El catálogo de servicios de alimentos a domicilio desarrollado durante la cuarentena por muchos comerciantes ahora también incluye alcapurrias, pastelillos, pasteles, pan acabado de hornear, jugo de china recién exprimido, entre otros manjares predilectos del paladar puertorriqueño y que puede estar disponible para muchos en las puertas de sus hogares.

Los dueños de pequeños negocios han tenido que reinventarse para dar tregua a la inesperada crisis suscitada por el coronavirus SARS-CoV-2 hace más de 40 días y entre ese grupo se destaca el dueño de la panadería Apolo, en Guaynabo, quien a sugerencia de un cliente está visitando urbanizaciones del área metropolitana con una guagua cargada de pan recién salido del horno, leche fresca, jugo acabado de exprimir, donas, quesitos, jamón, queso y croquetas, entre otra variedad de alimentos que se venden frecuentemente en su establecimiento.

La Panadería Apolo se une a comercios que llevan productos a domicilio en medio de la cuarentena.
La Panadería Apolo se une a comercios que llevan productos a domicilio en medio de la cuarentena. (Suministrada)

En entrevista con Primera Hora, Joseph Mc Queeny explicó que la dinámica de visitar comunidades con el inventario de panadería surgió hace unas semanas por el presidente de residentes de una urbanización en Cupey, quien le propuso visitar el lugar para entregar unas 30 pre-órdenes de alimentos que les interesaba comprara a sus vecinos, en su mayoría personas mayores de 60 años.

“Surgió por ese cliente y, sinceramente, cambió toda la dinámica porque estábamos en la panadería haciendo delivery por el área o entregando a los clientes que pedían cosas para entrega en el parking. Pero la realidad es que el movimiento de cliente no era mucho porque la gente está aguantadita…así que le dijimos a esa persona que sí y llevamos cosas extras en la guagua por si acaso alguien se había quedado sin pre ordenar. Y la sorpresa fue que se vendió todo súper rápido”, dijo Mc Queeny.

Desde entonces, las llamadas para que vaya a urbanizaciones en pueblos como Bayamón y San Juan no han cesado por lo que ha establecido unas rutas semanales. En cada visita, aseguró, se instalan unas mesas donde se coloca los productos que están empacados y sellados. Empleados y clientes, agregó, tienen que utilizar mascarillas y guantes para evitar contacto físico. De igual forma, se sugiere a las personas emitir sus pagos con tarjeta de débito o el servicio de ATH Móvil.

“El éxito, además del pan calientito, son los litros de jugo de china que se exprimen el mismo día. Nosotros estamos exprimiendo 12 cajas de china diarias. Además, siempre está el que pide las donas glaseadas. Yo te diría que la venta de donas glaseadas se han triplicado”, explicó al indicar que los portavoces de urbanizaciones se pueden comunicar al (787) 415-8370 o a través de redes sociales bajo Panadería Apolo o en www.panaderiaapolo.com o www.hornofino.com

La jornada de trabajo de Mc Queeny y su equipo de empleados comienza a las 2:00 de la mañana cuando el panadero prende el horno para realizar las libras de pan sobao que tanto le gustan a sus clientes. A las 4:00 de la mañana el grupo comienza a empacar las órdenes e, inmediatamente, empieza la distribución de alimentos.

“Si me quedaba en la panadería iba a generar la mitad del dinero que necesito para cumplir con los gastos fijos de nómina, renta, agua y luz… definitivamente la guagüita y el regresar a volver a llevar las cosas a las puertas de las casas nos ha funcionado. De hecho, creo que esto establece una nueva forma de vender aunque pase la pandemia”, sostuvo.

Alcapurrias, pasteles y pastelillos

En la ola de ventas a domicilio se sumergió también Ángel Oquendo, un barbero de profesión que recurrió a las recetas de su abuelita para ganar el sustento de su hogar.

“Mi abuelita hace los mejores pasteles, alcapurrias y pastelillos que jamás he comido. Así que recurrimos a sus recetas para buscarnos unos chavitos en esta época de cuarentena ya que no estoy generando otros ingresos. Inicialmente, lo hicimos con una señora que nos pidió una docena de pasteles y al poco tiempo regresó pidiendo siete docenas más… ahí dijimos, espérate, esto es un buen paso para ganar algo de dinero en lo que la cosa se normaliza”, cuenta Oquendo, quien ha visto una oportunidad de desarrollar el negocio a largo plazo.

Cuenta que el éxito del negocio radica en que “el puertorriqueño tiene bajón de frituras”.

“Ya no puede ir a los kioscos a comprar su alcapurria o pastelillo así que aquí tienen el acceso a estos alimentos”, explicó.

La oferta va desde pasteles de yuca y masa (cerdo y pollo) hasta alcapurrias (carne, pollo o cornedbeef) y pastelillos (carne, queso-guayaba, queso y cornedbeef).

Las alcapurrias, pastelillos, pasteles y sofrito también son parte de la oferta a domicilio que hacen personas como Ángel Oquendo, residente en Bayamón.
Las alcapurrias, pastelillos, pasteles y sofrito también son parte de la oferta a domicilio que hacen personas como Ángel Oquendo, residente en Bayamón. (Suministro)

La dinámica se trabaja mediante pre-órdenes y las entregas se realizan todos los días de la semana.

“Las preparamos lo más rápido posible y nosotros mismos ofrecemos el delivery tomando todas las medidas de seguridad necesarias que ha estipulado el gobierno”, detalló quien brinda servicios en el área metropolitana incluyendo Toa Alta y Dorado.

Los interesados tienen que llamar al (787) 248-5437 y al (787) 292-9910.