El gobernador Pedro Pierluisi dijo este lunes que el gobierno ausculta la posibilidad de que los bomberos reciban más beneficios económicos a través de fondos que se identificarían de la Ley del Plan de Rescate Americano (ARPA).

“Yo le voy a pedir al secretario de Estado y jefe de AAFAF (Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal de Puerto Rico), Omar Marrero, que ausculte la posibilidad de en lo que la Junta (de Supervisión Fiscal) reconsidera (un aumento salarial justo para los bomberos)...pues, en lo que eso sucede, evaluar la posibilidad de que por la vía de incentivos provenientes de la Ley ARPA podamos mitigar ese golpe y podamos darle una mano a los bomberos que admito están mal pagos”, dijo el gobernador tras concluir una conferencia de prensa en la que se anunció que se elevaría a partir de julio el salario base mensual de los maestros de $1,750 a $2,750, lo que equivale un aumento de $12,000 al año.

Un bombero, empezando, gana aproximadamente $1,500 mensuales, lo que es equivalente a $18,000 anuales. Ante esto, muchos de ellos dependen de otros trabajos para poder tener estabilidad económica. Puerto Rico es uno de los territorios con salarios más bajos en este tipo de profesión con una media anual de $27,800 ($13.40). En Estados Unidos el salario promedio para un bombero es de $56,360 ($27.09 por hora).

Las declaraciones del Primer Ejecutivo surgen en momentos en que el Sindicato de Bomberos ha declarado una serie de reclamos por justicial salarial y un retiro digno. Además, trascendió que los organizadores del llamado “Red Flu” decretarían un cierre masivo a partir de esta semana, si sus peticiones no son escuchadas.

Respecto a esta posibilidad el gobernador dijo que el deber de los bomberos es “defender nuestra seguridad pública, vida y propiedades”.

“Es un deber sagrado. El que lo asume lo debe hacer sin condiciones. Ese no es un deber que se debe relegar. Hay formas y maneras de marchar y protestar, pero jamás debe conllevar poner en peligro la vida de los demás cuando ese es tu deber”, replicó.

“Nadie aquí está obligado a ser ni policía ni bombero, pero el que se dedica a esa vocación tiene que asumir esa gran responsabilidad . Y si por alguna razón cuestionan si debe seguir haciéndolo -o porque la paga no es la que espera o las condiciones de trabajo no son las que espera-, no está obligado a permanecer en esa posición...ahora, si permanece en esa posición, y estoy hablando a nombre del pueblo de Puerto Rico, tiene que cumplir con su deber. No hay alternativas”, agregó el gobernador.

Asimismo dijo que la posibilidad de cerrar estaciones como medida de protesta “son palabras mayores que, quizás, lo dijeron de la boca para afuera”.

Aseguró que de ser cierto dará instrucciones al secretario del Departamento de Seguridad Pública (DSP), Alexis Torres, para que los cuarteles permanezcan abiertos.

La semana pasada el líder del Sindicato de Bomberos, José Tirado, se reunió con la secretaria de la gobernación, Noelia García, en La Fortaleza. En cambio, no hubo acuerdos concretos, por lo que hubo una advertencia de que los bomberos participarían este miércoles de una protesta en la que piden un salario base de $2,500. Actualmente hay m’sa de 1,460 bomberos que laboran en 96 estaciones alrededor de la isla.

Tras la aprobación del Plan de Ajuste (PAD) y el plan fiscal certificado por la Junta de Supervisión Fiscal (JSF), los bomberos tienen autorizados un aumento de $1,500 anual, lo que equivale a $125 mensual. El incremento se distribuiría mensualmente y en dos años fiscales, lo que significa que sería a partir del 1 de julio del 2022 y el 1 de julio de 2023. Sin embargo, los aumentos están condicionados a que las agencias realicen otros ajustes en implementen medidas de eficiencia.