Para atajar los altos precios de los alimentos y las limitaciones de disponibilidad que han surgido a raíz de la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania, la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución Alimentos (MIDA) abogó este martes por eliminar el impuesto al inventario, quitar el cobro por inspección de furgones y propiciar la libre competencia en los muelles para que se bajen los costos, entre otras cosas.

Las alternativas las proveyó el director de MIDA, Manuel Reyes Alfonso, durante una vista pública de la Comisión Especial del Senado para la Erradicación de la Pobreza, en la que el Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) y el Departamento de Agricultura aceptaron que es muy poco o nada lo que pueden hacer para detener el alza en los costos de los alimentos.

Según estableció el directivo de MIDA, la inflación en Puerto Rico se encuentra en un 4.7%, cuando en Estados Unidos ya alcanzó el 8%.

“No se espera mejoría en el corto y mediano plazo, aunque existe mucha incertidumbre”, indicó Reyes Alfonso, al comentar que el aumento en el precio del combustible, así como la escasez de granos y aceite a nivel mundial afectan a toda la cadena alimenticia.

“Esto no implica que en la Isla se vislumbra una situación de hambruna, como en otros lugares del globo... Puerto Rico tiene la capacidad económica y los accesos a los principales mercados”, dijo.

No obstante, mostró preocupación porque existe un inventario limitado para arrancar la temporada de huracanes y se registrará en mayo próximo un recorte en los ingresos provenientes del Programa de Asistencia Nutricional (PAN).

El experto comentó que se sabe que la compra de comestibles no es opcional, por lo que los recortes que toman los boricuas impactarán a otros sectores, pero no el de la venta de alimentos. Aun así, llamó a la Legislatura a promover medidas que garanticen la seguridad alimentaria, al recortar impuestos o cargas económicas al sector que los vende. Por ello, destacó el impuesto al inventario, que se paga por los artículos que no venden y que el comercio mantiene en el almacén, así como combatir otros gastos que han provocado el alto costo de los alimentos en la Isla.

Por otro lado, el secretario del DACO, Edan Rivera Rodríguez, aceptó que por ser jurisdicción de Estados Unidos no se controla ningún aspecto referente a la inflación. Dijo que esto los deja al margen de un monitoreo constante en los precios de los productos que conforman la canasta básica de alimentos, como carnes, arroz y huevos.

A modo de ejemplo, indicó que pueden vigilar que el precio y la cantidad estén accesibles al consumidor a la hora de comprar determinado producto.

Mientras, el secretario de Agricultura, Ramón González, destacó que uno de los principales problemas que se tiene en la Isla para no controlar el precio de los alimentos es que entre el 85% a 90% de los productos son importados. Dijo que ese margen ha ocasionado que no haya seguridad alimentaria.

“El mejor ejemplo ha sido como se afectó y sigue afectada la cadena de distribución como consecuencia de la pandemia por Covid-19. Quizás el caso más evidente fue el de las procesadoras de carne en los EE. UU. que motivó el cierre del 25% de las plantas, creando escasez de ciertos productos. Al escasear un producto determinado, la reacción del mercado es que su precio aumente bajo la premisa de la oferta y la demanda”, señaló.

Alertó que es preocupante la poca participación en la agricultura de jóvenes menores de 35 años. Por ello, destacó la importancia de proteger la agricultura al promulgar esta profesión desde pequeños.