Fajardo. Dos guardias de una compañía de seguridad privada eran los únicos que daban cara hoy a las personas que llegaban hasta la oficina regional del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos (DTRH), en Fajardo, a gestionar sus reclamos por concepto del seguro por desempleo, una situación que causó malestar e indignación en muchos que desde el pasado mes de marzo no han visto un solo centavo como entrada económica a sus hogares tras haber perdido sus empleos en medio de la emergencia provocada por el COVID-19.

Las críticas a la agencia por las numerosas fallas en el proceso de desempleo no han cesado. Son muchas las personas sin trabajo que no han recibido un cheque desde que inició la emergencia por el coronavirus en marzo. Esto, precisamente, provocó la renuncia de Briseida Torres como secretaria del DTRH.

Con el ingreso del licenciado Carlos Rivera la situación no parece haber mejorado. En todo caso, han surgido nuevas denuncias, incluyendo la alegación de que empleados de la agencia pudieran estar participando de un esquema de fraude al solicitar a reclamantes entre $300 y $500 a cambio del adelanto de turnos o acelerar la solución de controversias que han retrasado el pago de cheques.

El patrón de frustración, coraje, cansancio e impaciencia era evidente.
El patrón de frustración, coraje, cansancio e impaciencia era evidente. (Bárbara J. Figueroa Rosa)

Primera Hora ha solicitado consistentemente una entrevista con el recién confirmado secretario del Trabajo y la petición no ha sido atendida.

Hoy, el patrón de frustración, coraje, cansancio e impaciencia era evidente nuevamente en los rostros de los que llegaban desde las 8:30 de la mañana a la oficina gubernamental en la región de Fajardo con la esperanza de entregar documentos y aclarar dudas con algún empleado. En cambio, la única intervención en el área era protagonizada por dos guardias de seguridad de la compañía Génesis, quienes entregaban una boleta a los reclamantes para que estos la completaran y la depositaran en un buzón a la entrada del edificio.

“¿Dónde está la evidencia de que lo entregué? ¿Algún empleado no puede salir afuera? Porque es dinero de lo que estamos hablando”, le cuestionó Dolessa Torres al guardia que en ningún momento quiso identificarse y que asumió un rol no autorizado por el gobierno de Puerto Rico para atender reclamos del Departamento del Trabajo.

“Nadie la puede atender”, respondió el oficial de seguridad a la mujer que llegó desde temprano en la mañana tratando de que en la agencia le resolvieran un problema con un error en su dirección postal, lo que ha ocasionado que los cheques de beneficio sean devueltos por el correo. Anteriormente, trató de resolver su situación por teléfono, pero tampoco tuvo suerte. De hecho, Primera Hora se comunicó a los teléfonos de las oficinas de Fajardo provistos en la página de Twitter de la agencia, pero nadie respondió las llamadas. Los números son el (787) 863-1640 y el (787) 863-1550.

En la misma fila de reclamantes se encontraba Luis Ángel Reyes, un empleado de hotel que desde hace más de tres meses quedó desempleado y alega que su caso no ha sido atendido a pesar de que ha ido en más de cuatro ocasiones a diversas oficinas o puntos de entrega de documentos del DTRH.

“Debería haber un funcionario del Departamento del Trabajo y no un policía… usted es un intermediario, y como dice la dama de lo que se está hablando es de dinero. ¿Por qué no viene un personal del Departamento? Necesitamos un oficial y no una compañía de seguridad… ¿qué garantías tengo que el papel llegué a allá? Estamos hablando de que aquí hay datos importantes de nosotros, como el seguro social y otra información personal”, cuestionó el ciudadano residente de Las Piedras.

En dos o tres ocasiones el guardia trató de calmar a la gente diciéndoles que verificaría si algún empleado podía escucharlos. Al par de minutos regresaba y decía que “lamentablemente” nadie podía salir.

Primera Hora solicitó hablar con el supervisor encargado de la oficina regional y la persona nunca acudió a atender la petición. Posteriormente, el portavoz de prensa de la agencia, Juan Rosado, se comunicó con este diario para indicar que la subsecretaria de la agencia, Mabel Santiago, le informó que los guardias se habían ofrecido “voluntariamente” a ayudar, pero que serían removidos del área y en sustitución se colocaría un buzón para que las personas entregaran documentos. La petición de ser atendidos por empleados de la agencia no fue considerada.

La oficina del DTRH de Fajardo atiende a residentes de ese pueblo y de Ceiba, Culebra, Humacao, Las Piedras, Luquillo, Naguabo, Río Grande y Vieques. Anteriormente, el personal atendía a los reclamantes a través de un servicarro en un parque del municipio, en cambio desde el pasado 22 de junio la dinámica cambió y se trasladó directamente a las oficinas.

Sin embargo, el plan no parece remediar el desespero de los desempleados, incluso de aquellos que viajaron desde pueblos distantes -como Carolina o Bayamón- buscando auxilio a sus reclamos.

Entre estos estaba Milagros Salinas, una joven que lleva semanas intentando que le paguen un retroactivo del seguro de desempleo.

“He venido en varias ocasiones a ver cómo me pueden ayudar con la situación… estuve en el Centro de Convenciones, prácticamente, dos días y no me honraron el turno que me dieron… aquí estoy de nuevo llenando un papelito para dejarlo en un buzón y a esperar a ver qué pasa. Pero esto es un peligro, porque estamos dejando información confidencial y esto se puede prestar para robo de identidad”, dijo frustrada la residente de Carolina.

Nayda Tapia, llegó desde Bayamón y alegó que desde el 20 de marzo empezó sus gestiones en el Departamento del Trabajo. “Aquí estoy a ver si se puede resolver un punto controvertible de vacaciones… le dije al hijo mío que nos levantáramos temprano y viniéramos para acá a ver si nos atendían mejor que allá, porque tú sabes que en el área metropolitana eso es terrible”, indicó la mujer.

Eduardo Rodríguez, también lucía con desasosiego. El empleado de la industria hotelera explicó que desde marzo 27 está solicitando ayuda en la agencia y se ha sentido ignorado.

“La respuesta siempre es que van a llamar o que nos comuniquemos a unos números fantasmas… en mi caso, me llegó la orden de pago, pero no me ha llegado ni un cheque. Tampoco me han pagado los $1,200 de Hacienda (pago de impacto económico otorgado a través de la ley federal de CARES ACT). He subsistido porque tenía algo ahorrado, si no, sepa Dios”, añadió el ciudadano.

El Departamento del Trabajo había atendido hasta ayer 472,054 solicitudes por concepto del Seguro de Desempleo y del Programa de Desempleo por Pandemia (PUA, por sus siglas en inglés). Este último beneficio está dirigido a personas que trabajan por cuenta propia y está disponible hasta el 31 de diciembre de 2020. Mientras, la ayuda suplementaria de los $600 semanales expira el 31 de julio de 2020. Entre todas las ayudas se han desembolsado $1,854,776,500.