La exsenadora popular Celeste Benítez Rivera, quien ocupó varios cargos en la política puertorriqueña y además fungió como educadora y periodista, murió el domingo a los 89 años tras una larga convalecencia, confirmó este lunes el expresidente del Partido Popular Democrático (PPD), Héctor Luis Acevedo Pérez.

Conforme a su deseo, los restos de Benítez Rivera serán cremados, indicó Acevedo Pérez como portavoz de la familia. Los actos fúnebres serán informados posteriormente.

Varios funcionarios de la Pava, entre ellos el presidente del Senado, José Luis Dalmau Santiago, el exrepresentante Luis Vega Ramos y el alcalde de Aguadilla, Julio Roldán Concepción, lamentaron su partida.

“Cuando decidí aspirar a la alcaldía de Aguadilla tuve el inmenso honor de contar con el respaldo de Celeste Benítez desde el comienzo. Sus aportaciones a la educación, la niñez, la Universidad de Puerto Rico permanecerán como un legado y referente para las próximas generaciones. Celeste es ese molde de servidor público que todos necesitamos emular para tener un mejor país”, expresó Roldán Concepción, quien decretó tres días de duelo en el municipio en honor a Benítez Rivera.

Dalmau Santiago recodó la “invaluable contribución” de Benítez Rivera como legisladora, secretaria de Educación y secretaria del Senado de Puerto Rico. Benítez Rivera fue la primera mujer en ocupar el cargo a secretaria del Senado, según su biografía redactada por ese cuerpo legislativo.

“A nombre del Senado de Puerto Rico, deseo expresar nuestro más profundo respeto y solidaridad con la familia de Celeste Benítez Rivera. Celeste fue una figura excepcional en la vida pública y política de nuestra isla, cuyo legado debe servir de ejemplo tanto para quienes actualmente ocupamos cargos de liderazgo, como para las nuevas generaciones de líderes comprometidos con el servicio a Puerto Rico. Recordaremos siempre su invaluable contribución como senadora por acumulación por el PPD, secretaria del Senado y secretaria de Educación. Su dedicación y trabajo incansable en estas funciones dejaron una huella en nuestro desarrollo social y educativo. Que descanse en paz”, manifestó Dalmau Santiago.

Vega Ramos, por su parte, describió a Benítez Rivera como una “servidora pública inigualable”.

“Celeste Benítez es un hito fundamental en nuestra vida de pueblo. Educadora de toda la vida. Servidora pública inigualable. Líder político que abrió surcos y cerró brechas con su ejemplo, tesón y verticalidad. También tuve el honor de que fuera mi profesora de Humanidades en la iUpi. Extraordinaria y sensata consejera y mentora siempre. Y —a riesgo que me tilden de algo los mega woke y sensitivos— la mujer con más elegancia y porte en toda nuestra política. Gracias por tanto Celeste. Tu alma trasciende y nos sigue dando ejemplo”, sostuvo Vega Ramos.

Benítez Rivera nació en San Juan en el 1935. Obtuvo un bachillerato en Artes de la Universidad de Puerto Rico, con especialidad en Filosofía. En el 1961 logró una maestría en Artes de la Universidad de Munich, donde completó su especialidad en Filosofía y Letras.

Fungió como senadora por acumulación y como portavoz alterna de la minoría en el Senado del 1977 al 1980. Su cargo como secretaria del Senado lo ocupó del 1989 al 1991 bajo la presidencia de Miguel Hernández Agosto.

Benítez Rivera también fue la primera mujer en ser secretaria de Educación, cargo que ocupó en dos ocasiones por designación del exgobernador Rafael Hernández Colón.

Además, organizó el recibimiento del exgobernador Luis Muñoz Marín en 1972, fue presidenta de las Mujeres del PPD, directora del Periódico El Reportero y columnista invitada por varios rotativos.

Sus padres Celeste Rivera y Jesús Benítez también fueron servidores públicos.

Le sobreviven sus hijas Celestita y Clotilde, cinco nietos y su hermana Marimar.