La secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Anaís Rodríguez, dijo hoy que “no le temblará el pulso” en la investigación que lleva a cabo la agencia de querellas sobre construcciones ilegales y corte de mangle en las llamadas casitas de La Parguera, entre ellas, una queja instada contra los suegros de la comisionada residente, Jenniffer González Colón.

“No me ha temblado la mano en otros casos significativos, no me temblará y vamos a resolver conforme según la ley y el reglamento del DRNA”, sentenció Rodríguez.

“No conozco a los suegros de la comisionada residente”, estableció la funcionaria en un aparte con periodistas luego de participar en una actividad en la que el gobernador Pedro Pierluisi y el sub secrecretario del Departamento del Interior de Estados Unidos, Tommy Beaudreau, anunciaron los nombramientos de los tres nuevos miembros de la Junta de Síndicos del Fideicomiso de Conservación desde el antiguo acueducto de Río Piedras, en terrenos del Jardín Botánico de la Universidad de Puerto Rico.

La titular del DRNA explicó que en el proceso ordinario para cualquier investigación de la agencia se recibe una querella, el Cuerpo de Vigilantes la verifica y el personal técnico y especializado de la agencia rinde un informe de lo sucedido.

“Luego de eso, el personal técnico y el cuerpo de vigilantes deciden si someten el informe a la división legal de la agencia, para la radicación correspondiente”, indicó.

En cuanto a la querella que instó en mayo pasado el activista Eliezer Molina contra la alegada propiedad de José Vargas Cortés e Irma Llavona Rivera, suegros de la comisionada residente en La Parguera, Rodríguez indicó que lo que corresponde es si el personal técnico y los vigilantes determinan que hubo violaciones o no, y si deciden llevar el caso a la división legal.

“No hay un término para ello”, sostuvo la secretaria. Dijo que inmediatamente que se recibió la querella “se procedió con el trámite correspondiente”.

Rodríguez subrayó que cualquier persona que viole una ley o un reglamento del DRNA se expone a multas administrativas y peticiones de restauración entre otras medidas de mitigación de los recursos naturales afectados. Detalló que las multas administrativas van desde $500.00 hasta $50,000 por ocasionar daños ambientales.

“Es un secreto a voces de que las personas construyen de noche, que construyen de adentro hacia afuera. Necesitamos órdenes judiciales, necesitamos más vigilantes para proteger las áreas y hacia eso estamos encaminados”, indicó la funcionaria.

Sostuvo que las construcciones ilegales en La Parguera no son nuevas.

“Esto data sobre 50 años y no porque haya sucedido por todos estos años está correcto. Estamos haciendo cambios significativos para arreglar lo que por décadas se ha perdido”, dijo para agregar que en los pasados días fueron nombrados “los primeros 23 nuevos vigilantes que van para la región de Guayama, que cubre Salinas y también para la región de Humacao”.

Rodríguez detalló que en total han sido nombrados 75 nuevos vigilantes, 25 fueron asignados a San Juan, 25 a Humacao, y 25 al área de Guayama.

“Empezamos con esos 75 y para el nuevo año fiscal comenzamos con las otras regiones que tienen menos personal”, indicó. Dijo que Lajas, que incluye La Parguera, tiene un total de 12 vigilantes asignados.

“Hicimos la petición para este nuevo año fiscal para nuevos vigilantes y vamos a continuar hasta que lleguemos al número idóneo. Hay que aclarar que en Puerto Rico hay 1,200 playas y esa no es la única función del Cuerpo de Vigilantes. Pensar que el Cuerpo de Vigilantes va a estar 24/7 viendo las playas, es irrealista. Así que nos toca a todos conservar nuestros recursos naturales”, expresó la secretaria del DRNA.

“Hay patrullaje, pero pensar que van a estar en cada uno de nuestros recursos naturales es irreal”, insistió.

El director ejecutivo del Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico y presidente de Para la Naturaleza, Fernando Lloveras San Miguel, dijo por su parte, que sus análisis han demostrado que en Puerto Rico se han destruido dos terceras partes de los manglares.

“Lo que nos queda es una tercera parte de esos manglares y ahora estamos dándonos cuenta de la importancia de esos ecosistemas. Cuando vemos destrucción lo que nosotros vemos es cómo llegamos a recuperar esos dos tercios que hemos perdido, o por lo menos lo más cerca posible. Sí, es una óptica que necesitamos corregir”, indicó el abogado.

“Tenemos que estar sembrando manglares, son los que nos van a estar protegiendo, son los que nos llenan de la capacidad de pesca, son nuestros viveros de peces y crustáceos y a todos nos preocupa que se destruya algo cuando estamos en proceso de recuperar ese valioso ecosistema”, agregó Lloveras San Miguel.