El Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos dio paso para que el municipio de Canóvanas pueda pavimentar cerca de un 70% de las destrozadas calles de las comunidades ocupadas hace casi 35 años en este pueblo, luego del azote del huracán Hugo.

Sin embargo, los trabajos de asfalto en espacios como Valle Hill -donde existen más de 600 residencias- quedarán en suspenso, pues están ubicadas en humedales que son protegidas por el gobierno federal.

Así lo informó en conferencia de prensa la alcaldesa de Canóvanas, Lornna Soto Villanueva, al recordar que a pesar de los esfuerzos del municipio, las agencias estatales y federales ordenaron al ayuntamiento a detener toda actividad y trabajo para proteger la zona. Solo se permite la recolección de basura.

“En esos años, parte de las comunidades invadidas, Villa Hugo 1 y 2 y Valle Hill, quedó relegada, y desde entonces, las carreteras previamente construidas no se han podido reparar, a pesar de las múltiples solicitudes municipales”, acotó la alcaldesa al rememorar que su padre, el fenecido alcalde José “Chemo” Soto, tuvo la intención de embrear la zona en 2006 y fue severamente multado por las autoridades.

Explicó que el plan de repavimentación cubrirá solo una de las necesidades que hay en comunidades de Villa Hugo 1, y 2 y una pequeña parte de Valle Hill, donde viven más de 6,000 personas que desde 1989, tras el paso del huracán Hugo, ocuparon los terrenos que están ubicados en humedales.

Soto Villanueva recalcó que los trabajos de asfalto se podrán llevar bajo unas “pautas claras” establecidas por el Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos y la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA).

“Ante esta situación, he instruido al Departamento de Obras Públicas Municipal a iniciar un análisis y el marcado de las calles autorizadas. Además, he enviado cartas a los senadores del Distrito de Carolina, a los representantes y al gobierno de Puerto Rico para solicitar su colaboración y apoyo con recursos económicos para llevar a cabo esta obra, la cual tiene un estimado de entre $4 a $6 millones”, puntualizó al solicitar entendimiento y cooperación de los residentes, particularmente, de aquellos que viven en las áreas que no se podrá trabajar. A modo de ejemplo, explicó que las calles en las que no se podrán realizar labores serán marcadas próximamente por agrimensores y el equipo de planificación con pintura roja o amarilla.

La alcaldesa resaltó que la pavimentación contribuirá significativamente a la seguridad y bienestar de todos los residentes, quienes viven constantes pesadillas a causa de las inundaciones ocurridas en las zonas cada vez que llueve copiosamente.

De hecho, explicó que el municipio entrará en un proceso de competencia a la expectativa de que se otorguen fondos de CDBG-MIT para la adquisición de un dique que aliviaría el problema de inundaciones en las comunidades. Este equipo está valorado en más de $60 millones.

De otra parte, la alcaldesa manifestó que el Departamento de la Vivienda está en el proceso de entregar los títulos de propiedad en las comunidades de Villa Hugo 1 y 2, lo que permitiría que después de más de tres décadas se pueda instalar en el área servicios básicos de agua y luz.

“Estoy solicitando (a Vivienda) que se enfoquen en dar los títulos de propiedad de las fincas que ya se midieron y segregaron. Espero que antes de junio tengamos la titularidad de esas zonas”, dijo la alcaldesa.