dos obtuvieron el número ocho en la papeleta e hicieron campaña juntos.
-¿Qué extraña de la política?
-Nada (risas).
-¿Qué es lo que más detesta de la política?
-Todo (risas).
-¿Se arrepiente de haber estado en el Senado?
-No, en mi caso estoy satisfecha... soy más educadora.
-¿Cómo describiría en una frase su vida?
-Plena y satisfecha.
-¿Cómo definiría a Mercedes la administradora de Corrección?
-Empujona.
-¿Y a Mercedes la senadora?
-Hice lo mejor que pude. Productiva.
Israel y Teresita
Mientras hablaba con PRIMERA HORA, su marido la observaba con
un amor desbordante. La acariciaba, le decía “titana”. Se conocieron en la Universidad de Puerto Rico siendo él profesor y ella estudiante, líder y destacada. Su ahínco, su fuerza, lo enamoró. Se casaron en 1962 y desde entonces son como uno solo.
-¿Qué la enamoró de Israel?
- Todo.
-¿Cómo usted lo llama?
- Amorcito.
-Por eso es que lleva el 'de Ramos'en su firma con mucho orgullo...
-(Con ojos de emoción) Sí.
-Usted no le teme a su muerte, ¿pero teme que Israel muera antes
que usted?
La respuesta fue un baño de lágrimas. Ambos se abrazaron y lloraron. Era un
'sí' evidente. Fue una escena estremecedora, hermosa, llena de puro amor.
-¿Qué significa su hermana en su vida?
- Todo.
Doña Mercedes le lleva 14 años y prácticamente la crió. Ahora es Teresita la que está a su lado siempre. Viven en la misma urbanización y la ve todos los días. Caminar por los alrededores de su casa poco a poco, y apreciar sus flores le gusta. Sobre todo, sus rosas amarillas. Escuchar su música de tríos también. En la segunda planta de la casa, a la que sube en un ascensor home made que le hizo un vecino, están todos sus recuerdos. Hay fotos. Están todas sus placas, sus reconocimientos. El espacio no da para tantos. Subimos juntas y los veía con ese orgullo, como cuando se sabe que se ha vivido una vida enriquecedora. No hay quien la pare. Escribe con su mano izquierda y en un papel nos enseñó cómo lo hacía con su nombre. Tachaba los errores hasta que le salió perfecto.
-Detesta que sientan lástima por
usted...
-Sí.
-¿Cómo la ve la gente en la calle?
-(Con) orgullo.
-¿Qué le dicen cuando la ven?
-Que están rezando por mí. (Dicen): 'Qué bien te ves'.
-¿Está convencida de que volverá a h a bl a r ?
-Sí.
-Ésa es su gran meta en la rehabilitación...
-Sí
-¿Hay algo que quiera hacer todavía?
-Luchar por los impedidos.
-Honestamente yo la veo feliz, ¿lo está?
-Sí.
-¿Y cómo ve el futuro de doña Mercedes?
- Felicísimo.