La exsenadora y férrea defensora de la estadidad, Miriam Ramírez de Ferrer, expresó hoy que no fue buena idea viabilizar un proyecto de ley como el que se aprobó ayer en el Senado para la celebración de una consulta “estadidad sí o no” y que así lo dejará saber en Washington.

¿Cree que es una buena idea el plebiscito que se impulsó ayer en el Senado?, le inquirió Primera Hora a Ramírez de Ferrer a su salida de La Fortaleza, donde tuvo esta mañana una reunión con la gobernadora Wanda Vázquez Garced.

“No, creo que no… creo que no debieran poner la estadidad en la mesa”, respondió.

Aludió que ir a un plebiscito corre el riesgo de que los electores descarten la estadidad “por otras razones políticas en pleno año político”.

“Puede ser que a la gente no le gusten los candidatos del Partido Nuevo Progresista, lo que sea, ‘whatever’ y de momento sale el ‘No’. Pues, ya descartan al estadidad por 100 años y eso será la primera plana en Estados Unidos y no podremos motivar a la gente a hacer nada porque ya el pueblo habló”, agregó.

Opinó que se debió haber consultado con el pueblo qué tipo de consultado se debía hacer.

“Yo hubiera sugerido 20 mil cosas mejores que esa y que nos hubieran llevado a algún lado”, manifestó al advertir que dejará saber en Washington (Congreso) su objeción con el contenido del plebiscito.

“Se debiera virar la tortilla pero no sé cuáles serán los procesos legales para desviarla… tenemos que ver si la Cámara (de Representantes) también lo aprueba”, expuso al recordarle a los ciudadanos que esa es la importancia de saber elegir a los legisladores pues son estos los que representan al pueblo.

“Ahora vienen las elecciones…acuérdese de eso cuando vaya a votar… usted tiene que tomar en cuenta las cosas que esas personas se pueden enfrentar en un momento dado y que esas personas votarán por usted”, determinó.

Con la oposición de las delegaciones minoritarias, el Senado aprobó ayer el proyecto de ley que viabiliza la celebración de una consulta “estadidad sí o no”.

El Proyecto del Senado 1467, conocido como la Ley Para la Definición Final del Status Político de Puerto Rico, establece las reglas para la celebración de un plebiscito en las elecciones generales del 3 de noviembre, en el que se le preguntaría al elector: “¿Debe Puerto Rico ser admitido inmediatamente dentro de la Unión como un estado?" Las únicas alternativas serían "sí o no".

Según establece en la medida el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, autor de la pieza legislativa, esta fue la pregunta que contestaron los residentes de Alaska y Hawaii antes de que se convirtieran en estado.

La versión aprobada eliminó el significado propuesto que se le concedía a la alternativa de “No”. La medida original establecía que el un voto por el “No” implicaba el “rechazo a la unión permanente con la unión permanente con la estadidad”, así como un reclamo al gobierno federal para que reconociera la soberanía de Puerto Rico separada de Estados Unidos.

La eliminación de la definición fue sugerida por el exgobernador PNP, Carlos Romero Barceló, según lo recoge el informe positivo de la Comisión de Relaciones Federales, Política y Económicas, presidido por Rivera Schatz.

Igualmente, se enmendó el Artículo 4.2 para eliminar el lenguaje que establecía cuáles serían las consecuencias de cada una de las alternativas. En caso de que prevaleciera una votación por el “No”, la medida establecía que implicaría que inmediatamente comenzaría un proceso de transición para el reconocimiento de la soberanía con un “Tratado de Independencia en Libre Asociación”.

En el escenario de que la opción ganadora fuera el “Sí”, la medida ordenada la designación de una comisión de transición integrada por siete miembros para representar la alternativa ganadora de status. En su sustitución, la versión aprobada, propone que el proceso de transición sea liderado por la gobernadora Wanda Vázquez y la comisionada residente en Washington, Jenniffer González. Ambas representarán a la Isla en cualquier asunto o negociación relacionada a un plan de transición.

De otra parte, Ramírez de Ferrer dijo que su reunión con la gobernadora -una que se efectuó por petición de Vázquez Garced- estuvo concentrada en aunar esfuerzos para mejorar la relación de Puerto Rico con Washington.

“Dialogamos sobre asuntos que tienen que ver con Puerto Rico. No quiero remuneración. Quiero hacerlo de corazón y utilizar mis conocimientos de años y de relación con Washington para todo lo que sea para el bien de la isla”, sostuvo.

Agregó que a la gobernadora le interesa que la acompañe a un viaje a Washington “para adelantar cosas que son necesarias para la isla y para sobrepasar algunas imágenes negativas que puedan haber llegado administración de (presidente de Estados Unidos, Donald) Trump y otros sectores republicanos en el poder”.

Mientras, negó que esté en campaña política con Vázquez Garced y rechazó que esté en sus planes formar parte de alguna campaña local.

“Si acaso (participará) en campañas por el presidente Trump porque definitivamente tiene posibilidades de ganar… Hay cosas de su personalidad que a muchas personas no les gusta. Pero la parte que es importante es la determinación y fuerza que tiene en sus convicciones… yo creo que le viene muy bien a Puerto Rico que él diga que va a acabar con la corrupción y le meta mano. Esos problemitas no pueden seguir siendo parte de nuestras vidas; que manden dinero para la recuperación y otra serie de cosas y no se sabe a dónde van a parar. Y, ahí, me ganó. Y yo quiero que él vuelva a ganar porque todavía nos queda unas cuantas cosas por arreglar y yo creo que él nos va a ayudar”, expresó.