El gobernador Pedro Pierluisi se distanció por completo de la bochornosa situación que se desató en la durante una reciente audiencia en la Legislatura entre un numeroso grupo de legisladores, incluyendo a miembros del Partido Nuevo Progresista (PNP) que él dirige.

En la desordenada vista del viernes pasado, que estuvo marcada por la gritería, burlas e insultos constantes entre legisladores del PNP y el Partido Popular Democrático (PPD) se llamó a declarar a la comisionada residente en Washington, Jenniffer González, para que testificara sobre alegadas situaciones de discrimen en agencias de gobierno y municipales contra personas que simpatizarían con una posible candidatura suya a la gobernación, que retaría ya la conocida aspiración de reelección de Pierluisi dentro de la organización del PNP.

Sin embargo, Pierluisi evitó en todo momento hablar sobre el reprochable comportamiento de los legisladores, incluyendo los de su partido, alegando que era una situación política, que ya había pasado, y que era un asunto legislativo sobre el cual no opinaría porque respeta la división de poderes. “Obviamente, eso es un asunto estrictamente político. Y al tú llevar a cabo ese tipo de vistas te exponen a eso, a que se torne en un intercambio más bien político”, comentó Pierluisi al preguntársele sobre la conducta de los legisladores novoprogresistas durante la atribulada audiencia.

“Pero ya eso quedó atrás. Ahora lo importante es que ella tuvo la oportunidad de expresarse bajo juramento ante la Cámara”, agregó el gobernador. “Yo no voy a entrar en los detalles. Yo no estaba allí. Si hubo algún tipo de debate, o intercambio acalorado, eso es típico cuando entran las diferencias políticas. Yo no voy a catalogar el evento. Realmente, pues ya quedó atrás”.

A preguntas de la prensa sobre el comportamiento, más allá de la controversia política, el gobernador volvió a esquivar el asunto.

“Yo soy el primer ejecutivo del gobierno. Yo estoy en la Rama Ejecutiva. Yo respondo por la Rama Ejecutiva. Yo no respondo por la Rama Legislativa. Ese proceso no lo convoqué yo. Yo no respondo por ese proceso. Quien tiene que responder por el proceso es quien lo inició. Tampoco respondo por lo que haya ocurrido en la vista porque yo no estaba allí, no tuve participación”, se distanció.

“Eso es un asunto estrictamente político. Tener aquí al liderato del Partido Popular inmiscuyéndose en unas expresiones que hace la vicepresidenta del Partido Nuevo Progresista me parece que realmente lo que causó fue que entráramos en ese tipo de debate de naturaleza política”, insistió.

Cuestionado una vez más sobre el desorden que se dio en la vista, zanjó el asunto argumentando que “es la Rama Legislativa la que rige la conducta de sus miembros. Es la Rama Ejecutiva la que evalúa la conducta de sus miembros. A mí no me corresponde hacer eso. Yo respeto la separación de poderes”.

Sobre la polémica en torno a las alegadas presiones indebidas o represalias a empleados por expresar algún favoritismo político, comentó que entendía que González había podido dar su versión sobre el asunto, y entendía que habría ninguna acción adicional.

“Ella (González) tuvo la oportunidad de expresarse, y no sé si se tomará un paso adicional. Pero ella fue puntual en lo que dijo, estaba bajo juramento y estoy seguro que dijo la verdad”, comentó el gobernador.

El gobernador reiteró que desde que se dio a conocer la controversia expresó que “no ha habido ninguna instrucción de mi parte como gobernador para castigar a nadie por estar apoyando candidatos o candidatas, o partidos. No ha habido tal instrucción”.

Asimismo, repitió que “sí he sido bien puntual explicando que el personal de confianza en el gobierno, es decir el personal gerencial, tiene que estar identificado conmigo como gobernador y con mi programa de gobierno. Eso es obvio, eso se cae de la mata”.

“Si hubieran prestado atención a lo que yo dije, posiblemente no se hubiera llevado a cabo todo este proceso”, insistió.