De estrellitas, garbanzos y cherry bombs a cuartones de dinamita, morteros, bazukas y hasta cohetes.

La pirotecnia ilegal que en esta Despedida de Año inundó pueblos y campos en todo Puerto Rico y que cobró la vida del joven de 21 años, Jared Rodríguez Calderón, mientras manipulaba un mortero, podría llevar a la Legislatura a aprobar legislación para aumentar las penas a las personas que hacen uso de estos artefactos cada día más sofisticados y con potentes cargas explosivas.

El mal uso de estas detonaciones de pólvora en las festividades de bienvenida al 2021, también dejó al menos dos heridos -un adulto de 39 años, en Caguas y un menor de 20 años, en Juana Díaz, que sufrió laceraciones en un ojo por un cohete. Estos son los casos que fueron reportados a las autoridades, pero se estima que en la época navideña hubo docenas de incidentes con estos explosivos y que los heridos no llegaron hasta las salas de emergencia para evadir el protocolo de investigación de la Policía. También el año pasado murió un hombre de 55 años, en Moca por uso de pirotecnia.

A estos lamentables incidentes se suma el daño que estos potentes cartuchos ocasionan en mascotas y animales que no se pueden quejar.

Y al despliegue de pirotecnia, que en algunos lugares comenzó entre octubre y noviembre, se unieron los disparos al aire en la noche de Año Viejo, que muchas personas aseguran se confundían entre las explosiones, pese a la campaña que libran organizaciones comunitarias de No Más Balas al Aire. Este año las balas perdidas alcanzaron a un matrimonio en Bayamón, a una menor 12 años en Carolina y un joven de 22 años, en Yabucoa.

En el Senado, el presidente de la Comisión de Seguridad del Senado, Henry Neumann Zayas apostó a la aprobación de una medida que enmienda la Ley 25 de 1963, que regula el uso de pirotecnia en Puerto Rico. También, el director de la Oficina de Explosivos y Seguridad, del Negociado de la Policía, Ismael Cartagena Caratini se expresó a favor de legislación hacia esos fines.

“En estos momentos hay un descontrol relacionado con la pirotecnia en términos no solo de las personas que la utilizan, sino el acceso a las mismas que tienen estas personas para poderlas comprar y compañías que abiertamente las venden y hace falta una nueva legislación como esta para que haya un control porque hemos visto personas hasta que han fallecido por el uso indebido y la potencia que tienen estos nuevos artefactos”, dijo a Primera Hora el senador Neumann Zayas.

Indicó que el Proyecto del Senado 502, de la autoría del senador José Vargas Vidot y al que se unieron como coautoras las senadoras Gretchen Hau y Migdalia González Arroyo recibió un informe positivo el pasado 16 de noviembre y está pendiente de ser llevado a votación en la Comisión de Reglas y Calendario. Dijo que hablará con el presidente del Senado, José Luis Dalmau Santiago para que la medida sea “una de las primeras atendidas” en la nueva sesión ordinaria que inicia el próximo 10 de enero, de manera que sea aprobada en ambos cuerpos legislativos y pase a la firma del gobernador Pedro Pierluisi Urrutia.

“Básicamente este proyecto de ley que va a bajar a la consideración de los compañeros prohíbe el uso, venta, fabricación y distribución de la pirotecnia desde lo más básico: estrellitas, garbanzos, cherry bombs hasta las más sofisticadas que se ven siendo utilizados en estos momentos. La medida es radical”, explicó el legislador novoprogresista.

Dijo que las excepciones a la pieza de ley están relacionadas solo con aquella pirotecnia que lo que tiene es un efecto lumínico, que lo único que hace es emitir un efecto brillante y que el sonido que pueda emitir no sea mayor de 20 decibeles. “Eso es prácticamente nada”, dijo para agregar que la medida también dirigida a proteger a las mascotas. Dijo que no está incluido el tipo de luz de bengala o de aviso, que es utilizado por cuerpos de auxilio y las Fuerzas Armadas.

Detalló que la violación a la ley constituirá un delito menos grave con penas que van de multas de entre $1,000 a $5,000 y para compañías manufactureras, que las venden y las distribuyen, multas desde $5 mil hasta $10 mil.

El senador indicó que “mucha de esta pirotecnia se prepara aquí, aunque tengo conocimiento que mucha también viene de Estados Unidos”.

Neumann Zayas sostuvo además, que en los últimos años las campañas de No Mas Balas al Aire “tuvieron un gran resultado”, pero dijo que “a fin de este año, el llamado no llegó” como en años anteriores. “Nos habíamos descuidado de lo que es la pirotecnia y entiendo que compañías manufactureras se han aprovechado de una ley que no es restricta, de un cumplimiento por parte de las autoridades que no es fiscalizador y que por los resultados que hemos tenido, hace falta tomar el control”, agregó el legislador.

El Director de Explosivos del Negociado de la Policía, Cartagena Caratini indicó por su parte, que este año solo se han registrado tres incidentes sobre mal uso de explosivos, mientras el presidente de la Asociación de Miembros de la Policía, José J. Taboada de Jesús estimó que hay docenas “sin reportar”.

“Lo ocurrido anoche (en la Despedida de Año) en Puerto Rico no tiene precedente en el uso masivo de pirotecnia para festejar. La Asociación de Miembros de la Policía de Puerto Rico había adelantado a todos ustedes que se nos venían momentos difíciles ya que los compañeros del servicio de inteligencia de seguridad pública habían adelantado que tenían información de que en esta época navideña se habían vendido miles de toneladas de explosivos caseros e industriales que de seguro serían utilizados para festejar la bienvenida del año 2022″, indicó en declaraciones escritas Taboada de Jesús.

Según Taboada de Jesús “hubo más de $75 millones de dólares quemados en explosivos en toda la isla y que las áreas de Carolina y Bayamón, fueron las que más fuegos artificiales exhibieron”. Igualmente, opinó que “la gente no le hizo caso a los mensajes que se difundieron para orientar a la ciudadanía sobre el daño que causan los tiros al aire”.

Cartagena Caratini dijo por su parte, que, reportados a la Policía, en 2019 hubo nueve casos de personas afectadas por mal uso de pirotecnia, en 2020, 4 casos y en 2021, tres casos.

“Tenemos conocimiento y en esa parte, coincido con el señor Taboada de que debe haber mucho más personas que recibieron quemaduras y los atendieron en sus hogares porque conocen el procedimiento, saben que la Policía va a iniciar una investigación como en estos tres casos, que nuestro personal está investigando la procedencia, cómo adquirieron ese material y después en su momento será presentado ante el Departamento de Justicia para que se determine el siguiente paso a seguir”, dijo el teniente.

Reconoció también que en la Despedida de Año, hubo muchos disparos al aire y que recibieron confidencias a través de 343-2020, que están siendo investigadas. Dijo que los incidentes de balas perdidas reportados este año, también son investigados.

“Desde el 15 de noviembre se hizo lo propio dentro de la situación de la pandemia, de orientar a la ciudadanía, en centros comerciales, repartir literatura y a través de los medios de comunicación con los líderes de las organizaciones comunitarias de llevar el mensaje. Nosotros hemos hecho lo propio, pero también hay que crear conciencia en la ciudadanía y en la responsabilidad individual”, indicó Cartagena Caratini.

“A pesar de nuestra campaña tan enfática en ese sentido, siempre hubo personas mal intencionadas negligentes que no siguieron los consejos y pudieron haber hecho uso también de armas de fuego para una vista pública la postura estos fines”, agregó el teniente.

En torno a la legislación para prohibir y limitar el uso de la pirotecnia dijo que “hay dos medidas” en la Legislatura y favoreció que se impongan multas más severas. “Lamentablemente es un negocio lucrativo ilegal que genera mucho dinero y tal vez si podemos imponer multas más severas las personas tomen eso más en consideración ya que por ejemplo, pagar una multa de $5 mil a una persona que le puede sacar sobre $300 mil a un furgón en ganancias, no es un disuasivo a esos efectos”, dijo.

En torno al tipo de pirotecnia que se ha visto últimamente en el País, explicó que el funcionamiento de un mortero es similar al de los fuegos artificiales profesionales. “Se le introduce una carga que tiene una mecha que sobresale por uno los extremos inferiores y al aplicarle flama directa tiende a a hacer un fuego que sale propulsado a gran velocidad y a unos 150 a 200 pies de altura, hace un destello de luces similar a los fuegos artificiales profesionales. Estos artificios están en el mercado y llevan años, ahora la diferencia es que tienen más carga explosiva, más altura, hacen los destellos mucho más grandes y con diseños, le introducen unos químicos para los colores, lo que los convierte en mucho más peligrosos”, detalló el teniente.

Agregó que este tipo de pirotecnia “se vende en más de 40 estados en Estados Unidos, pero nuestra jurisdicción no permite ningún tipo de artificio”.

“Se han usado bazukas y cohetes. Los manufactureros se las ingenian con el propósito de llamar la atención del consumidor, cambian sus diseños, su funcionamiento. Sí, ahora hay cohetes que tienen más capacidad que los de antes, con el mismo propósito. Algunos de ellos pueden hasta hacer algún tipo de altura de diseño, de colores. En realidad, todos los años los manufactureros las modifican para que la demanda sea mayor”, abundó.

En torno al valor de la pirotecnia utilizada este año, que Taboada de Jesús estimó en unos $75 millones, Cartagena Caratini dijo que podría haber “confusión entre la ilegal y la legal, que se vende en tiendas por departamentos y cadenas de farmacias”.

“No me atrevería decir una cantidad. Nuestros números, jamás en la vida, llegarán a esa cantidad. Entiendo que debe haber una confusión”, sostuvo.