Varios colectivos solicitaron hoy, lunes, acción del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) ante el alegado impacto negativo de proyectos solares en terrenos agrícolas.

En esa línea, pidieron a través de un comunicado de prensa y una manifestación, que la agencia cumpla “su función de proteger y conservar la naturaleza” ante la posible construcción de 18 proyectos solares sobre miles de cuerdas agrícolas y en áreas ecológicas.

“Aquí vemos otro asunto en donde el DRNA debería ser proactivo y preventivo, defendiendo las áreas ecológicas y acuíferos que serían impactados por estos proyectos solares en terrenos. Fue uno de los reclamos que le hicimos hace unos meses. Al parecer los que dirigen la agencia prefieren seguir reaccionando, cuando el daño ya está hecho, en lugar de prevenir, proteger y conservar la naturaleza. No están cumpliendo sus funciones”, aseveró José Díaz Pérez, del Campamento contra las cenizas en Peñuelas,

Por su parte, Hernaliz Vázquez Torres, portavoz del Sierra Club de Puerto Rico, dijo que la alternativa más justa y de menor impacto es colocar las placas solares en los techos de los hogares y otros edificios.

“Inutilizar los suelos agrícolas o destruir nuestra naturaleza no puede ser una opción. El gobierno no aprende de sus errores. Hay estudios, como los de la propuesta de Queremos Sol, que demuestran que en 15 años podemos generar un 75% de nuestra energía renovable con las placas en techos. Igual se pueden usar edificios, vertederos cerrados y estacionamientos, entre otros lugares. En Puerto Rico, no es necesario construir estos proyectos en terrenos, y lamentablemente el DRNA y el Departamento de Agricultura lo están permitiendo”, explicó Hernaliz Vázquez.

Por último, Víctor Alvarado Guzmán, coordinador del Comité Diálogo Ambiental de Salinas, señaló que el gobierno prefiere ignorar el peligro al cual exponen a los residentes de las comunidades cercanas a los lugares donde se pretenden construir los proyectos solares.

“Aquellos que defienden la ubicación de estos proyectos, deberían mudarse a la comunidad del Coquí en Salinas para que vivan la experiencia del aumento de las inundaciones en sus hogares, por culpa del proyecto de CIRO One. Es fácil hablar desde el privilegio, cuando hay cientos de familias que podrían perder sus casas o sus vidas en las próximas lluvias fuertes. Nuestra gente está ante un peligro real”, finalizó Víctor Alvarado.

Los activistas ambientales esperan obtener una respuesta de la secretaria del DRNA, Anais Rodríguez Vega, en una reunión que sostendrán en septiembre.