Morirse se ha convertido en un problema aquí.

Decenas de difuntos, cuyos familiares no han podido darles el último adiós, siguen ataponándose en espera de autopsias en el Negociado de Ciencias Forenses (NCF).

El NCF informó ayer que tiene 79 casos pendientes de autopsia o evaluación.

Más temprano, el presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes, Juan Oscar Morales, reveló que la semana pasada había  91 autopsias en espera en el NCF.

Un empleado de la dependencia, que habló con Primera Hora desde el anonimato, confirmó que “las esperas son largas”, que el promedio de espera para una autopsia es de dos semanas.

“Los patólogos están explotados de tantos casos”, dijo la fuente, quien, además, indicó que “de La Fortaleza y algunos legisladores presionan” para que los patólogos brinquen turnos. “Eso es todos los días y todas las semanas”, sostuvo la fuente. 

“La semana pasada había solo tres patólogos forenses practicando autopsias”, indicó el representante, cuya comisión legislativa investigó los controvertibles vagones en los que eran colocados los cadáveres que ya no cabían en el NCF, en espera de autopsias.

El legislador cameral explicó que en las pasadas dos semanas la falta de peritos agravó la situación en el NCF ante la ausencia de empleados por vacaciones o días por enfermedad, aunque la nueva comisionada del NCF, Luz Silva, “ha estado trabajando con eso”.

Indicó que estudiantes de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico también ayudan en las labores en el NCF, pero como asistentes de los patólogos.

Además, Morales confirmó que sigue recibiendo llamadas de familiares angustiados porque el NCF no les entrega los cuerpos de sus muertos.

“Hay muchas cosas del informe que rendimos en la Comisión de Salud que la administración del NCF ha trabajado, pero falta mucho por corregir”, subrayó Morales.