De nada le han servido a Arnaldo Pabón las decenas de reclamaciones por facturación en exceso presentadas a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), ya que aún cuando actualmente el servicio se encuentra suspendido, la deuda sigue en aumento, por lo que teme por la estabilidad de su familia. 

Pabón, quien reside con su esposa, las dos niñas de ésta y un hijo de ambos, en un apartamento en San Germán, narró a Suroeste que su odisea comenzó en el 2014, cuando, de $40 mensuales, la factura comenzó a aumentar escalonadamente, hasta $90.

“Pagaba $40 tres años atrás. De la noche a la mañana, empezó una facturación muy alta. Después 60, 90. Llegó a un límite que le dije a mi esposa, ‘esto es mucho’”, indicó el padre de un niño con necesidades especiales.

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Fue entonces cuando revisó el contador y vio que estaba lleno de agua. Lo vació y volvió a llenarse. Primero, en la oficina de la AAA le dijeron que debía ser un salidero, que hacía brotar agua de bajo la tierra. Sin embargo, el de su apartamento era el único con ese problema. 

Después, revisaron y encontraron que el contador estaba defectuoso. Y aunque lo reemplazaron, “se negaron a hacer un ajuste en la cuenta”, lamentó Pabón. Lo que le ofrecieron fue un plan de pago, el cual comenzó a cumplir. 

Cuando su hijo fue operado y hospitalizado en el Hospital Pediátrico en Río Piedras, se le imposibilitó acudir el día pautado. Cuando acudió, le rechazaron el pago y le suspendieron el servicio hace tres semanas, relató.

“La facturación ha seguido igual. Últimamente, es de $130, $140”, contó. 

Mientras, Pabón vive con la preocupación de que el Departamento de la Familia pudiera intervenir para quitarle la custodia de los menores, aunque éstos se bañan y comen en casa de una tía que vive en el mismo lugar. 

El padre de familia, usa un carrito de compras para buscar agua para abastecer a la familia y sigue en espera de alguna solución.

Por su parte, el Director Regional Oeste de la AAA, Joel Lugo Rosa, indicó que el contador se inundó con agua de lluvia y que toda la facturación fue leída, no estimada. 

“Se le han otorgado tres planes de pago que ha dejado caer. Son como un contrato, que hay que cumplirlo. Nosotros volvimos a verificar y el contador está en buenas condiciones. Le podemos ofrecer un plan de pago que sea más factible. Que dé un pago inicial del 10 por ciento del total de la deuda y darle un plazo de casi 33 meses para saldar la deuda. Esto lo ayuda a que sea menos oneroso para que pueda salir. Nos comunicaremos con él. No queremos que tenga una situación con su familia. Así se le podrá reinstalar el servicio de agua potable”, declaró el ingeniero.

Por último, dijo que si no hay problemas con el contador, en realidad la deuda es consumo del cliente. Y recomendó que verifique los artefactos internos, como el sapo del inodoro, o que no tenga alguna gotera.