Piden ayuda para anciana de 82 años que perdió todo tras quemarse su casa
El incendio se registró el pasado jueves en Hatillo.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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La vida de la arecibeña Nilda Cruz Águila ha estado marcada por la tragedia.
Uno de sus hijos murió ahogado, perdió todas sus pertenencias en dos ocasiones a causa de las inundaciones que el río Grande de Arecibo provoca en la urbanización Martell, su esposo murió hace ocho años en un trágico accidente vehicular causado por un camión, su madre falleció hace un mes a los 102 años y el jueves pasado, el 15 de octubre, volvió a quedarse sin sus atesoradas pertenencias. Un fuego provocado por un corto circuito en el estudio que dejó su esposo, quien era pastor de la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera, volvió a impactar su vida.
En el cuarto en que inició el fuego había una colección de biblias y libros religiosos. Las llamas se propagaron rápidamente por la vivienda, localizada en la urbanización las Palmas de Hatillo, en momentos en que Nilda, de 82 años, descansaba en su cuarto. La mujer salió corriendo descalza y pudo liberarse del fuego que consumió el que ha sido su hogar por los últimos 15 años y en el que llegó para librarse de las inundaciones.
“Fue incontrolable”, relató el hijo de Nilda, Gadiel Gómez, sobre el fuego.
Es que el incendio comenzó a las 4:00 p.m. y a las 8:30 p.m. apenas se había logrado extinguir.
Se necesitaron bomberos de Hatillo y de Arecibo, así como cuatro camiones bombas, que tuvieron que salir en varias ocasiones a abastecerse de más agua, para extinguir las llamas.
“El fuego parece que caminó por toda la casa, marcó y cogió la casa entera menos un cuartito al final, donde ella tenía alguna ropa”, relató.
Las ventanas estallaron y todo quedó reducido a escombros.
“Yo estoy cansado de las tragedias, la verdad, y desde que mi hermano se murió ahogado, cuando yo tenía 15 años, la vida ha estado llena de golpes bien fuerte… Estoy completamente agradecido de tener a mi mamá, de que ella sobrevivió, de que pudo salir corriendo. La tenemos y ella está bien”, señaló Gómez.
Esta es la tercera vez que Nilda pierde todas sus pertenencias del hogar. La primera vez fue en el 1985, cuando fuertes lluvias inundaron su hogar en la urbanización Martell. La segunda vez fue para el huracán Georges, en el 1998. Estas experiencias hicieron que la familia se mudara a Hatillo.
“Ya hemos perdido todo dos veces. Aun las más sentimentales son cosas. Ahora, a volver desde cero una vez más”, dijo resignado.

En esta tercera ocasión, Gómez solo dijo sentirse aliviado de que su abuelita de 102 años falleció hace un mes. Ella se encontraba encamada. Por ello, piensa en que la tragedia hubiese sido mayor.
“Afortunadamente ya había muerto, porque para el fuego hubiesen muerto las dos”, aceptó.
Desde el pasado jueves, cuando ocurrió el fuego, Nilda se encuentra hospedada en casa de su hija, también en Hatillo. Ella desconoce el daño que causó todo el incendio, pues sus hijos le han minimizado los daños para evitar que se afecte.
“No sabe en las condiciones en que está. Se le dijo que la casa tiene humo y hay que limpiarla”, contó.
Aunque la casa es de cemento, Gómez indicó que hay que reconstruirla. Perdió las ventanas y hay que empañetar muchas paredes.
La familia estima que en arreglar la estructura se necesitarían $30,000. Por ello, han solicitado la ayuda ciudadana.
“Ella es una persona que está activa y queremos regresarle su independencia, que ella atesora mucho”, afirmo.
Todo el que desee ayudar, puede enviar su donativo a los siguientes números de ATH Móvil: 787-362-5963 / 787-605-1871.
Gómez señaló que, por el momento, no están aceptando enseres del hogar, pues no tienen dónde guardarlos en lo que limpian y reparan el hogar. No obstante, también agradecen otras ayudas, como materiales para construir o mano de obra.